20 de agosto de 2021
Somos seres sociales, y en la mayoría
monogámicos. Crecemos perteneciendo a diferentes grupos: familiares,
culturales, educativos, religiosos, políticos y vamos desarrollando diferentes
vínculos de los cuales nos nutrimos afectivamente. Hoy me gustaría centrarme en
los vínculos de pareja, ya que últimamente he conversado con algunas personas
que parecían estar muy disconformes con la realidad a la hora de formar pareja.
Frases como "no hay hombres" o "no sé qué pasa con las mujeres" son bastante
comunes en una franja etaria de personas que ya pasaron la adolescencia pero
aún no llegan a la tercera edad y que presentan deseos de vivir su vida en
pareja.
Si bien ya sabemos que los vínculos se
construyen, como todo, de a poco y con ganas, también es cierto que hay
múltiples factores que nos condicionan a la hora de "emparejarnos" con alguien.
Los condicionamientos culturales son un factor importante en cuanto a ciertos
estándares que la misma sociedad va creando como: a cierta edad ya estas para
sentar cabeza, para hacer pareja, para tener un trabajo, para tener hijos... y
mil etcéteras... Y si bien los más jóvenes ya están rompiendo con esas
estructuras, quedan muchos adultos en el "intermedio" a los que se les hace
difícil escapar de ellas.
Los factores emocionales son, inevitablemente,
fundamentales a la hora de vincularse. No sólo lo que me pasa como persona,
sino también la estructura vincular en la que hemos sido criados, afecta
directamente a nuestras relaciones, ya sea por repetición de patrones de mis
padres y abuelos o bien por reacción (donde trato de hacer consciente o
inconscientemente, exactamente lo opuesto a lo que he vivido)-
Y por otro lado las necesidades y deseos de
cada persona, de acuerdo a la manera en que planee vivir.
Una cosa es el enamoramiento que puede
provenir de una atracción física y química entre dos cuerpos, y otra es la
construcción de un vínculo entre dos seres que tengan deseos y proyectos en
común. En este último caso, una de las mejores formas de destruir un vínculo,
es poner en el otro, todo lo que deseo o necesito. Es decir, cuando la
"urgencia" por encontrar pareja, deriva de una necesidad de completitud puesta
afuera. Por ejemplo "Él me hace Feliz", "Ella me saca adelante," "El me da
seguridad", "Ella hace todo lo que me gusta"; son algunos ejemplos de formas de
vinculación por necesidad o por
imposibilidad de resolución propia.
Cada vez que pongo en el otro un poder que me
pertenece, estoy desdibujándome como individuo y perdiéndome la oportunidad de
Desarrollarme, Crecer, Potenciarme, Amar y ser Amado.
¿Què quiero decir con esto? Que nuestra
felicidad con un compañero/a de vida no depende de lo que el otro haga, sino
depende de Cuán completo/a me sienta yo en mi interior para poder compartir mi
vida con otra persona. El otro no me tiene que hacer feliz, Yo tengo que Ser
Feliz para compartir con mi pareja, y para ser más felices juntos. Mi pareja no
debe ser quien sostenga mi vida, Yo debo desarrollar mi potencial como persona
sin necesidad del permiso del otro. No puedo esperar que mi pareja cubra mis
necesidades afectivas o sea mi tacho de descarga donde yo pueda arrojar toda mi
basura, debo hacerme cargo de mis heridas emocionales, y trabajar para
sanarlas.
Por supuesto que acompañados generalmente es
más fácil afrontar las dificultades que en soledad, pero en este caso hablo del
"terreno" en el que pretendo sembrar la semilla de una relación, y esperar que
ésta florezca.
Entonces, antes de quejarme porque las
personas con las que he tenido relación de pareja no han sido lo ideal o lo
soñado, debería preguntarme si Yo estoy siendo aquella persona que necesito.
¿Cómo podemos exigir lo que no damos?, ¿Cómo
voy a esperar del otro lo que yo mismo/a no estoy Siendo?
Generalmente cuando en una sesión de Memoria Celular se aborda un tema de
Pareja, o dificultades en las relaciones, siempre se termina trabajando el
Autovalor, el Amor Propio, los Patrones familiares y sus heridas en nuestra
memoria, la desvalorización o el temor a no "ser suficiente", el miedo a la soledad o a hacernos cargo de
nosotros mismos, poniendo siempre el foco o la culpa en el afuera.
Entonces, si bien a mi entender no hay
"Recetas Mágicas" ni "Secretos" para garantizar la felicidad en pareja, un buen
inicio es trabajar en uno mismo para convertirme en aquella persona que
necesito y más amo, desarrollando mi seguridad y amor propio, mi empatía y
equilibrio emocional, disfrutando de un camino de construcción de mi propia
armonía.
Con lo cual, antes de pretender que "otro/a"
me haga feliz, procure Amarse, Comprometerse y Atreverse a Convivir con Usted
Mismo/a.
Y como
dijo una amiga hace un tiempo: "Sola/o, pero confiando en el proceso".
Ana De Pietro - Facilitadora de Memoria Celular
Contacto:
WhatsApp: 249 4557618
Email: anadepietro@hotmail.com
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.
DE PIE Y VIBRANDO
DE PIE Y VIBRANDO
DE PIE Y VIBRANDO
DE PIE Y VIBRANDO
Solo suscriptos
Solo suscriptos
29 de abril de 2025
Solo suscriptos
Solo suscriptos
28 de abril de 2025
Solo suscriptos
Solo suscriptos
28 de abril de 2025
Solo suscriptos
Solo suscriptos
28 de abril de 2025
Solo suscriptos
Solo suscriptos
28 de abril de 2025