21 de diciembre de 2019
por
Marcelo Bettini
UNO. En esa 'vuelta del lago' el gobierno de Julio Zanatelli
aseguró para la ciudad la falda del Parque Independencia que da a Saavedra
Lamas, frente al espejo de agua, pero un detalle administrativo mal resuelto
aún les da alas a los herederos para reclamar esas tierras. El Municipio avanza
con actos de posesión para el disfrute de todos los vecinos, como el trazado y
mantenimiento de una senda aeróbica; las personas que reclaman derechos sobre
esa ladera llegaron a poner carteles de venta en los eucaliptos cercanos a la
calle. Sobre esas tierras que todos damos por nuestras -en el sentido colectivo
del término- aún no está dicha la última palabra.
DOS. Alrededor de 2005 y 2006 dos fuertes empresarios de la
ciudad -el principal supermercadista y el dueño de una gran distribuidora-
pusieron en acto su intención de urbanizar sobre la ladera del cerro frente al
Club Náutico del Fuerte. Habían comprado ese terreno indiviso tiempo atrás y
obtuvieron durante el gobierno de Zanatelli una factibilidad de agua para la
construcción de un petit hotel enclavado en la sierra con vistas al lago, en la
porción superior, próxima a la curva donde hoy se emplaza el monumento al
fundidor. Tomándose de ese informe de Obras Públicas -la factibilidad de agua-
modificaron el plan de negocios y propusieron una subdivisión del macizo. Pero
el amanzanamiento, paso previo al loteo, no fue aprobado e incluyó una disputa
pública, breve pero fulgurante. Hoy parecen una anécdota la instalación de un
cerco perimetral y carteles de 'propiedad privada' y la declaración del
intendente Miguel Lunghi advirtiendo que si insistían con urbanizar el paisaje
iniciaría un boicot para que los vecinos no compraran en sus supermercados.
Felizmente aquellas aguas turbulentas se volvieron mansas, pero esa porción de
tierra que muchos consideran patrimonio de la ciudad tiene dueños, aunque estos
hoy no puedan llevar adelante la pretendida urbanización.
TRES. Luego sobrevino el debate por otro desarrollo flojo de
papeles. El loteo de Segurola, que se extiende desde la falda de Villa del Lago
hasta Avenida Don Bosco, mereció incluso una audiencia pública. Entre los
reproches figura el hecho de que una fracción se encuentra dentro del área
protegida A día de hoy se encuentra frenado con unos pocos residentes y muchos
propietarios de terrenos en compás de espera. La aventura había comenzado el 12
de octubre de 2005 en el ámbito de la Secretaría de Planeamiento y Obras
Públicas, donde se inició el trámite para la subdivisión de la propiedad de la
familia Segurola. La solicitud de visado de planos presentada por el agrimensor
Juan Manuel Schang aludía a una superficie de 70.819, con 323 metros de frente
sobre avenida Don Bosco, comenzando en una fracción comprendida entre Sinka y
Dabidós para seguir a continuación de estas con dos cuadras completas entre
Dabidós y Penacchi. Son siete hectáreas y fracción. Más de diez manzanas en una
de las mejores ubicaciones de Tandil tanto desde el punto de vista subjetivo
que alude a la belleza como por el valor inmobiliario.
Pero no hubo acuerdo en el Concejo Deliberante, donde se
debatió el caso que incluía la aprobación de la subdivisión y un convenio
urbanístico por el cual los propietarios -a cambio del otorgamiento de
indicadores urbanísticos- cederían más de un tercio de esas tierras al
Municipio -el área más agreste, entre el arroyo y el cerro- como espacio verde
y reserva de uso público.
Para aprobar el expediente se requiere una mayoría especial,
superior a los votos del bloque oficialista. Esto se debe a que las tierras en
cuestión se encuentran en una Zona Especial de Interés Urbanístico (Área
Protegida). En vista de que no existe el consenso necesario para destrabar la
situación el Concejo Deliberante convocó a una audiencia pública. Ese fue el
último capítulo de este tercer escenario de conflicto.
CUATRO. El caso más impactante. Amenaza con hacer
desaparecer bajo la topadora del desarrollo inmobiliario no ya una ladera o un
sector sino todo el cerro con su flora, su fauna y ese intangible de alto valor
que llamamos paisaje. Esas vistas que componen un todo le dan a Tandil su
esencia e incomparable belleza. Las mismas que van desapareciendo bajo la
acción transformadora del hombre cuando se apropia del territorio.
Villa del Lago: Medio
siglo de contramarchas
Si hablamos de emprendimientos de real estate que ponen en
jaque la identidad colectiva de la ciudad todos los caminos conducen a la
tríada Vilanova - Tandil Inversora - Villa del Lago. Fue la primera gran
iniciativa, se hundió a finales de los años '60 y los restos de ese naufragio
nos alcanzaron 50 años después. Comenzó con el loteo de Villa del Lago por el
martillero José Vilanova. Su empresa, Tandil Inversora, proponía dejar de
contemplar el paisaje para colonizarlo. El tema terminó en escándalo cuando los
primeros compradores descubrieron que vivir en el paisaje tenía un altísimo
costo oculto, una suerte de estafa camuflada en la letra chica del acuerdo: en
Villa del Lago no había servicio de agua y, se sabe, trepanar la piedra
milenaria en plena sierra para extraerla desde un pozo es virtualmente
imposible.
Durante décadas el lugar se mantuvo en relativa calma con un
puñado de residentes instalados. En los últimos años, particularmente luego de
2008 cuando el expediente de la quiebra de Tandil Inversora volvió a moverse en
el sistema judicial, resurgió la amenaza latente de perder el paisaje en manos
privadas. Ese año el síndico de la quiebra de Tandil Inversora, contador
Rodolfo Schiappina, informó que era inminente la subasta pública del local
comercial ubicado en una equina céntrica de la ciudad y de unos cuatrocientos
lotes ubicados en Villa del Lago. Finalmente se produjo el remate del local de
la firma creada por Vilanova para la comercialización de las tierras pero no se
subastaron las 40 hectáreas de sierra, en buena medida por la presión social y
política. Cabe aclarar que el parcelamiento de Villa del Lago es anterior al
Plan de Ordenamiento Territorial y, en ese sentido, la pretensión de
subastarlas se ajustaba a derecho.
Parados en este tiempo histórico resulta abismal la diferencia
de criterio con quienes hace más de cincuenta años aprobaron la división en
centenares de parcelas sin agua ni cloacas y con la dificultad de llevarlas al
corazón de la sierra. Sin mencionar, claro, la entrega del paisaje, imposible
de sostener hoy en contrapunto con una nueva mirada más ligada al bienestar
colectivo y ambiental.
Cortar por lo sano
Precisamente, ese corte implica trazar una línea entre lo que no se puede remediar y lo que aún
puede salvarse. En esa línea va el Proyecto que Ordenanza que el gobierno elevó
para su tratamiento al Concejo Deliberante. El texto propone en su primer
artículo: "Declárese de Utilidad Pública la adquisición del dominio por parte
de esta Municipalidad, mediante operatorias basadas en la compraventa, permuta,
donación, expropiación u otro mecanismo legal, de la totalidad de las parcelas,
con exclusión de aquellas en que a la fecha tengan planos y permisos de obra
debidamente aprobados por las áreas competentes, que comprenden la Chacra 150,
de la Sección E, de la Circunscripción I, del Partido de Tandil (103),
originarias de la firma "TANDIL INVERSORA S.A. COMERCIAL, INDUSTRIAL,
FINANCIERA, INMOBILIARIA, MINERA Y AGRICOLA. GANADERA".
Y en el punto cuarto abre un compás de espera para tratar de
resolver las ocupaciones actuales y tratar de impedir las nuevas: "Exhortar al
Departamento Ejecutivo, para que, a través de las áreas competentes se
suspendan los permisos de obra nueva y las incorporaciones de obras existentes,
en la subdivisión preexistente en las parcelas cuya adquisición se declara de
utilidad pública en el artículo primero de la presente Ordenanza, hasta tanto
se obtenga el dominio del área en cuestión".
El secretario de Legal y Técnica, Andrés Curcio, sostiene:
"Son muchos los factores que se han ido dando a lo largo del tiempo y que hacen
que hoy el municipio tome esta decisión política de intervenir en el área para
evitar que se continúen radicando edificaciones porque conlleva una serie de
inconvenientes, no solamente la contaminación visual sino que afecta el
patrimonio natural que son las sierras y no es solo de Tandil, podríamos hablar
de un patrimonio de la humanidad".
El abogado reflexiona: "Hasta no hace mucho tiempo no
veíamos estas radicaciones e intentos de radicaciones, hoy vemos cómo repentinamente
se empezó a superpoblar todo ese sector que uno desea proteger".
Un tema a resolver es la cuestión legal, es decir,
titularidad de la tierra. Curcio reconoce que "hay quienes han adquirido una
parcela y otros que aprovechando esta suerte de abandono o ausencia, o que no
se conoce quien es el dueño, toman la tierra. Cualquiera de los casos atenta
por igual contra el espacio natural, nuestras sierras, la flora, la fauna y el
curso de las aguas que escurren por la sierra".
Para tomar la decisión política el gobierno local se barrica
tras un marco normativo conformado por el Plan de Desarrollo Territorial, el
decreto ley 8912/77 y hasta la Constitución Nacional y los tratados
internacionales de rango constitucional que mencionan la protección del medio
ambiente natural. Puntualmente se debe tomar en consideración que son espacios
únicos por su belleza y biodiversidad y en los que, si se produce alguna
contaminación, es muy difícil volver atrás.
¿Un barrio o un
parque público?
El funcionario explica los alcances del Proyecto de
Ordenanza. "Cuando algo se declara de utilidad pública significa que es para el
bien común, para toda la comunidad, esto alcanza a todas las parcelas que estén
dentro de la chacra, es decir todas las tierras de Tandil Inversora o, lo que
sería equivalente, todo lo que llamamos Villa del Lago".
Aprobada la norma se abriría la posibilidad de que el Estado
municipal adquiera esas tierras. Las posibilidades de adquisición por el Estado
son la compra en el caso que el propietario está de acuerdo (avenimiento); la permuta por otra parcela; una donación
porque el propietario no tiene interés en la tierra, porque quiere hacer un
aporte a la comunidad, porque el valor de los impuestos no lo justifica o una
combinación de todo lo anterior. La última vía es la expropiación según el
valor de la tierra de acuerdo a tasación fiscal.
En cuanto a la titularidad de las parcelas "es difícil saber
a quién dirigirse, la quiebra de Tandil Inversora es un caso complejo de muchos
años atrás".
Varios lotes fueron subastados, de estos se conocen algunos
dueños, pero otros no. Y hay parcelas que están a nombre de la empresa
original.
"Tenemos identificados a algunos, sobre todos a quienes se
han ido presentando con la intención de construir", admite el secretario. Y
avisa: "Lo que busca la ordenanza es que todo propietario o quien está por
adquirir sepa que está sujeto al interés público y que en algún momento esa
tierra va a ser adquirida por el Municipio".
Tiempo de definiciones
El 9 de diciembre, un día antes de dejar el cargo de
Secretario de Planeamiento y Obras Públicas que ocupó durante cuatro años, el
arquitecto Roberto Guadagna recibió a El Diario de Tandil para dar precisiones
sobre el tema, que deberá resolverse ya con nuevas autoridades pero que fue
motivo de desvelo durante su gestión.
Estos temas surgen habitualmente y se mantienen vivos en la
agenda de los medios de comunicación por la gran tarea de vigilancia del medio
ambiente que lleva adelante la Asamblea por la Preservación de las Sierras.
El grupo, además de vigilar y denunciar públicamente, exige
a las autoridades políticas que tomen decisiones urgentes. Aunque los tiempos
de la política son otros, Guadagna reconoce que el tema estaba en estudio desde
hacía mucho tiempo. "A veces parece que es muy fácil pero hay que pensar qué
viene después de cada decisión que uno toma. En Villa del Lago todos tienen
algún nivel de legitimación, son unos loteos que fueron declarados urbanizados
alrededor de 1967 y que constituyen unas 230 parcelas de terrenos con
dimensiones de lotes urbanos, de unos 12 metros por 25, eso constituye una
potencialidad de ocupación a escala de ciudad constituida, pero eso ocurriría
en medio del paisaje. Luego vienen las leyes posteriores al loteo, Ley de
Ordenamiento Territorial y uso de Suelo 8912 del año 1977 sobre la que se
ajusta y descansa el Plan de Desarrollo Territorial, que es una adecuación de
esa ley al Partido de Tandil. Luego la Ley de Paisaje Protegido y entre ambas
dicen lo que se puede como máximo. Por un lado se permite una vivienda por lote
con determinadas características de uso y ocupación de suelo y por otro, no se
permite construir absolutamente nada para proteger el ambiente, la flora y la
fauna del paisaje serrano. Entre esas dos normativas tenemos que adecuarnos y
avanzar en lo que nos pidió el intendente. En ese marco llegamos a esta
suspensión temporaria de 180 días para que las áreas de gobierno elaboren un
proyecto definitivo para el futuro de esa área".
En este punto entran las definiciones sobre las ocupaciones
que ya están en marcha y que se pueden sintetizar así:
Los expedientes de obra presentados en tiempo y forma,
convalidados por la autoridad municipal, siguen su curso. Todo lo demás se
frena.
Precisamente lo que disparó la preocupación y el control
ciudadano se originó en una construcción que está aprobada pero una vez
ejecutada no condice con la documentación técnica presentada. "Construyeron más
de lo aprobado y empezó a destacarse, a verse, a romper la monotonía del
paisaje", dice el arquitecto. Esa obra hoy está frenada por orden de la
justicia de faltas y su propietario debe adecuarla a la autorización que le
dieron originalmente.
Posteriores visitas de inspección al área detectaron una
aceleración en la ocupación de parcelas, algunas con autorización de planos y
otras no.
El ex funcionario pide no perder de vista "en términos de
derecho que quienes tienen titularidad de dominio están en cierta medida
protegidos porque las leyes no son retroactivas, es decir que el marco legal es
hacia adelante".
Entonces para las casas antiguas la medida no innovará,
tampoco sobre obras -en marcha o no- que respeten planos aprobados. Todos los
demás supuestos encuadran en el marco de la nueva ordenanza que, se estima,
será aprobada en breve y declarará el resto de los terrenos sujetos a
expropiación.
Remarca Guadagna: "Mi rol fue marcar las dificultades que
presenta la topografía y desde el punto de vista del urbanismo lo que significa
desarrollar suelo urbano en plena sierra. Es un tema que años atrás se veía de
una forma y hoy, porque la sociedad va evolucionando en su pensamiento y sus
deseos, se impone la idea de la preservación.
Curcio, por su lado, cifra altas expectativas en el hecho de
declarar de interés público las parcelas de Tandil Inversora. "Eso nos habilita
a sentarnos con quienes van adquiriendo parcelas, eventualmente con el síndico
de la quiebra y nos da otras herramientas para tratar con quienes estén
ocupando esas tierras".
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