"El pasado domingo 15, conmocionó a la sociedad la lamentable noticia de un nuevo femicidio en nuestra ciudad. Este hecho, de profunda gravedad, se suma a otros episodios de violencia ocurridos ese mismo día, entre ellos, ataques hacia dos mujeres en la vía pública.

Las estadísticas de femicidios en la ciudad son alarmantes: en los últimos 17 meses, se han registrado tres casos, rompiendo con una frecuencia promedio de siete años entre cada femicidio. Este cambio no puede ser tomado a la ligera ni normalizado, ya que revela una crisis social que requiere una respuesta inmediata y contundente.

Además, vemos con profunda preocupación cómo algunos sectores mediáticos vuelven a recurrir a prácticas que revictimizan, exponiendo información que no aporta a un proceso de justicia reparador. Este tratamiento irresponsable no solo afecta la memoria de las víctimas, sino que profundiza el dolor de familiares y allegados, que atraviesan un proceso de duelo complejo e irreparable. Insistimos en la necesidad de un abordaje mediático ético, responsable y comprometido con los valores de justicia y reparación.

En este escenario, es fundamental fortalecer los espacios de capacitación, contención y asistencia, tanto para las víctimas como para sus entornos, promoviendo una cultura de cuidado colectivo que enfrente las violencias desde la raíz.

Exigimos una investigación con perspectiva de género, que evite sesgos machistas y prejuicios sobre las características personales de las víctimas o los victimarios. Ninguna situación, bajo ninguna circunstancia, puede justificar un femicidio.

Instamos a la sociedad a sumarse a este pedido y a rechazar de manera activa los discursos prejuiciosos y malintencionados que perpetúan la violencia simbólica.

La justicia no será plena sin un Estado presente. Necesitamos un Estado que no niegue la violencia por motivos de género sino más bien reconozca y priorice la lucha contra la misma. Rechazamos enérgicamente el desfinanciamiento de los programas de atención integral y emergencia, esenciales para prevenir y atender las violencias. En este sentido, también es fundamental señalar que los discursos de odio provenientes de los espacios de poder no hacen más que incrementar las desigualdades y exacerbar la violencia social.

Hoy más que nunca, es imprescindible fortalecer la educación con perspectiva de género en todos los niveles y trabajar en la construcción de redes de apoyo y cuidado que nos permitan, como sociedad, enfrentar la violencia desde su origen. Solo con un compromiso colectivo y decidido será posible avanzar hacia una realidad en la que vivir libres de violencias sea un derecho garantizado para todas las personas".