23 de octubre de 2017
Ese conjunto de hojas encuadernadas
con tapas, abrigando textos, dibujos, fórmulas o fotos, desde el Siglo XIII
viene provocando revoluciones. Desde los manuscritos en caligrafía gótica y
llenos de filigranas, cuyas regulaciones transformaron a muchas piezas en joyas
incunables, hasta que a mitad del 1500 una máquina -casi primitiva- llamada
imprenta, le quita el aura mágica para hacerlo accesible, poderoso, popular,
infinito.. el libro jamás fue inocente. Con el siglo XXI
llegó una nueva amenaza - tecnológica- que emerge vociferando ¡LLEGÓ EL FIN DEL LIBRO! Esta vez, lo
veremos caer.
Pero ni Françoise Benhamou -erudita académica francesa- ni el ensayista y
editor Gabriele Frasca - un rudo
italiano escritor, editor y crítico literario- opinan que el libro desaparecerá.
Bibliotecas y escritores tandilenses aseguran que seguirá vivito y coleando.
EN EL LUGAR DE MI
INFANCIA
Crecí con Emilio
Salgari y sus piratas más villanos y atrevidos que Johnny Deep, di mi vuelta al mundo con Julio Verne y lo acompañé en interminables viajes por océanos,
islas remotas y volcanes al centro de la tierra. Los crímenes resueltos por Agatha Christie, los amores de Corín Tellado alternaron con Nibelungos y
Walkirias. Anna Karenina junto a La Guerra y la Paz me descubrieron la historia
y cultura rusa entes del colegio. En mi casa de Alberdi al 300, los libros
tenían su lugar especial que no era poco, la enciclopedia SALVAT y el ATLAS DE
SOPENA ocupaban los estantes más altos, la historia tenía apellido: Astolfi, y la geografía era DINAMICA.
Allí se acomodaban sin molestarse los clásicos del Siglo de
Oro Español - gracias Paco Serrano-
y algunas atrevidas incursiones que María
Inés Alonso despertaba con los sudamericanos: Arlt, Cortázar y Borges. Con
ella descubrí a Girondo y fue ella quien me alentó a Shakespeare y al Dante, a
Proust y Hesse. La Biblioteca Rivadavia era un templo sagrado y misterioso que
oficiaba de preludio a las ferias dominicales que Antonino Pellitero hacía en
Alem -frente a los bomberos- justo después de la misa de 11, donde 3 libros
costaban 10$.
Personalmente no concibo mi propia evolución sin los libros.
Los acumulé toda mi vida, rayados, marcados, con tiritas y papelitos
enganchados. Son ese trozo de existencia que -tal vez- deje como legado de
máximo valor. Porque ellos tienen casa: estantes especiales hasta el techo, y
resigné un cuarto para "mi estudio", ya sé que no es lo frecuente. Hoy las
viviendas se ajustan, los metros cuadrados apretan a los habitantes. Los
lugares de trabajo se limitan a un breve escritorio para la notebook, una
impresora, algunas cajas para los papeles y dos estantes para diez carpetas en
uso. Eso es todo.
¿Dónde han ido a vivir los libros?
Desarmar la casa paterna al llegar nuestra orfandad, o la
nuestra propia en la última mudanza, sacuden el mundo de esos libros que se
meten en una valija con rumbo incierto. Los matamos cuando están en su plena
juventud, porque un libro valioso debería llegar a cumplir -mínimo- cien años.
Los nuevos soportes digitales, leer online, descargar en PDF
cientos de títulos, la novedad del audiolibro
- recomendado y en recuadro aparte- auspician grandes cambios.
No hay a la vista bomberos que a 461 grados (escala
Fahrenheit) los quemen? sólo hay nuevos modos de acercarse a un libro. Ellos se
guardan en un pendrive con formato JPG, en la nube, en el DRIVE, en Youtube, en
iTunes o en un dispositivo llamado Playaway donde como MP3 te leen al oído.
Cuando decimos e-Book: e de
electrónico, book, libro en inglés.
Pero aun así hay miles, millones que habitan los rincones
más variados.
ELLA DICE QUE VIVIRÁN
Además de haber ejercido como profesora en Sorbona I y XIII,
es consultora de varias editoriales, crítica y columnista, Françoise Benhamou desarrolló su experiencia en lo que hoy se llama
Economía Cultural. En un capitalismo
global responsable de decidir cada política en la vida de los humanos, la
cultura no es diferente. Para Françoise: "entender cómo funcionan las industrias
culturales sirve para proponer y promover programas que obtengan resultados más
generosos y oportunos que los pensados únicamente como negocios. Si bien las editoriales recortan cada vez más las
exigencias, no es cierto que los e-Books sean el negocio venidero, al inicio se
leyó como una amenaza que sacudiría el
mercado del libro - similar a lo ocurrido con la música o los productos
audiovisuales en cine, TV u ofertas a demanda- pero por ahora el libro resiste
a los cambios en la distribución de la renta, a las transformaciones en la cadena de producción y los hábitos de
consumo. Bien cierto que hay nuevos actores como Amazon, Google y hasta sitios
web donde los autores recaudan dinero en primera instancia, para luego publicar en forma tradicional. Las industrias
culturales deben acomodarse a estas nuevas pautas".
Entender que cuando damos
nuestros datos para bajar gratis un contenido por Internet, el negocio lo
hace quien vende el pack de la información y no es ni la editorial ni el autor
quien recauda, son los operadores de telecomunicaciones u otros actores
periféricos, llamados over the top. Sabiendo
qué leemos, el "mercado" identifica qué nos gustaría consumir: música, ropa,
perfumes, viajes, nuestro talón de Aquiles para atacar.
Para Benhamou: "debe diferenciarse Europa y EEUU de Asia.
Donde hay poder adquisitivo, el libro tradicional sigue siendo valioso, van en
alza los de arte, fotografías, viajes y las ediciones especiales, hasta como
regalos empresariales donde es muestra
de buen gusto. Son varias las condiciones necesarias para que un consumidor se
adapte al e-book. Por el lado de la demanda, los lectores deben estar
preparados para estos nuevos usos. Por el lado de la oferta, se requiere de un
catálogo variado, legible y de fácil acceso, precios aceptables para el
consumidor, dispositivos fácilmente manipulables, disponibilidad de formatos compatibles
y una compra simple y segura"
En 2014, esta francesa que estudia expresamente el vínculo
entre el libro y el negocio editorial, publicó "El libro en la era digital". ¿Cómo será el libro del futuro?: "Híbrido,
dado que la innovación disruptiva de los teléfonos inteligentes ha roto la
lógica económica en muchos aspectos de la vida - no sólo las relaciones
sociales- sino también ha variado los procesos cognitivos. Estamos frente a una
revolución industrial y del conocimiento, y esto me lleva a pensar que los
libros saldrán en dos versiones, primero en digital y según cómo lo acepte y reaccione el mercado? se
imprimirán. No todos saldrán indemnes, algunos actores de la cadena del libro
desaparecerán. Pero no el libro, que es en definitiva un objeto de deseo,
cultura y evolución"
El inefable Bradbury
Entre los cientos de publicaciones de Ray
Bradbury, padre del género fantástico, de la ciencia ficción (Crónicas
Marcianas, El Hombre ilustrado, El sonido del trueno), allá por 1953 escribe su
única novela distópica, un estilo
literario particularmente premonitorio sin universos concretos, países sin
mayores datos y fechas sin certezas donde ocurren hechos sorprendentes,
proyectados siempre al futuro? ese lugar donde- asistido por el concurso de los
años- adquieren verosimilitud. Al frente de esta movida sorprendente están
George Orwell (1984- Rebelión en la Granja), Isaac Asimov (Yo, robot- El hombre
bicentenario), Aldous Huxley (Un mundo feliz), Anthony Burgess (La naranja
mecánica), José Saramago (Ensayo sobre la lucidez- Ensayo sobre la ceguera- Las
intermitencias de la muerte- La caverna).
Con la publicación de Fahrenheit 451, Bradbury provoca imaginando la concreción de un
mundo esclavo que debía hacer desaparecer los libros porque eran germen de
libertad. Diría el autor: "En mis obras no he tratado de hacer
predicciones acerca del futuro, sino avisos. Es curioso, en mi país cada vez
que surgía un problema de censura salía a relucir como paradigma de la libertad
mi libro Fahrenheit 451. Hay que tener mucho cuidado?con quien te intenta decir
lo que tienes que leer y lo que no".?
En Fahrenheit
451, los libros debían quemarse y quienes los escondían, eran denunciados y
castigados. Los bomberos tiraban a las hogeras miles de ejemplares, mientras
los amantes de la literatura eran "rebeldes" que construían paredes dobles para
preservarlos. Hasta llegar a aprenderse de memoria una obra completa para
evitar el olvido y mantener la libertad.
A la temperatura de 451° Fahrenheit el papel
entra en combustión, algo así como 233° Celsius, que es nuestra escala de medida
habitual, de allí deriva el título.
Para el autor, el armado del plan - se
supone de un estado absolutista y dictatorial- limitaba la libertad de pensar y
reducía a los humanos a una condición fácil de manipular y conducir. Un
extracto vale para señalar la importancia de una obra literaria que a mitad del
siglo pasado, generó conciencia sobre el valor de la literatura:
"Se abreviaron los años de estudio, se relajó la
disciplina, se dejó de lado la historia, la filosofía y el lenguaje. Las letras
y la gramática fueron abandonadas, poco a poco, poco a poco, hasta que se las
olvidó por completo. La vida es lo inmediato, sólo el trabajo importa, y
divertirse después del trabajo. ¿Por qué aprender algo salvo apretar botones,
insertar llaves, ajustar tornillos y tuercas?"
SUBIENDO LA CUESTA
Al 400 de Quintana, un local rosado auspicia libertad y la
mesa afuera con libros apilados interrumpe la vereda donde chicos -mochila al
hombro- revisan y comentan. El cartel dice LLevame!
(no lo devuelvas). Es la Biblioteca
Popular Domingo F. Sarmiento, donde
me esperan Eliana Monferrere y Braian
Urbano.
Un pizarrón anuncia talleres de idiomas (italiano, ingles,
lenguaje de señas), de bordado mexicano, mosaiquismo, guitarra, ajedrez y apoyo
escolar. Hay una referencia para consultar en Facebook: Biblioteca Popular
Sarmiento de Villa Italia @bibiotecaVillaItalia
La sonrisa de Elina
Monferrere tiene el color del barrio y el amor de la "villa". No es tan
grande el local, pero la actividad que desarrolla se presiente. De 10 a 12 y de
17 a 21, con apoyo escolar que las madres agradecen, suman un mix de edades
enriquecedoras. La mesa de la vereda ahora está casi vacía, y sale a llenarla
otra vez: "los libros siempre consiguen dueños nuevos, son como las mascotas
perdidas, alguien los cobija cada vez que quedan solitos"
Para Elina, recibir cantidad de libros cada día, no es
nuevo: "la gente trae libros con muchas historias, me mudé y no tengo lugar,
eran de mis padres, los dejó mi tía en una enorme biblioteca, son libros
viejos?no se si serviran, estos ya los leí y tal vez me pueda
llevar algún otro que me entusiasme? es infinito porque es como un enorme
círculo. Aquí los recibimos, y los soltamos, hay que soltar a los libros para
que ellos vuelen, tienen alas? La mesa
afuera es solo un descanso para que encuentren otros ojos que los lean, otras
manos que toquen sus páginas"
El vicepresidente de la Biblioteca Popular Sarmiento es un
muchacho grandote físicamente y gigante desde su razonamiento, para Braian Urbano el libro siempre fue
revolucionario, aún si es un libro de cuentos, porque "un libro te hace pensar, abre
ventanas a nuevos mundos. Por eso la ferias de libros - que aplaudo con
entusiasmo- y los cafés con libros a la mano, existen donde hay mediadores culturales.
No solo en Yenny en Bs.As., aquí también, y la calidad es idéntica. La idea del
bibliomóvil que llega a los barrios o la ruralidad con material para primaria o
nuestro programa "Abriendo lecturas" para secundaria con profes de lengua son
aportes increíbles. La novedad es un programa que llamamos "lectubers" como
parte de la innovación". El programa "lectubers" se basa en videos que
los chicos hacen con su celular, presentando libros con sus reseñas y sus
consejos. Son creativos, se toman mucho trabajo para editar y le colocan
música, hacen coreografías, crean nuevas formas de seducir a nuevos lectores,
sumando muchos LIKES. Tienen
seguidores que a su vez comentan luego de la lectura. Es un movimiento activo,
paralelo al mundo clásico que nos convive. Braian asegura que "la
sociedad civil requiere individuos comprometidos para oficiar de mediadores
culturales, no cambiamos una generación si no mostramos con ejemplos como
deberían expresarse, como pueden acceder a contenidos fácilmente. Las
editoriales publican lo que les conviene económicamente, pero hay infinidad de acciones que una sociedad
puede hacer para mejorar el nivel cultural de los jóvenes".
Esto ocurre aquí, en la cuesta de Quintana en Villa Italia.
Con sueños para completar, hay doce PC que donó Techint, y aún espera la
concreción de la losa para un primer piso con un SUM, nuevas salas de lectura,
sanitarios y sala de proyecciones. ¿Cuánto costaría?: 1,2 millones de pesos. "El
libro jamás va a desaparecer, porque el cambio lo hace el "sujeto lector"
cuando le presentamos formas interesantes para descubrir nuevos universos. Hoy
no resulta fácil encontrar gente que hable una hora de literatura, de libros,
de aventuras salidas de textos clásicos, por tanto? tampoco es fácil encontrar
buenos lectores. Esa falta atrasa los procesos que en este siglo XXI deberían
tener valores superiores. Hoy para llegar a los jóvenes, las editoriales
generan "booktubers" - obviamente pagos- que trabajan para instalar en el mundo
virtual el consumo de ciertos productos editoriales. Aquí creamos los
"lectubers", no cambiamos el mercado editorial?pero movemos el barrio,
estimulamos los chicos que se acercan, porque esta es una BIBLIOTECA POPULAR un
signo que jamás debemos olvidar"
BIBLIOTECA CENTRAL UNICEN: algo más que majestuosa
Antes de entrar al Campus se ve la
torre y la cúpula. Son 3.400 m2, en dos plantas, cuyo 1° piso es incompleto
porque permite ver el área central de la planta baja. La cúpula vidriada inunda
de luz natural. Hay un ingreso para devolución y retiro de libros o de
solicitud de teclados y mouse para uso de alguna PC del SUM.
Sorprende que los libros estén al
alcance de los alumnos, con códigos y colores en sus lomos y en sus estanterías
numeradas, este acceso es posible porque hay muchos pilares digitales con
pantalla táctil donde se consultan autores, títulos, temas y con los códigos,
cada alumno retira de la estantería lo que necesita. Nada más lejos de una mole
cementicia, aquí nada comprime, la fluidez y la blancura generan el hábitat
para conceptos modernos de integración en medio de la naturaleza. Menudo
privilegio.
Mochilas, mates y termos se apoyan por todas partes. Hay
varios dispenser de agua fría y caliente, hay tachos prolijísimos para papeles
y otros especiales para tirar la yerba. No
hay un papel ni blister ni basura alguna en el piso que brilla a pesar del alto
tránsito. Tampoco grafitis ni mobiliario rayado o pintado.
En la Biblioteca no
hay fotocopiadora, en todo caso, se retira el libro y luego se devuelve.
Requiere el carnet de estudiante y puede hacerse por una noche, tres días, un
fin de semana, según la característica y la demanda del material.
La primera sorpresa, luego de un rato, es que no hay silencio absoluto, pero no es un
bullicio molesto. Hay un ámbito de vida activa, de libertad que -honestamente-
envidio no haber vivido.
La amabilidad de María
Eugenia Lhomy y Andrea Manazzoni trasunta
el amor al espacio y el orgullo que les representa acompañarme en recorrida por
esta maravilla.
Vamos escaleras arriba -hay ascensor- para confirmar que el
verde entra por todos los paneles de vidrio, hasta un cartel que reza LECTURA SILENCIOSA, sitios recatados
para la concentración profunda.
El giro por el 2° piso nos lleva a los gabinetes de
profesores que -mate mediante- debaten temarios y activan contenidos. Y los
estudiantes, cuando necesitan trabajar en equipo y concentrados, usan un box
donde se sienten como en casa, hasta se quitan las zapatillas.
Todo el sistema informático que regula las actividades
relacionadas con la web y la biblioteca se maneja desde el CENTRO DE DATOS Y
COMUNICACIONES. Ingenieros en Sistemas llevando los hilos de un método que
funciona.
Mi encuentro con Susana Solimanto nos retrotrae al
pasado. Me sugiere que pase un rato en el SUM: "vos captarás el ambiente"
Allá vamos. Un primer plano de un
termo me auspicia el clima. Es un punto de encuentro, natural, propicio,
luminoso, con el verde que se mete por los enormes cristales. Pares entre pares
con objetivos comunes -o similares- el de laurearse.
En tres mesas contiguas, una PC y
dos futuros veterinarios se relacionan con tres alumnos de económicas, un varón
y tres mujeres.
Hablamos de los libros, y de mi
visita. Ellos abandonan el celular por los casi 40 minutos que duró la charla. ¿Que leen fuera
del estudio? Surgió una anécdota narrada por una de las chicas: "Yo
tuve una profe de literatura genial, y descubrí
autores que me modificaron, pero le temía a los libros grandes, hasta
que un día mi hermanita más chica de 9 años estaba en un rincón apasionada con
un libraco enorme. Era Harry Potter y la Orden del Fénix?casi 900 páginas! No
lo podía creer, y yo me quejaba por tener que hacer un trabajo con 250 páginas
de una novela. Creo que ahí nomás me replantee mis miedos". Aproveché
para elogiar a la Rowling, que desde una novela fantástica en una zaga de 8
tomos, en este siglo XXI excitó la literatura infantil derribando el mito del
libraco en los niños. Uno de los chicos, egresado del Martín Rodríguez acotó: "Yo
tengo una agradecimiento a una profe de literatura que me enseñó a leer?si, ME
ENSEÑO A LEER UN LIBRO y a partir de ahí descubrí que un libro no es una
obligación, es un placer, como hacer un viaje lindo"
Una morocha ocurrente mencionó que
antes de ver la película leyó las 50
sombras de Grey y no le resultó ni siquiera fuerte, expresó que ella
esperaba "otra cosa". Mi comentario fue conciso: chicos?literatura erótica de
veras es "Lolita" de Nabocov, las
novelas de Henry Miller "Trópico de
cáncer" y "Trópico de Capricornio",
si quieren algo mucho más original y bien escrito: "Venus in furs" (la Venus de las pieles) del austríaco Leopold von
Sacher-Masoch, escrita como los dioses en 1870. Piensen que de ahí viene el
término "masoquismo". El autor vivió
la experiencia, le regaló su fortuna a esta bellísima y astuta mujer y se sometió a que lo llevara desnudo y
atado con una cadena, habiendo firmado para ello un contrato, si, un contrato
humillante!. Es un encuadre impresionante del amo y el esclavo, no es un género
menor si está bien escrito.
Pensaba seguir pero me sorprendió
ver que dos tomaban nota del título y autor?: "Esa Lolita de quién es, y es
también vieja?" Respondí, no
tanto como la Venus de Sacher, Lolita es de 1950 por ahí
Confirmar que un libro es algo más que letras organizadas no
deja de ser una revelación en mi vida, algo que me ocurre cada vez que desarmo
el tema de libros y lectura. En la
charla espontánea, hablamos también de los guiones de las películas más
famosas, de la importancia de las palabras y de los horrores al escribir por
WhatSapp.
Terminamos riendo y despidiéndonos con un beso.
Al salir de la Biblioteca Central me sentí con una cierta
levedad, esa magia que emerge de algunos lugares y se imprime en el alma. Me
prometí volver para leer un rato en ese ámbito formalmente descontracturado. Es
una bendición tener una Universidad como "la nuestra".
Esta foto la tomé al irme, porque la partida -para mi- fue
más impresionante que la llegada.
DE GUTEMBERG a INTERNET
La conferencia de mi adorado Umberto Eco, se repetía en Torino,
corría enero de 1997 y la casualidad me colocaba en el camino. Busqué comprar
otro ejemplar de mi favorito "La Estrategia de la Ilusión", sabiendo que en
Piamonte las librerías se amontonan en las áreas centrales y la conferencia era
en el Palazzo Madama -antigua
residencia de los Saboya en Piazza Castello-, me lancé de corrida hasta la
mítica Mondatori Bookstore donde me
dí el gusto, para regresar libro en mano. Rogando por una dedicatoria conocí al
moderador: Gabriele Frasca.
No es tan común que una argentina
asista y requiera un autógrafo a 12 mil Km. de su origen. Frasca aún hoy sigue con un pie en el negocio editorial y otro en
la literatura y la crítica. Innovador, defensor de la tecnología sin perder su
clasicismo, hemos mantenido el contacto por 20 años con intercambios sobre
publicaciones y papers. Esta vez, intentamos una conferencia vía SKYPE, las
redes serranas fracasaron por la mala calidad y terminamos por teléfono:
¿Gabriele, el libro desaparecerá? "decididamente NO, pero el avance de los
formatos digitales no se detendrá, al revés, se volverá más atractivo, no me
preguntes cómo ni con qué nos sorprenderá, pero auguro que surgirán soportes
fascinantes. Pienso que pocas ediciones pasarán a la impresión tradicional,
serán de impecable factura y con tiradas reducidas. Eso también garantizará su
guarda y su conservación. ¿o tu guardas cualquier cosa? Pues no! Solo cuidas y
conservas lo que posee valor. En poco tiempo estaremos asistiendo al final del
papel con el concepto actual. Es verdad que sin el papel no tendríamos ni el
Decameron ni la Divina Comedia, pero hoy todos nosotros escribimos en computadoras,
corregimos on-line y revisamos a distancia. Me imagino una delicadeza como la
del papel biblos en el Egipto antiguo, con tapas de calidad, formatos y
diagramación cuidadosos, pequeñas joyas impresas que serán más que un libro,
ocurrirá probablemente lo que desplazó la imprenta en su inicio: la pérdida de
los manuscritos medievales cuyas regulaciones artísticas hoy sería absurdo
reproducir. El papel se reducirá a revistas y folletos de escaso valor
literario o artístico, llegó la hora de Amazon, ese líder de logística digital
que entrega en pocos segundos un libro completo a cualquier dispositivo"
Para Frasca los monopolios
editoriales están destinados a desaparecer, pagaremos centavos por un contenido
electrónico, por tanto la calidad no accederá al papel. Este incansable crítico
busca-talentos cree que será bueno, porque "los escritores verdaderos, tendrán que
volver a ESCRIBIR EN SERIO, como cualquier trabajador, si desean llegar a
publicar en papel? porque la literatura es arte, y el arte es un compromiso
civil, no una profesión"
¡A presto Gabriele, e ti ringrazio
molto!
AUDIOLIBROS:
un cálido susurro
Un audiolibro no es nada novedoso, por años
hemos aportado nuestro tiempo y voz
grabando textos para ciegos. Pero las nuevas tecnologías han acelerado y
simplificado la forma de acceder a libros leídos. Seleccionar idioma, o tipo de acento y pronunciación,
alojarlos en un pequeño dispositivo o conectarnos on-line vía celular usando
auriculares, también podemos llevarlos en un pendrive que colocamos en el auto
y nos acompaña el recorrido? es una forma de lectura muy interesante.
No leemos, NOS ESTÁN LEYENDO.
Ni siquiera es necesario saber leer, porque
un audiolibro te cuenta la historia para que sólo tengas que escuchar,
relajarte y dejarte llevar.Es un libro que se escucha.
Sólo requiere un dispositivo para reproducir
MP3 o un pequeño Ipod - hay de
varios tipos- con auriculares si queremos aislarnos del resto del mundo y las
ganas de transitar aventuras desconocidas sin abrir siquiera los ojos, ni dar
vuelta una hoja o ponernos anteojos. Podemos
escuchar mientras hacemos tareas en el hogar o gimnasia.
Se pueden bajar libros completos de varios
portales gratuitos, o comprar un dispositivo ya cargado con los libros que
seleccionemos, y pueden cargar más de 60 horas de lectura. Es una bella forma
de reeditar la cultura de la fogata y el contador de cuentos, o el guerrero que
regresa con sus aventuras de batallas. Es la voz que de niños nos hacía dormir,
ese "contame un cuento" que podemos
reeditar de forma profesional, porque las voces son locutores y actores que en
los diálogos interactúan entre voces masculinas y femeninas, donde los
personajes ajustan sus tonos según las descripciones del autor.
Aquí dejo algunos sitios gratis: para
escuchar audiolibros on line: www.ivoox.com
Para bajar y guardar en un dispositivo: www.amazon.es
tiene variedad de títulos en español y la mitad son gratuitos y permite
bajar la App Kindle for Android
gratis y funciona.
Este link te lleva a un sitio maravilloso: https://www.planetadelibros.com/seleccion-editorial/audiolibros/69. Otra aventura es comprar
un iPod y cargarlo?un regalo fantástico para los más chicos y los mayores.
ELLA ESCRIBE SOLA
Patricia Ratto es
nuestra, ya pisó otros territorios y se la reconoce como tal porque su valía lo
amerita.
Su última producción FAUNAS, está recibiendo elogios de
críticos severos y recomendaciones que Flavia Pitella -mañanas en Radio Mitre-
nunca regala a nadie.
La charla deriva en mi visita a la Biblioteca de UNICEN, y
coincide que salvo las más tradicionales bibliotecas europeas, han dejado de ser un lugar sagrado donde
habitan los libros. Me conmueve su relato de una lancha que por los
vericuetos del Delta, parte desde Tigre llena de libros que va dejando en cada
parada, mientras recoge los del viaje anterior: "Sin energía, sin Internet, tal
vez gracias que tengan un celular, los chicos se llevan los libros como
tesoros? y se me ocurre que ese dúo lector-libro constituye un binomio aislado
que resulta irrepetible. Por eso creo en el libro tradicional. Un lector
también tiene que ver con la edad, en un formato digital no das vuelta la
página y agrandas la letra tanto como necesites, eso también es importante
sobre todo a cierta edad. Los adolescentes requieren estímulos fuertes, y
consumen en formatos dinámicos, versátiles. No tienen miedo, solo buscan la
sacudida por el contenido"
Patricia convive con las editoriales y reflexiona que el
papel - por la proveniencia de la celulosa- será cada vez más caro, salvo que
surja algún elemento sintético que lo sustituya y sea biodegradable.
La charla se extiende a los "portadores del texto", esos
soportes que renuevan día a día su manera de llevar un libro a cualquier
dispositivo: PC, tablet, teléfono, notebook, smartTV: "cuando el portador de texto
cambia, cuando el soporte digital evoluciona, obliga a cambiar al sujeto, lo
somete al desafío de ajustarse. Las editoriales lo saben y son más veloces en
reaccionar las pequeñas que las grandes. Así hay mayores posibilidades de
publicar, hacer el marketing y la prensa con editoriales menos pretenciosas
logrando resultados sorprendentes. Los comités editoriales siguen existiendo,
las distribuidoras también, entiendo que lentamente hay pasos o etapas que van
a mutar, cambiar por líneas más eficientes, todavía hoy todos cobran derechos y
eso penaliza el precio final de una pieza en papel, cuando en verdad el autor
-verdadero creador de la magia- es quien menos se beneficia"
Le llevo el tema hacia la cantidad de personas que quieren
escribir un libro, y hasta contratan alguien para que lo escriba, saliendo
raudales de expresiones de muy baja calidad:
"Plantar un árbol, tener un hijo, escribir un libro? tal vez pasa por
ahí! Imagino que es una cuestión de ego, cuando se es escritor es un TRABAJO,
UNA PROFESIÓN, cuando se encarga la escritura? creo que obedece a otros intereses.
Porque la palabra te desnuda, es difícil esconderse tras ellas -aún si tenemos genios que lo han logrado- pero
el común de los mortales nos identificamos por el lenguaje, que delata edad,
clase social, estudios, ideología. En mis talleres cohabitan todas las edades y
tipologías, la idea es leer como un escritor primero, sino es imposible
escribir. Cuando analizamos cómo algo está escrito, podemos intentar emular
alguna técnica o al menos determinar cual será más cómoda a nuestra expresión.
Cuando la escritura es una necesidad, es que hay un mundo adentro pujando por
salir, y vale intentarlo. Yo hablo de los mundos posibles de cualquier libro,
de ese viaje de aventuras -sea en dibujos, en alguna ciencia, en poemas, en
fotografía- que puede penetrar en otro sujeto y modificarlo, dejarlo pensando,
enseñarle algo, darle calma o divertirlo. Un libro siempre debe ser un viaje"
"Pienso que habrá menos libros de papel circulando y
por otro lado la tecnología nos llevará de inmediato contenidos a otro confín
del planeta, hasta en otro idioma.
No deja de ser una ventaja"
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