18 de enero de 2025
El ajuste en 11,78% que dispuso ARCA, por debajo de la recuperación de los salarios, incorporará a miles de contribuyentes al régimen del impuesto.
En 2025, el número de trabajadores alcanzados
por el Impuesto a las Ganancias se estima aumentará considerablemente. Este
fenómeno, según advierten los especialistas, se debe al crecimiento de los
salarios que ha superado la inflación en los últimos meses, lo que coloca a
muchos empleados en un umbral de ingresos más alto, obligándolos a tributar.
Como resultado, trabajadores que hasta ahora no tenían que abonar este impuesto
podrían comenzar a hacerlo, generando un impacto directo en su poder
adquisitivo.
A partir de enero de 2025, las escalas del
impuesto a las Ganancias se ajustaron 11,78%, según la variación del Índice de
Precios al Consumidor (IPC) entre septiembre y diciembre de 2024. Esto
establece que el mínimo imponible para comenzar a tributar será de $2.280.700
brutos, equivalente a un salario neto de bolsillo de $1.892.937, sin
deducciones por familiares o gastos personales.
Para quienes deduzcan cónyuge y dos hijos
menores de 18 años, el piso de tributación subirá a $3.024.494 brutos
-$2.516.337 neto-. Los trabajadores autónomos también verán ajustes: los ingresos
mensuales promedio para tributar oscilarán entre $1.468.658 y $1.631.843,
dependiendo de la categoría.
Para quienes deduzcan cónyuge y dos hijos
menores de 18 años, el piso de tributación subirá a $3.024.494 brutos
-$2.516.337 neto-
Estas modificaciones podrían incorporar a
miles de trabajadores y autónomos al régimen de Ganancias, aumentando la
presión fiscal sobre un sector que ya enfrenta múltiples cargas impositivas.
"Las autoridades fiscales y económicas deberán seguir de cerca este fenómeno, ya
que el aumento de los contribuyentes podría generar más presión sobre los
ingresos de los trabajadores sin un aumento proporcional de sus ingresos
reales", afirmó Juan Luis Bour, economista jefe y director de FIEL.
Mayor
presión fiscal
Según el contador Sebastián Domínguez, el
aumento de contribuyentes alcanzados por Ganancias responde directamente a la
combinación de aumentos salariales por encima de la inflación y ajustes
insuficientes en las escalas del impuesto.
"La única solución para revertir esta
situación sería una modificación legal a través del Congreso. El Ejecutivo no
puede hacerlo por decreto", explicó. Además, destacó que el Gobierno había
planteado en el pasado la posibilidad de eliminar Ganancias para los empleados,
pero que esto solo sería viable mediante una reforma tributaria integral.
En ese sentido, Domínguez también resaltó que
no es posible evitar el impuesto a través de acuerdos paritarios que incluyan
sumas no remunerativas.
"Por cómo quedó la reforma, todos los
conceptos no remunerativos son gravados por Ganancias. Esto difiere del esquema
anterior, donde se podían incluir conceptos que no pagaban este impuesto",
explicó.
Además, agregó el experto tributarista,
"tampoco es posible aplicar esquemas donde el aguinaldo quede exento del
tributo, una idea que se había propuesto pero que no fue contemplada en las
últimas modificaciones".
No es posible aplicar esquemas donde el
aguinaldo quede exento del tributo, una idea que se había propuesto pero que no
fue contemplada en las últimas modificaciones (Domínguez)
El contador Carlos Schestakow coincidió en que
el fenómeno del aumento de los contribuyentes está ligado al ajuste automático
por IPC combinado con un crecimiento real de los salarios. "Si el IPC está por
debajo del aumento de los salarios, es posible que se sumen nuevos
contribuyentes. Además, quienes ya están alcanzados por Ganancias podrían
saltar de escalón y comenzar a pagar más", detalló.
Según Schestakow, las deducciones disponibles
para los trabajadores de la cuarta categoría no son suficientes para compensar
este aumento. "Sobre el sueldo bruto, se tributa sobre el 83%, ya que se
descuentan jubilación y obra social, pero las demás deducciones tienen un
impacto limitado", puntualizó.
El especialista también subrayó el regreso a
un sistema más estricto respecto de los conceptos gravados. "Lo no
remunerativo, que antes podía ser exento, ahora también es alcanzado por
Ganancias. Esto vuelve a aumentar la carga fiscal sobre los trabajadores",
concluyó Schestakow.
Implicancias
económicas y políticas
El economista Daniel Garro, director de Value
International Group, comentó que este escenario tendrá consecuencias tanto para
el consumo como para la recaudación del Estado. "Si los salarios se recuperan
por encima de la inflación y el mínimo imponible se ajusta por IPC,
matemáticamente más gente pagará Ganancias. Eso significa menos dinero
disponible para el consumo y más ingresos para el fisco", explicó.
Garro también vinculó esta situación con el
contexto político actual. "La sociedad empieza a tomar conciencia del costo de
sostener el Estado, especialmente después de los desequilibrios heredados. Los
gobernadores, que no quieren perder recaudación, ejercen una fuerte presión
para mantener este sistema".
Jorge Colina, economista y director del
Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), sostuvo que el piso de
Ganancias es lo suficientemente alto como para que solo afecte a trabajadores
con altos ingresos y capacidad de consumo. "Hoy Ganancias no está alcanzando a
sectores que nunca antes estuvieron incluidos. Además, con la actualización del
Monotributo y su incorporación al sistema, la situación se ha corregido",
argumentó. Colina descartó un impacto significativo en el consumo general, dado
que el grupo afectado tiene mayor poder adquisitivo.
La recaudación generada por este impuesto no
representa un porcentaje significativo del total, por lo que su impacto fiscal
sería menor al esperado (Colina)
Colina también enfatizó que la recaudación
generada por este impuesto no representa un porcentaje significativo del total,
por lo que su impacto fiscal sería menor al esperado. "Es importante que el
debate se enfoque en las implicancias de largo plazo y no sólo en los efectos
inmediatos sobre los trabajadores", concluyó.
Escalas
progresivas y efectos sobre el salario
Juan Luis Bour subrayó que la presión
tributaria sobre el salario formal aumenta conforme suben los ingresos. "Cuando
los salarios crecen en términos reales y las escalas de Ganancias son
progresivas, el impacto es inevitable. Si el salario sube un 5% real, pero el
impuesto reduce 0,5% de ese aumento, se termina con un crecimiento neto menor",
explicó.
Bour también se refirió a la eliminación de
exenciones que antes permitían reducir la carga fiscal. "Hoy no hay manera de
evitar Ganancias. Todo es taxable. Eso significa que, de aquí en adelante, la
presión fiscal será mayor para los trabajadores formales", concluyó.
Además, el economista alertó que la evolución
de los salarios deberá ser monitoreada mensualmente para evaluar cómo se ajustan
los ingresos reales a esta nueva realidad impositiva.
En su análisis, Bour destacó que el efecto más
visible será para aquellos trabajadores que ingresen por primera vez al
régimen. "El impacto de pasar de no pagar Ganancias a comenzar a hacerlo es
significativo. Aunque sus ingresos netos aumenten, la percepción es que están
perdiendo poder adquisitivo", apuntó.
FUENTE: INFOBAE
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