31 de agosto de 2017
La historia oficial,
que siempre es la del poder, restó entidad a la segunda cuestión.
Aún así, la
hipótesis de un atentado siempre regresa, atravesando con su luz mortecina la
niebla de la historia.
El libro "La
Piedra Viva" de Elías El Hage y Pomy Levy, no escapa a esas versiones y
las aborda ampliamente. Además, ofrece la de Eduardo Ladislao Holmberg según la
cual, la piedra iba a caerse irremediablemente producto de una serie de
cuestiones naturales. La explicación del naturalista excede los alcances de
este artículo, pero se encuentra detallada en el libro citado y en la fuente
original, un artículo del mensuario "Tiempos Tandilenses" titulado
"El secreto de Holmberg".
Esta última
parece la que más se acomoda a lo políticamente correcto. Aceptar que el
símbolo fue atacado obligaría a plantearse los motivos y sabido es que las
revisiones históricas suelen abrir heridas nuevas.
El coleccionista
de objetos sobre la Piedra Movediza, Rodolfo Serra, asegura sin vacilar que la
caída el 29 de febrero del fatídico y bisiesto 1912, fue el corolario de una
lucha de clases. La versión local de lo que ahora llaman coloquialmente
"la grieta".
EL COLECCIONISTA
Dice que un día
descubrió el profundo significado de la identidad. Estaba leyendo al poeta
Rainer Maria Rilke y le impactó eso de que la
infancia es la verdadera patria del hombre.
"Mi infancia fue en Villa Laza, entre
canteristas, donde la Piedra, sin que lo supiéramos, nos iba ganando el pecho
todos los días. Vas creciendo en una cultura diaria del símbolo de una ciudad.
De un lugar único en el mundo. Y un día cualquiera de tu madurez sentís que
aflora; que te nace un amor desconocido. Algo que quienes no tienen o sienten,
lo envidian". Y remata con una pregunta que, a la vez, encierra la
respuesta en su retórica: ¿Acaso cuántas personas se pueden sentir
representadas en el mundo por un símbolo natural tan fuerte?
Serra es consciente
de que su explicación no alcanza. Dice que quizá es porque "muchos no logran dimensionar lo importante
de las formas de vida, especialmente el amor a una comunidad".
Revisa frente a
El Diario de Tandil algunos de los casi 200 artículos que atesora y dice que
"los símbolos empiezan a ser
representativos cuando la comunidad los hace suyo a través de valores que hace
a la identidad de un lugar".
A día de hoy
consiguió recuperar 130 postales de la Piedra, todas ellas fueron circuladas
(enviadas a distintas partes del mundo) antes de la caída de la mole.
Unas cincuenta fueron
expuestas por primera vez en el Museo de Bellas Artes, cuando se organizó el
homenaje del centenario en el año 2012.
La foto que
acompaña esta nota es -a estar del coleccionista- inédita. Dice que dar con
ella "tuvo que ver con un poco de
casualidad y cierto conocimiento de la
historia".
Serra buscaba en
Internet postales de Tandil en Europa y en un sitio de compra y venta descubrió
la imagen. "Al primer golpe de
vista pensé que se trataba de una postal cuya imagen me era desconocida. Cuando
pude enterarme de las características, casi no lo podía creer porque era una
foto de la época a color y no una foto coloreada".
La fotografía
apareció en Escocia, en el condado de Dunbartonshire, donde una casa de antigüedades
había comprado un lote de miles de fotos a un coleccionista. Entre ellas estaba
una imagen del Tigre Hotel y esta de la Movediza.
Acudió entonces a
Abel Alexander -presidente de la Sociedad Iberoamericana de Historia de la Fotografía
y encargado jefe de la Fototeca de la Biblioteca Nacional- para corroborar la legitimidad
y determinar el editor.
Aunque todas las
fotos de la Movediza se parecen, por razones bastante obvias, esta tiene algo
muy particular: el ángulo de la toma. "Es totalmente novedoso para mí. El hecho de haber visto cientos de
imágenes de la Piedra en su cima, me lleva a aventurar que se trata de una toma
totalmente inédita, la que además permite apreciar grafitis no conocidos".
Asegura que
"descubrir una joya de esta naturaleza
tiene que ver casi con una obsesión de coleccionista, porque el tiempo y la
lectura te van dando conocimientos. Y aparte de la historia, también están los
sistemas de comercialización de este tipo de material".
Se refiere a los
comerciantes que viajan regularmente a Europa a comprar lotes de postales,
monedas, estampillas, fotos, papeles varios, documentos y se ocupan de
repatriar esos objetos. "Cuando
llegas a familiarizarte con ellos, se te abre un campo enorme para poder
conseguirlos".
"A LA MOVEDIZA LA TIRARON Y FUE UN ATENTADO"
Parece que la
aseveración es redundante, pero no. Porque una hipótesis señala que el
desbarranque fue producto de la intervención humana pero que, en el fondo, no
querían que cayera sino que buscaban pruebas de su imperceptible oscilación.
Por eso cuentan que, por ejemplo, ponían botellas debajo que, al romperse,
daban certeza de su movimiento.
"Lo que te voy a decir es polémico, pero
también explica la cuestión simbólica" arranca, para agregar enseguida
una valoración sobre la historia oficial: "Después de más de un siglo de instalada una mentira, la frase de
Einstein tiene más vigencia que nunca". Y cita; Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.
Explica que
"desde el mismo 29 de febrero de
1912 quedo instalado el concepto de 'caída' por parte de las autoridades
oficiales del Tandil de entonces. Para poder comprender esto habría que
describir el clima de época. Después de la huelga grande de1908, ésta sirvió
para marcar y abrir en la conciencia de los canteristas -gran parte de ellos de origen anarquista- lo
que hoy está de moda y se le llama grieta".
Refiere a "una grieta social muy violenta y que
engendrara ferocidad en las acciones: de un lado los canteristas y del otro el
aparato patronal y el estado represor. Este marco referencial, no ha sido
explicitado con claridad conceptual sociológica, ni como marco de referencia
para entender la cultura de época".
Valora todo lo
escrito sobre el tema como "anecdótico"
porque "no alcanza a dimensionar el
humor social".
-Pero sobre el tema hay bastante material
-Se han hecho
relatos descriptivos que no trasuntan la cosmovisión que vivían los
protagonistas. Tuve la enorme suerte de entender el alma de la gente de las canteras
y de su amor por los suyos, porque mi vida se formó con ellos. Esto es la
identidad a la que hacía referencia en el comienzo.
-¿Y qué tiene esto que ver con lo del supuesto atentado?
-En aquel
entonces, la Piedra Movediza fue entendida como un símbolo burgués, ya que a
ella la visitaban turistas provenientes de las clases más acomodadas de la
élite argentina y era a la vez regocijo de viajeros internacionales. El turismo
a principios del siglo XX era una costumbre y consecuencia de la clase alta. Por
eso recién ahora se puede llegar a visualizar y comprender el motivo del por
qué la dinamitaron, y por qué el establishment
inventó lo de la caída natural.
-¿Ud. dice para evitar tensiones, guardar una
apariencia?
-Se podría decir
así. Hablar de un atentado, en su momento hubiera significado darles entidad a
los anarquistas que la voltearon. Quienes conocemos la morfología de este tipo
de piedras sabemos de la imposibilidad de su rotura en un tramo tan corto y en
pendiente deslizable como es la ladera sur, la que termina en un piso de
tierra; sumado a ello, los distintos testimonios de la explosión y el humo en
su caída. La propia morfología de las
piedras redondeadas por la erosión le agregan una característica física que les
confiere un refuerzo a su natural dureza. En toda la región donde aparecen
estas bochas geológicas, no se las encuentra partidas naturalmente. Otra prueba
de la descomunal dureza de estas rocas la dan los transportistas de piedra a
las moledoras, donde les estaba absolutamente prohibido traer en sus cargas
este tipo de piedras redondeadas ya que esa forma las hacía más duras, con el
consiguiente perjuicio para las muelas de las trituradoras. Esta morfología les
daba un refuerzo extra que evitaba su molienda.
Ni el mismo acero
reforzado al manganeso lograba evitar la quebradura de las muelas en su lucha
con las piedras redondeadas.
Cualquier físico
puede explicar científicamente cómo se refuerza un material, dándole curvatura.
Para reforzar su
hipótesis -que para él no es teoría sino certeza plena- retoma la cuestión del
testimonio "de la propia esposa del
dueño de la cantera, que al oír la explosión, se asomó a la ventana que daba al
cerro y alcanzó a ver una columna humo que al disiparse, mostraba la
desaparición de la Piedra".
Serra cree que "durante años se usó el tema de la supuesta caída
porque, de lo contrario, debiéramos haber dado una explicación científica de la
verdad y replantear esa falsedad histórica. No interesa esta verdad, porque
traería connotaciones y consecuencias en la construcción de los relatos
actuales".
-¿Y por qué la tiraron?
-Voltear la
piedra fue asestarle un hachazo al corazón del poder burgués, así lo
entendieron los anarquistas que lo hicieron. Así de simple.
OBREROS EXPLOTADOS MACERANDO RENCOR
Antes de la
Huelga Grande de 1908 (duró un año) los patronos pagaban con fichas (plecas).
Estas cuasi monedas sólo tenían valor de compra dentro de la misma proveeduría
de la empresa. O sea: la patronal les pagaba lo que se le antojaba, y luego en
la proveeduría les cobraban de igual manera.
El trabajo era de
sol a sol y los domingos sólo tenían medio día de descanso. Jura Serra que el
descanso dominical no era tal porque "lo
empleaban para realizar trabajos menores de mantenimiento para la cantera".
La gran demanda
de material que ejercía el gobierno nacional para el embellecimiento de Buenos
Aires en vísperas del centenario, para el que tenían prevista la llegada de
monarcas y estadistas especialmente invitados, despertó el sentido de la
oportunidad de los canteristas para ejercer presión sobre la patronal, llevando
a cabo esta huelga feroz, la que habría
de quedar en la memoria de toda la población de Tandil. "Este sería un precedente muy fuerte de la grieta".
Serra cree que en
el libro de Hugo Nario "Los picapedreros" hay fuertes indicios del ocultamiento
que propuso el poder municipal de la época. Apunta que el capítulo "Los años de
la violencia", que comienza en la página 84, "se pasa por alto el tema del conflicto, se come todo el año 1912. A
partir de la página 87 y hasta la 90 desarrolla los acontecimientos del año
1911; en la página 91 salta al año 1913 sin mencionar nada del orden local,
solo haciendo pequeñas referencias a hechos nacionales. Demás está decir que en
todo el resto del libro no hay ninguna mención sobre el derrumbe de la Piedra
Movediza, algo más que caro a la vida de los canteristas, que incluso vivían en
el lugar. Este libro, de alguna forma, y a través de la negación evidente,
reafirma de manera tácita el carácter conflictivo de la ?caída? de la piedra".
El periodista e
historiador local Daniel Pérez no escapa a la pregunta sobre los motivos de la
caída de la Piedra: "El motivo no tiene
certezas y luego de tanto tiempo de ocurrido, como la muerte de Tata Dios, es
arriesgado emitir una opinión seria. La versión que más me satisface es la que
alguna vez esbozó el recordado Dr. Cuevas Acevedo y es que ?se venía cayendo?,
es decir que el eje de equilibrio se fue perdiendo hasta que finalmente se
cayó. Pero esa tampoco deja de ser una hipótesis".
Pero Serra no
duda. Para él la caída fue un atentado de obreros explotados en el marco de una
grieta profunda y ancha entre clases. Y jura que las versiones de una caída
natural fueron alimentadas por el poder. Es lo que podríamos llamar la historia
oficial. Para el coleccionista hay una red de ocultamiento que a partir de 1912
se encolumnó tras la versión del poder. Pero -en sus palabras- "se nota demasiado".
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