El arte del buen vivir no surge espontáneamente teniendo en cuenta el mundo moderno, pero lo que me resulta curioso es que pareciera que todos aprecian y gozan de una mesa bien presentada, y todo ese ritual siempre desata comentarios positivos, pero, aun así, no se logra replicar en los hogares. Y mi interrogante es... ¿Por qué? ¿Será que no termina de estar implementado culturalmente? ¿Será que consideramos que implicará un enorme gasto de tiempo y dinero? Son preguntas que me surgen a la hora de aplicarlo a mi vida cotidiana y la transforman en sensaciones tan especiales que quisiera que cada persona lo experimente, aunque sea una vez.

El aspecto negativo de tener esta óptica, es que uno se encuentra decepcionado más de una vez buscando la experiencia por fuera de casa. Como si esperaras el tren en una estación de micros. Un medio de transporte te lleva, pero no es el esperado.

¿Sabías que la ambientación de un lugar influye en un 60 % de nuestro estado de ánimo? Sí, como leíste. En un 60 %. Esto incluye formas, colores, texturas y aromas. Pensé que, si todos supiéramos este dato, tendríamos más en cuenta el entorno que creamos en nuestros hogares y los empresarios gastronómicos podrían utilizar esta valiosa información para crear un ambiente propicio para los comensales. ¡Qué astuto sería de implementar!

Muchas veces he oído que las personas ni siquiera recuerdan el plato en sí. Todo lo que recuerdan de un lugar es la compañía en caso de haberla tenido, y el ambiente. Por eso enfocarnos sólo en el plato, no suma a la experiencia gastronómica y nos aleja del balance. El balance entre ambientación, servicio y gastronomía. A muchas personas oí decir que volverían a un lugar por la ambientación y el servicio, aun considerando que la propuesta de platos no satisface las expectativas. Entonces... ¿Qué la vuelve especial?

Comienzo por aquí pensando en el mueble por excelencia. Testigo de reuniones, charlas, toma de decisiones importantes, y protagonista de pinturas. Elegida en distintos materiales y colores, pero sin dudas la reina madre de cada ocasión. Sabemos que pasamos más tiempo alrededor de una mesa de cocina o comedor, más que en otra habitación.

Todo se remonta a la época de las cavernas donde se crearon las primeras mesas y fueron modificándose a lo largo de los siglos. Los egipcios revolucionaron los modelos de mesas, dándoles formas de tijera, con pies cruzados. Luego evolucionó en concepto y belleza a través de países como Inglaterra y Francia.

Entonces... ¿Qué importancia tiene para nosotros como ciudadanos el cuidado y ornamentación de la mesa?

Muchas veces es un punto de referencia visual en nuestros hogares y en restaurantes. Podemos aumentar su belleza con distintos materiales y objetos como:

-Mantelería de distintas texturas y colores de acuerdo al ambiente que queremos lograr (procura siempre planchar los manteles y servilletas).

- Arreglos de flores que brindan un ambiente realmente acogedor (muchas veces, recolecto flores silvestres de nuestra ciudad).

- Velas como truco infalible de belleza y ambientación, además de ayudarnos a disminuir los niveles de estrés (Sobre todo las velas aromáticas).

- Cubertería y cristalería, que procuro renovar adquiriéndolas en distintas tiendas de antigüedades de nuestra ciudad.

Aquí te brindo una paleta de colores para que tomes en cuenta lo que transmite cada color y cómo influye en nuestro estado de ánimo.

¡No esperes una ocasión especial... crea tu momento y anímate a vestir tu mesa!