¡GRACIAS DELPO!
01/12/2024
Juan Martín del Potro, 33 meses después de su último partido oficial, tuvo su partido despedida con Novak Djokovich, en una jornada llena de emoción.
Por una tarde, el estadio del Parque Roca
volvió a vivir una fiesta del tenis. Lejos (o no tanto) de aquellos días de
Copa Davis, el Mary Terán de Weiss se vistió de gala para una ocasión especial:
celebrar la carrera de Juan Martín del Potro, 33 meses después de su último
partido oficial, y recibir a una leyenda aún vigente como Novak Djokovic.
Entonces, desde temprano, el predio de Villa Soldati recibió a miles de
espectadores, los entusiastas del tenis, los fanáticos ávidos por despedir a
uno de los mejores jugadores de la historia argentina y disfrutar la magia del
campeón de 24 Grand Slams; rivales algún tiempo atrás, amigos desde siempre. Y
fue una jornada inolvidable, con alegría, risas, y una inevitable pizca de
nostalgia.
La cita más cercana en el Parque Roca había
sido hace un par de años, en noviembre de 2022, con la visita de Rafael Nadal y
Casper Ruud, que incluyó un dobles mixto junto a Gabriela Sabatini y Gisela
Dulko; un poco más atrás en el tiempo, un duelo entre Roger Federer y Alexander
Zverev, en noviembre de 2019. Aquella vez, vale recordarlo, la leyenda suiza,
por entonces con 38 años, iba a tener como rival a Delpo, pero ya el tandilense
empezaba a padecer los efectos de la fractura en la rótula derecha de la que
nunca pudo recuperarse, y no pudo participar; lo reemplazó el alemán, hoy número
2 del mundo y que volverá a Buenos Aires en febrero próximo, esta vez para
jugar por los puntos en el Argentina Open. Mucho más atrás en el tiempo
quedaron los días de Copa Davis: transcurrieron más de once años desde la
última serie jugada allí, en abril de 2013, un 3-2 sobre Francia.
La tarde fresca y las lluvias tempranas
amenazaban con un domingo destemplado, pero la tarde trajo una pizca de sol.
Dentro del estadio, la gente aportó el calor, con 14.000 espectadores rendidos
ante dos leyendas. Acaso no tenga el mismo sabor que verlo jugar un torneo
oficial, pero no abundan tampoco las ocasiones de seguir unos puntos de
Djokovic tan de cerca... y a esta altura de los años, asoma difícil que pueda
regresar por estas tierras en el máximo nivel. Como también era la última
ocasión de escuchar el sonido del trueno en los derechazos de Del Potro. Por
eso, ningún fanático de la raqueta quería perderse esta tarde singular.
Cerca de las 15.45 empezó la acción, a modo de
aperitivo, con un duelo de tie-breaks entre dos de los mejores jugadores
argentinos de la temporada, Sebastián Báez y Francisco Comesaña; fue victoria
para el primero por 8-6 y 7-5. El bonaerense se ganó una ovación con una Gran Willy
ganadora. Hubo tiempo para que el público se divirtiera con las selfies
proyectadas en pantalla gigante, la "kiss cam" habitual en otros espectáculos
deportivos, el infalible pop de los años 80, el chingui chingui de la música
electrónica. Hubo una ovación cuando las pantallas mostraron al exfutbolista
Maximiliano Rodríguez, recordado autor de un golazo contra México en el Mundial
de Alemania 2006; también para Paula Pareto, inolvidable medalla dorada
olímpica en judo. La lista futbolera incluyó, entre otros, a Rolando Schiavi,
Carlos Tevez, Ramiro Funes Mori y Gonzalo Pity Martínez.
El show incluyó algunos puntos jugados por
influencers, animadores, streamers y tenistas, como Nadia Podoroska. Entre el
público se pudo ver a Diego Schwartzman y Mariano Zabaleta. El Peque, que se
despedirá del tour en el próximo Argentina Open, fue muy aplaudido cuando su
imagen apareció en las pantallas.
Glamorosa como siempre, Gabriela Sabatini
también se dio una vuelta por el Parque Roca. No necesitó presentación la mejor
tenista que vio nuestro país para adueñarse de todos los aplausos y la admiración
de todos. Casi de inmediato, una ovación de pie recibió a Djokovic, en su
vuelta a la Argentina después de once años. El serbio acaparó los flashes, una
ovación cerrada, el grito de "olé olé olé, Nole Nole". El momento emotivo se
extendió con la entrada de Del Potro. Sabatini realizó el sorteo, y antes del
comienzo Abel Pintos cantó "Motivos" y le regaló una guitarra a cada uno de los
tenistas. Como umpire ofició Damián Steiner, recordado juez argentino de silla
hace unos años.
Por fin, llegó la hora del último duelo entre
Djokovic y Del Potro. Una rivalidad que tuvo 20 episodios previos. Ampliamente
superior Nole en el balance (16-4), pero el tandilense atesora tres triunfos
inolvidables (Copa Davis 2011, Juegos Olímpicos de Londres 2012 y Río 2016); el
serbio ganó otro duelo muy trascendente, la final del US Open 2018. "Sacale
despacio, Delpo", fue el grito que encendió algunas risas. Un derechazo clásico
del Delpo, toda potencia, despertó los "uuuhhh" de admiración del público y
miles de aplausos. "Vamos, Roger", se escuchó atrás de Djokovic; rápido, el
serbio se dio vuelta e hizo el gesto de "no" con el dedo índice. Se extrañaba y
se extrañarán esos saques con dinamita del tandilense, el impacto seco en ese
drive tan temido por los rivales. Generoso, Djokovic permitió que el argentino
se luciera en varios puntos. El serbio corrió de punta a punta tras varias
voleas de Delpo y, tras ganar el punto, lo celebró con la primera fila mientras
se llevaba una ovación. El primer set quedó para Juan Martín por 6-4.
Djokovic es sinónimo de show. Lo es en un
partido en serio y por supuesto en un espectáculo como lo fue este homenaje a Del
Potro. Nole se divirtió y, a la vez, entretuvo a todos con su tenis y su
personalidad carismática. Encendió carcajadas con un par de imitaciones,
conversó con el público; ocurrente, con chispa, inventó bromas cada vez que
pudo. "Gracias por venir, a todos. Delpo es una grande persona (sic), un grande
amigo. Hace dos años que no juega, pero hoy está muy bien con el saque y la
derecha. Necesito que falle un poquito", contó Djokovic en un español
incipiente. Número 1 en todos los sentidos, Nole entendió a la perfección la
idea de celebrar la jornada dedicada a Del Potro y actuó como un partenaire de
lujo, el mejor que podía tener esta fiesta.
El tandilense agradeció la presencia del exnúmero
1 del mundo, y presentó a Gisela Dulko y a Gaby Sabatini. "Hace tiempo tenemos
una gran amistad. El año pasado, me tenía que operar. Ella me dijo: 'voy a
tomar un avión y a acompañarte hasta que te mejores'", contó Delpo. Y arrancó
un minidobles mixto, que ganaron el tandilense y Gaby por 2-1, pero que formaba
parte del duelo entre Nole y Delpo.
Volvieron ambos al centro de la escena. Ahora
sí, un poco más en serio. "Queremos un tercer set", se escuchó desde el
público. "Yo no", respondió el argentino. Con su saque, en el Djokovic dejó un
saque regalado. Del Potro cerró su ciclo en el tenis con un derechazo ganador.
Tiempo de adiós, de lágrimas, de dejar la vincha en la red por última vez, con
Djokovic aplaudiendo de pie, en una escena. Nole, genial, lideró la ovación
para Delpo.
"Hoy es un día muy especial. Hay algo de dolor
por no poder jugar más con mi amigo. Ha pasado mucho tiempo desde que nos
conocimos, teníamos 11 o 12 años, y él ya medía dos metros, y yo uno apenas. Lo
siento a Juan Martín mucho más cerca de mi corazón. Es un poquito diferente
cuando tienes que jugar contra él en las pistas más grandes del tenis, quieres
ganar, por supuesto, pero todo el mundo lo quiere a Juan Martín donde va. Yo
vengo de una cultura en la que los valores son importantes, que una persona
muestre siempre respeto, y creo que Juan Martín es un ejemplo para todos
nosotros, en todos los aspectos de la vida; es eso, una persona ejemplar. Esta
noche es triste para el mundo del tenis, pero también siento mucha felicidad
porque estamos aquí para celebrar todo lo que ha hecho estos años", destacó
Djokovic, enorme en todo momento, desde la decisión de acompañarlo a Del Potro
hasta el último momento de la fiesta.
Luego de un video en el que Del Potro recibió
los saludos de Roger Federer, Rafael Nadal, Manu GInóbili, Martín Palermo,
Lionel Scaloni, Carlos Alcaraz y Gael Monfils, el tandilense se despidió: "Esta
locura empezó en marzo. Le pregunté a Nole si había alguna posibilidad de venir
a la Argentina para compartir mi último día. Él tenía una obsesión muy grande,
que era ganar los Juegos Olimpicos, tenía una agenda muy apretada, pero
enseguida me dijo que sí, que quería jugar conmigo, estar con ustedes. Esto fue
posible gracias a la generosidad de Nole, que tiene todos los títulos en el
tenis, pero con estas actitudes y estos gestos, tiene el trofeo más difícil de
conseguir, que es el amor de la gente".
"Luego, quiero que sepan que no estoy triste.
Estoy emocionado, para mí esta noche es superespecial. Hicimos todo un esfuerzo
muy grande, así que gracias de corazón, me han acompañado toda mi carrera en
cualquier lado, en cualquier horario, y eso es importante cuando jugamos contra
grandes campeones como Nole. El cariño de ustedes siempre me llenó el alma. Les
agradezco de corazón".
Y en todo momento insistió con una idea:
"Aunque llore, les prometo que me voy feliz. Sepan que no estoy nada triste.
Termino la carrera de la mejor manera. Muchísimas gracias por todos estos años.
Hasta pronto".
Y así, Delpo le dijo adiós al tenis, en un
domingo de fiesta. Definitivamente inolvidable.
FUENTE: LA NACIÓN
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