De acuerdo a la nota que ingresó en mesa de entradas de la LTF este lunes, el juez le habría dicho "callate pendejo pelotudo" a un menor de 13 años, cuando éste le había reclamado por un penal no sancionado en el encuentro que el Lobo disputó ante Atlético Ayacucho, argumentando que "este fue más penal que el que nos cobraste en contra".

Como se contó durante el fin de semana, Picot decidió suspender dicho encuentro tras sentirse amedrentado por parte del público local, situación con la que no coincidieron sus árbitros asistentes.

No es la primera vez que el juez Matías Picot recibe denuncias por sus malas formas de dirigirse hacia los deportistas o superiores, ya que en 2019 fue suspendido por tres meses tras insultar y agraviar al instructor de árbitros de turno, descontento con su posición en la tabla de méritos.

El arbitraje argentino no pasa su mejor momento. Envuelto en desconfianza, sospechas y malos desempeños, desde la Primera División hasta las ligas locales, ocupan páginas de diarios y portales, espacios radiales y placas televisivas más de lo debería, ya que desde siempre, los verdaderos protagonistas del fútbol son los jugadores.