Durante la etapa inicial se luchó más de lo que se jugó y fue una constante que se vio a lo largo de los primeros 45 minutos. Santamarina intentó manejar las acciones del juego, a partir del trabajo de Igartua pero nunca pudo cristalizarlo en opciones de peligro. 

Los tandilenses no lograron desnivelar por las bandas para tratar de generar alguna acción para Doñate, la principal referencia en el área rival. En cambio, Villa Mitre mostró orden en todas sus líneas y buscó alguna acción de contragolpe, apelando a la velocidad de sus delanteros, Jeldres y Jara. 

A ambos conjuntos les costó poder realizar jugadas con más de tres pases, ya que fallaban en la última acción o porque eran interceptados por el adversario. En un contexto de una marcada paridad, hubo muy pocas situaciones de peligro. 

La más clara, tras un tiro de esquina, la tuvo la visita. González apareció en soledad y metió un fortísimo derechazo que se fue por encima del travesaño. El aurinegro tuvo una ocasión después de una guapeada de Igartua en la que llegó mano a mano con el arquero Molini quien se terminó quedando con el balón. 

De esta manera, en un discreto primer tiempo, Santamarina y Villa Mitre se fueron al descanso con un empate sin goles. En el inicio del complemento, los orientados por Mungo estuvieron muy cerca de ponerse en ventaja. Hertel ganó por arriba para sacar un cabezazo que entre Mazza y el palo evitaron el primer tanto de la soleada tarde. 

Antes del primer cuarto de hora, Botella movió el tablero y decidió hacer cuatro modificaciones en su primer ventana. Michel, De la Vega, Cupolo y Torres entraron para ocupar los lugares de Doñate, Galabert, Joaquín Jara y Sansoni. 

Sin embargo, las modificaciones no le dieron las soluciones esperadas ante un rival que estuvo firme y compacto. Villa Mitre se sintió cómodo con la forma que se daba el encuentro y el empate era un buen negocio para los bahienses. 

El movedizo Jeldres, con un cabezazo, volvió a exigir una buena respuesta de Mazza. El aurinegro con más entusiasmo que fútbol intentó llevar algo de peligro. De la Vega exigió una rápida salida del arquero Molini y ese rechazo cayó en los pies de Michel. El experimentado atacante probó con un derechazo de media distancia que pasó cerca del arco. 

Los minutos finales lo encontraron a los locales buscando y yendo para adelante ante un Villa Mitre que ya no mostraba las mismas armas que había esgrimido durante parte del juego. 

Aurinegros y tricolores repartieron puntos. No se sacaron grandes diferencias y el empate terminó siendo lo más justo. El próximo fin de semana, Santamarina tendrá un duro desafío ya que visitará a Germinal.