Los inquilinos que en el mes de abril deban enfrentar el ajuste anual establecido en la Ley de Alquileres vigente, se encontrarán con una suba interanual por encima del 90%, el máximo registrado desde que rige la normativa.

El fracaso de la Ley de Alquileres (N°27.551), que entró en vigencia hace más de dos años, dejó tanto a los inquilinos como a los propietarios en una situación por demás delicada, con incrementos en muchos casos imposibles o inconvenientes de afrontar.

En las últimas horas, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) publicó el nuevo Índice de Contratos de Locación para el mes de abril, que supera la barrera del 90% y poco a poco se acerca al 100%.

La situación, de hecho, varía de acuerdo a la quincena en la que se renueva el año de contrato. 

Concretamente, los cálculos llevan a creer que aquellos que deban hacerlo en los primeros 15 días de abril, afrontarán un ajuste del 92,06%, mientras que para aquellos que renueven del 15 en adelante, el índice será del 93,22%. Todo indica que entre mayo y junio llegará al 100%.

De esta manera, por ejemplo, un inquilino que paga $30.000 mensuales por un departamento, pasará a abonar cerca de $58.000, mientras que aquellas propiedades por las que se paga un alquiler de 50.000, empezarán a abonar $96.000.

Los incrementos establecidos a raíz de este índice que contempla la ley, cabe señalar, superan ampliamente en la mayoría de los casos a los incrementos salariales, por lo que muchos inquilinos se ven imposibilitados de pagar el nuevo valor y deben migrar a otros barrios más alejados de zonas céntricas en caso de conseguir el inmueble para alquiler.

Pero además, debido a la inflación, el mercado de alquileres prácticamente no tiene oferta. Buena parte de los propietarios prefiere no alquilar su casa o departamento, debido al incremento generalizado de los valores.

Hasta antes de la nueva ley, si el valor del alquiler se elevaba más allá de lo que el inquilino podía pagar, este comenzaba a buscar otra propiedad para mudarse. En el último tiempo, sin embargo, la opción de volvió inviable.

Además de los elevados montos que un inquilino debe afrontar ante un nuevo contrato (mes de depósito, mes adelantado, sellos, firmas y honorarios, entre otros), existe un problema mayor que no se resuelve con dinero: no hay alquileres.

Alquilar en Tandil pasó a ser muy difícil por no decir casi imposible y varios martilleros ratificaron lo que vienen sosteniendo desde hace tiempo atrás: "Los propietarios prefieren poner sus propiedades para el turismo porque obtienen una mejor renta".