Coloveri, seudónimo con el que presenta su obra, estudió en la Escuela de Bellas Artes, formándose en pintura, escultura, cerámica y demás artes plásticas. Luego de que la vida la haya llevado por otros caminos, retomó el pincel. "Cuando falleció mi madre, apareció un sentimiento que tenía dando vueltas que quería expresar. Ahí me volqué de lleno. Estos años estoy pintando 12 o 13 horas por día. Es una gran satisfacción, es una pasión, siento la necesidad de pintar", dice y aclara que la satisfacción máxima es lo que le genera su obra al otro.

En cuanto a lo técnico, se puede decir que trabaja el expresionismo abstracto, pero no se restringe a un estilo o algún formato. Explica que "experimento todo el tiempo, hago mezclas, uso pinturas al agua, acrílicas, uso pastas, elementos de la tierra como arena, brea". Y hace el trabajo completo,  haciendo desde los bastidores a su medida, hasta los marcos.

"Si hay algo que puedo decir es que nunca voy a dejar de pintar, lo hago con tanta pasión y alegría, que me siento plena. Poder transmitir eso a otro, es lo más", cierra diciendo la artista.

Para conocer más de su obra, se puede visitar su Instagram: @coloveritandil

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