La defensora del pueblo -Paula Lafourcade- y la defensora adjunta -Mercedes Argeri- fueron recibidas por integrantes del bloque Juntos y el presidente del Concejo Deliberante, Juan Pablo Frolik.

La Defensoría había solicitado este encuentro con el oficialismo para tener un contacto institucional cara a cara con quienes asumieron sus bancas en la última elección, con el objeto de explicar el trabajo del organismo, que depende funcionalmente del Honorable Concejo Deliberante.

El encuentro se extendió por más de una hora y participaron María Haydeé Condino, Sofía López de Armentia, Rosana Florit, Guillermina Cadona, Cristian Cisneros, Juan Antonio Salceda, Marcos Badillo y Oscar García Allende.

Lafourcade explicó que la oficina que encabeza actúa como "un mecanismo de gestión rápida" y que muchos trámites se resuelven con el simple hecho de indicarle a las personas cuál es el área a la que deben dirigirse para recibir una efectiva respuesta.

"Es común que las personas que llegan a la Defensoría lo hagan después de haber concurrido a dos o tres lugares sin haber podido canalizar el reclamo correctamente", indicó la abogada. "A veces solamente les dicen que no es el lugar indicado y las personas quedan en el desamparo de no saber adónde dirigirse". agregó.

En esta línea, no son pocos los casos que se resuelven con un simple llamado telefónico a la persona indicada. En coincidencia, la concejal Condino relató que "cuando llegan reclamos al Concejo Deliberante nosotros tenemos dos caminos, hacer un expediente o tratar de resolverlo de forma personal. Es más común que la oposición haga un expediente para que el Ejecutivo se ocupe del tema, mientras que nosotros como oficialismo llamamos al funcionario que corresponda para tratar de gestionar una solución rápida".

Asuntos recurrentes

La defensora hizo un resumen de los temas que abordan, en el que sobrevoló la idea de asuntos recurrentes: inconvenientes que aluden a los sectores de Obras Sanitarios o Espacios Verdes Públicos; disputas por derechos de consumidores que son derivadas a la Oficina Municipal de Información al Consumidor; quejas por ruidos molestos en los que termina interviniendo Inspección General y Habilitaciones; reclamos sobre salud, más complejos por la cantidad de sectores y organismos que intervienen y el eterno problema de los terrenos baldíos descuidados o las obras en construcción paralizadas o abandonadas.

Es el caso del ex Policlínico Ferroviario, cuya situación ha motivado nuevos reclamos. Al tratarse de una manzana completa y estar en medio de una zona netamente urbana y residencial el impacto que genera se amplifica. Si bien el Estado Municipal cuenta con una herramienta de gestión que le permite penalizar a los propietarios que descuidan sus terrenos a través de un costo más elevado en la tasa retributiva de servicios, hay casos como el mencionado en que los propietarios, pareciera, prefieren pagar multas en vez de hacer el mantenimiento que los exima de las mismas. En estos casos, la legislación sirve para castigar pero no resuelve el problema de fondo porque el baldío sigue descuidado y generando malestar a los vecinos.

Escuchar a todos

Lafourcade puso énfasis en la necesidad de que las defensorías del pueblo no se embanderen políticamente y que escuchen a todas las partes involucradas en un problema. "Yo no podría hacer mi trabajo si además de escuchar al vecino o vecina que trae la queja no hago lo mismo con la otra parte y para eso no puedo dejarme llevar por un color político, ninguna defensoría debería estar identificada con una gestión partidaria".

Sobre este punto, Juan Pablo Frolik destacó que la resolución de conflictos no supone elegir uno de los sectores en pugna porque, por definición, en un conflicto hay intereses contrapuestos y no siempre es claro quién tiene razón, entonces, los mediadores deben gestionar esa tensión y arribar a la mejor solución posible. "Esas decisiones por lo general no le dan la razón a uno u otro, sino que buscan un acuerdo en el que las partes ganen y resignen en medidas equitativas, justas".