ECONOMÍA
23/01/2022
La medida responde a una nueva política monetaria que pretende disminuir la presión sobre la demanda del dólar y ya generó un aumento aproximado de $ 90.000 millones sobre el stock de depósitos en el sistema financiero.
El Banco Central (BCRA) comenzó en las últimas
dos semanas un proceso de recalibración de su política monetaria que incluyó,
entre otros cambios, la suba de tasa de interés -del 38 al 40% anual- para
aumentar el retorno que ofrecen los bancos por los depósitos a plazo fijo y así
estimular la demanda de pesos, de modo de reducir la presión sobre el dólar.
Después de más de un año sin cambios, el
aumento de dos puntos de la tasa busca elevar el rendimiento que ofrecen los
bancos por los plazos fijos que ahora tendrán un piso de 39% anual para los
depósitos a 30 días para personas humanas, mientras que para las empresas la
tasa mínima garantizada se fijó en 37% anual.
En los primeros días de implementación, el
monto de los plazos fijos no ajustables por CER aumentó alrededor de $ 90.000
millones, casi un 3% del total de 3,5 billones que integran el stock de
depósitos en el sistema financiero.
Según confiaron a Télam fuentes oficiales, el
esquema de plazos más largos en los títulos busca mejorar la tasa y enviar una
señal al mercado de que no habrá un salto del tipo de cambio ni de la
inflación, ya que los bancos que hacen depósitos a 180 días "no están
pensando que vaya a haber un salto devaluatorio en el medio".
Las modificaciones incluyeron también cambios
en los instrumentos de política monetaria, como la eliminación paulatina de los
Pases a 7 días para que los bancos migren esos fondos a Letras de Liquidez
(Leliq) a 28 y 180 días, un nuevo instrumento con una tasa del 44% nominal
anual.
Esto hizo que en los últimos días el stock de
Leliqs aumentara 1,12 billones de pesos -según datos hasta el 14 de enero
publicados por el BCRA-, un crecimiento que se aceleró con la baja de tasas del
36,5% al 34% nominal anual que ofrecen estos instrumentos que fijó el BCRA la
semana pasada.
La medida pretende estimular la migración de
fondos hacia instrumentos de más largo plazo y también hacer más atractiva la
participación de los bancos en las licitaciones del Tesoro Nacional.
En la actualidad, el stock de Pases y Leliqs
-la contraparte de los depósitos a plazo fijo- asciende a 4,8 billones de pesos
y son una fuente secundaria de emisión que, en 2021, hicieron que el Banco
Central tuviera que emitir 1,34 billones de pesos para pagar a los bancos en
concepto de intereses por esos títulos.
"Nuestro país no necesita esos recursos
esterilizados en el BCRA sino produciendo e invirtiendo", afirmó meses
atrás el propio presidente del BCRA, Miguel Pesce, en referencia a la necesidad
de comenzar a volcar al menos una parte de ese dinero en el mercado de
capitales en pesos.
De hecho, la profundización del mercado de
deuda de los estados nacional y provinciales, así como de las empresas, es una
de las metas fijadas por la autoridad monetaria en su documento "Objetivos
y Planes para el 2022".
Allí aseguró que trabajará junto a otros
organismos públicos para "propender a un mayor financiamiento interno,
público y privado, y a una ampliación del abanico de posibilidades de inversión
de ahorristas".
La imposibilidad de acceder a mercados
internacionales de crédito desde 2018 y la baja profundidad del mercado
doméstico de deuda hicieron que el Gobierno se valiera en gran medida de la
emisión monetaria para financiar su déficit.
El paquete de asistencia a personas y empresas
por el Covid en 2020 llevó al Banco Central a emitir el equivalente a 7,3
puntos de PBI para auxiliar al Tesoro, un volumen de emisión que en 2021
descendió hasta un equivalente a 4,4 puntos del PBI.
La meta del Palacio de Hacienda es que en 2022
la asistencia sea equivalente a 1,8 puntos del PBI.
La apuesta del Gobierno para este año es darle
mayor profundidad al mercado de deuda local y a aumentar la proporción de
déficit financiado por esa vía de modo de disminuir la emisión monetaria como
vía de financiamiento y así reducir también la presión inflacionaria.
El año pasado el Tesoro alcanzó a renovar el
total de la deuda en pesos que vencía y captar casi 750.000 millones de pesos
extra, el equivalente a 1,6% del PBI, y se espera que este año las entidades
bancarias puedan tener en las licitaciones públicas.
Para facilitar este tránsito el BCRA emitió el
año pasado dos comunicaciones - la "A7290" y la "A7383"-
con las que habilitó a los bancos a integrar una parte de sus encajes con
títulos del Tesoro con un plazo de vencimiento de 120 días (antes era de 180
días).
Aunque no anticipó nuevos reglamentaciones en
ese sentido, el Central sí puntualizó en su documento de objetivos para este
año que buscaría "recalibrar el esquema de encajes para reforzar el canal
de transmisión de la política monetaria".
FUENTE: TELAM
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