Cada vez que nutrimos un área de nuestra Vida, nos conectamos con ella, cuando adquirimos nuevos conocimientos, cuando nos alimentamos, cuando experimentamos emociones positivas o miedo, nos estamos nutriendo de esa Energía materna.

La energía Materna, es Poderosa. Al estar directamente ligada con la nutrición de la vida, extiende raíces, su existencia deja una huella imborrable en la nuestra, y aunque no esté físicamente o no venga de la propia sangre, la madre deja una semilla que se renueva en nuestras emociones y en nuestros sueños, y resurge en nuestra vida con frutos propios.

En Astrología está representada por la Luna, esa energía luminosa que nutre nuestras noches. Así como la Energía masculina del Padre Sol nos habita, siempre seremos Luna en nuestra impronta materna. Como todo, la complejidad oculta en la Luna, ofrecerá distintas formas de nutrición, que no siempre serán como lo deseamos. Tanto la Luna como la Madre, son arquetipos ligados al éxito en nuestra vida, pero para lograrlo, lejos de hacer responsable a nuestra madre, lo que necesitamos es liberarnos de las expectativas infantiles que tuvimos sobre ella, y tomarla tal como Es. Cuando el vínculo con mamá ha fluido naturalmente, nuestra relación con el éxito o la realización fluye también más fácilmente. Pero, ¿qué pasa con los vínculos tan frecuentemente conflictivos con nuestra madre? Bueno, los conflictos son necesarios, ya que son una oportunidad para reparar nuestras propias expectativas y gracias a los "errores" de nuestros padres es que nos introducimos en lo real del aprendizaje de la Vida.

Dice Bert  Hellinger: Aquel que está en conexión con su madre, Brilla, tiene una expresión de alegría y es amado.

¿Alguna vez sintió que no es suficiente bueno o valioso?, ¿Que no merece Amor, cosas buenas o felicidad?, ¿No está disfrutando de la Vida?, ¿No conecta con la Abundancia?, ¿No sabe recibir?, ¿No siente apoyo o fuerzas para realizar sus proyectos o sus sueños? Entonces tal vez necesite trabajar su relación con mamá y la energía materna.

 Por lo tanto, si revisamos nuestra vida, veremos que nuestra realización en la vida, será directamente proporcional a la plenitud del vínculo que tenga con mi madre. ¿Y qué sucede cuando no la tengo, no la tuve, no está o he decidido alejarme de ella? Lo más sanador es Tomar a mamá completamente, sin juicios. Eso significa, Aceptar que esa persona es un ser que hizo lo que pudo con las herramientas que tuvo, y yo he recibido su energía para Potenciarla o para Transformarla, y convertirme en un adulto feliz y exitoso implica dejar de enjuiciar, poder perdonar, y dejar de reclamar. Rechazar a la madre, es rechazar la Vida, y Aceptarla tal como es, me da la oportunidad de transformarme y dar el salto hacia mi propia realización.

La energía materna tiene muchas formas de expresión, Envolvente, contenedora, creadora, amorosa, sofocante, dadora, compleja, limitante, temerosa, tierna, controladora, libre, guardiana o abandónica. Es Pilar, cobijo, amor, comprensión, refugio, motor, alimento y también conflicto, intimidación o rechazo. Pero nuestra percepción de toda esa energía y lo que hagamos con ella, es lo que determina nuestra seguridad y aprovechamiento de nuestras propias capacidades. Amar e integrar a nuestra vida la Energía materna, es tomar la seguridad de triunfar y la habilidad de saber pedir lo que necesito, para lograr lo que quiero.

 Lograr el Éxito, es poder hacernos cargo de todo lo que la vida nos presenta, tomando la Fuente de la Vida, con amor y Gratitud. De ella recibo la Vida con todo lo que de ella fluye hacia mí.

"Elijo integrar la fuerza de mi madre en mí, honrando en ella, mi propia Existencia".

Feliz Día a todas las madres y Gracias a la mía, porque de ella he recibido la fortaleza, las ganas y el amor a la Vida.

Ana De Pietro - Facilitadora de Memoria Celular

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