Las instituciones de Tandil vemos con preocupación los anuncios oficiales del cierre de exportación de carnes, siendo que en el año 2006 con esta medida se perdieron diez millones de cabezas y mercados difíciles de recuperar, cerrando frigoríficos y perdiendo mano de obra calificada no logrando bajar el precio de la carne. 

Hoy nos encontramos nuevamente con el cierre de la exportación de carnes afectando a productores, transportistas, semilleros, fábricas de alimentos balanceados, trabajadores de la industria frigorífica y profesionales agrónomos y veterinarios.  

Considerando que el sector ganadero no es formador de precios y que dichas exportaciones son las que generan el ingreso de divisas al país, estas medidas desalientan las inversiones provocando la perdida de fuentes laborales.