Las restricciones tienen amplio apoyo, pero también están aquellos que ven deteriorarse lo que le da el sustento diario, el comercio que tanto le costó levantar y que ahora no puede trabajar.

En estas últimas medidas adoptadas debido al importante crecimiento de casos por la pandemia, hay sectores que están en peligro, que según dicen sus propietarios quedaron "al borde de desaparecer".

El más golpeado, sin dudas, es el gastronómico. Algunos podrán argumentar que los restaurant tienen la posibilidad de la apertura al  mediodía y el delivery, pero no alcanza. En Tandil el trabajo, en un 70 por ciento es de noche.

Las cervecerías y la gente que trabaja en eventos han quedado casi desprotegidos. Por más que se busquen alternativas e intenten reinventarse no es lo mismo. Esos lugares no tienen la misma concurrencia de noche que durante el día. Estar abiertos hasta las 18 no les cambia en mucho la poca recaudación que hacen.

Algunos prefirieron cerrar. Esperar que sea cierto esto de los 15 días que se anunció desde el Municipio para buscar bajar los casos, pero el miedo a que se extienda la medida hace que estén por demás preocupados.

Desde el ámbito sanitario, dicen "entender" y "comprender" lo que padecen muchos sectores, pero como contrapartida aducen que "estábamos en una situación límite y estas restricciones llevan a que miles de personas no circulen".

En una pandemia, no es lo más recomendable jugar con frases hechas, pero en este caso nos tomaremos la licencia de mencionar aquello de: "para hacer un huevo primero hay que romperlo". Esperemos que sea así, que con la vacunación (que viene a un buen ritmo en Tandil) podamos ir teniendo previsibilidad y todos puedan volver a trabajar como lo venían haciendo.