En tanto que Tamara Hardie juega como delantera y sus principales características son la velocidad y la potencia. Físicamente es superior a cualquier jugadora de Tandil.

La muy buena relación entre Juventud Unida y UAI Urquiza nació hace un par de años, cuando la entidad tandilense, presidida por Favio Salgado, decidió traer a la ciudad al equipo campeón argentino de primera división de fútbol femenino.

A partir de ese momento, se dio una muy buena relación con Germán Portanova, entrenador del elenco porteño. Desde aquel momento, el técnico mostró su interés en dos jugadoras, Romina Núñez y Támara Hardie.

Las mencionadas deportistas hicieron una prueba y ratificaron sus condiciones para poder dar el gran paso y emigrar para jugar a unos de los equipos más prestigiosos del fútbol femenino.

Sin dudas que esta posibilidad es muy importante para ellas, como para el club Juventud Unida y sirve de espejo para las chicas más jovenes que vienen abajo. La entidad tandilense, con Núñez y Hardie en sus filas, logró cinco títulos, cuatro locales y uno en Mar del Plata.

Además queda una gran satisfacción de todo el esfuerzo que se hizo desde un principio ya que se abrió un camino muy grande en una disciplina que tuvo una gran recompensa para dos valuartes inmensas de la institución.

Pensando en el futuro, sin estas dos importantes piezas, el fútbol femenino de Juventud Unida tiene el gran desafío de poder mantenerse competitivo y pelear el título con un gran recambio de jugadoras. Basado en el trabajo cuerpo técnico, que se caracteriza por su gran profesionalidad y su estilo de trabajo, más un buen número de jugadoras y juveniles que se sumarán, el equipo tandilense buscará seguir siendo protagonista en la disciplina.