Esto ocurrió luego de que unos 50 comerciantes del rubro se unieran en la campaña "No Más Sillas Al Revés", pidiendo la reapertura de sus locales, incluso diciendo que abrirían a pesar de lo que dicte el municipio. Argumentaron que "abrimos porque creemos que somos una herramienta de control y registro, abrimos porque somos más seguros que las reuniones informales, abrimos para cuidar los puestos de trabajo, y abrimos porque somos parte de la solución y no el problema".

En el encuentro, Lunghi explicó que quedan solo dos camas disponibles en terapia intensiva y definió la situación sanitaria de la ciudad como "muy delicada". Estas palabras, causaron un fuerte impacto, pero más allá de eso gran parte de los empresarios que participaron volvieron a plantear que van a abrir a pesar de las prohibiciones porque "no hay contagios en los lugares gastronómicos", según argumentaron, porque cumplen con todos los protocolos.

Así las cosas, el gobierno ratificó que mañana, jueves, saldrá a inspeccionar y quien no cumpla las normativas será clausurado. Recordamos que en estos momentos, en el estadio rojo del sistema municipal para afrontar la pandemia, los locales gastronómicos pueden funcionar en las modalidades take away y Delivery, además de poder tener algunas mesas al aire libre.