CARA A CARA - DANIEL BARBOZA
15/08/2020
Daniel Barboza no le ve futuro a la radio madre de la ciudad, cree que en los medios locales faltan recursos humanos y mostró su disgusto con el manejo del área cultural por parte del gobierno local. Respecto a la pandemia, dijo que "los resultados no están siendo buenos".
¿Con qué Radio Tandil llegaste y con
cuál te fuiste?
Asumí
en julio de 2018 luego de aquel famoso paro, en un conflicto que echaron a
mucha gente. No andaba ni la calefacción, era imposible sentarse en una silla
del frío que hacía. Solo sonaba música y algún comunicado.
Pudimos
ponerla de pie, nos llevó un año y me privilegiaron con ser el director de la
emisora, además de conducir dos ciclos con los que me divertí.
En
marzo de este año me fui por diferencias con el empresariado que dirige la
emisora y por cambios de política. También por una suerte de falta de
conducción que había empezado a ver en la emisora. A mi no me gusta ser
director testimonial, si soy director, lo soy; sino, que pongan a otro.
En
el tiempo que estuve logramos reinaugurar el estudio mayor, que había estado
cerrado más de 25 años; que la AM y FM funcionaran conjuntamente, creamos
plataformas digitales y revalorizamos el portal de la radio, porque se usaba
otra marca de una manera inexplicable. La inaptitud de los que pasaron antes
que yo fue pronunciada.
Luego,
me fui y Radio Tandil quedó sin director
¿Cómo se reconvierte un medio de
comunicación en estos momentos?
Alineando
los recursos humanos que tenés desde la épica. De todos modos, yo tengo la
certeza, con información y no con opinión, de que Radio Tandil no tiene otro
destino que el de Río Paraná o Metalúrgica Tandil. Lo lamento muchísimo y lo
digo con la responsabilidad que me cabe como ex director.
La
gente no comprende la diferencia entre una AM y una FM, el costo de
mantenimiento es gigantesco. Las AM del interior tienen muy pocas posibilidades
de sobrevivir, como lo hemos visto en las de la región. Lógicamente, es
distinto en Buenos Aires, como con Mitre o Rivadavia, que a su vez forman parte
de multimedios que se sostienen con otros negocios. En una pequeña ciudad,
mantener una AM es inviable.
Si a
esto se le suma alguna cuestión de orden gremial que la radio tiene, dado que
hay dos o tres personas sindicalizadas que son justamente las menos capaces de
la emisora, más el empresariado altamente incompetente que sabe lo mismo de
medios que yo de la recuperación de un arroyo, tenés un cóctel explosivo.
Yo
ordené ese cóctel, pero una cosa es administrar la crisis, y otra cosa es
sanear una empresa y ponerla en marcha. Lo tomé como un desafío personal, pero
cuando vi que era inviable, comenzamos a tener roces con el empresariado.
¿En qué cosas chocaste con el
empresariado?
Si a
mi me ponen como director, no es para que vengan a decirme lo que tengo que
hacer. Para eso que busquen a otro. Entonces, si la radio la va a manejar un
abogado y una persona cuya función es ser cortesano de los dueños, no funciona.
Siempre se habló de los dueños de
Radio Tandil y la figura de Diego Bossio. ¿Cómo trataste ese tema?
Yo
arranqué con ese tema cerrado. A mi me llamó Santiago Romay para conducir la
radio, que es el apoderado legal de la emisora y quien toma casi todas las
decisiones; y el dueño jurídico y legal, que es Willy Sánchez, con quien tengo
una relación y afecto. Pero él tampoco tomas las decisiones
¿Y quién las toma?
Se
tomaban en un despacho de la Cámara de Diputados, en la ciudad de Buenos Aires.
¿Cómo ves al resto de los medios de Tandil?
Mal.
No tenemos recursos humanos, se necesitan más de los que tenemos. Tandil tiene
muy buenos periodistas, incluso Radio Tandil. Marcelo Bettini es uno de los
mejores comunicadores que tenemos. Hay mucha gente con muy buena formación, es
injusto nombrar porque de alguien me voy a olvidar.
Después,
hay gente que va quedando, que son las manzanas podridas que pudren los
cajones.
Pero,
en materia de medios, tenemos un problema concreto de recursos humanos.
Otra
cosa es que no se hace periodismo de investigación. Mi gestión llamó la
atención porque investigábamos y nos peleábamos con todos. Hicimos un concurso
de baches y la gente nos mandaba de todos lados, lo que enojó al Jefe de
Gabinete del Municipio. Pero yo no hacía los baches, desde el humor periodístico
tomé un hecho.
La
política no logra entender nunca al periodismo. No entiende que nos dedicamos a
vender un diario, una radio, y que eso requiere de una primicia, de un golpe de
efecto.
Pero
las empresas de medios dependen fuertemente del Estado, entonces es difícil ser
crítico, porque te apretan con la pauta. En medio de ese conflicto estamos y no
sé si hay solución. La sociedad está acostumbrada a consumir medios sin
comprender, a lo mejor, que son pymes o empresas con necesidades económicas, gastos.
¿Por qué decís que no lo entienden?
¿Lo toman personal?
Es
un problema nacional, provincial, de todos los municipios. En las cuatro
ciudades en las que viví había problemas con los medios. Algunos dicen que no
saben comunicar, pero la realidad es que hacen las cosas mal.
De
todos modos, tampoco saben comunicar. El área de comunicación de Lunghi no es
buena, yo la reformularía. Y lo digo con la autoridad de haber sido subdirector
de Radio Provincia, de haber conducido en Espléndida... alguna historia tengo.
Puedo hablar de esto como de cultura.
No
obstante, yo he tomado una decisión personal de no hablar más del gobierno del
intendente Lunghi, porque después de sacar el 55% de los votos, evidentemente
los ciudadanos no comparten mi punto de vista.
¿Qué te diferencia de ese 55%?
Apoyé
a Mario Bracciale en 2003 y me mantuve en esa posición. No quiero hablar de
Lunghi pero termino hablando... en fin, creo que es un gobierno más preocupado
por el cordón cuneta y el pasto de las plazas que por generar fuentes de trabajo,
de atraer empresas.
Hoy
los intendentes tienen que cumplir otras funciones, así como los medios a veces
tenemos que cumplir tareas que nos exceden, porque no somos jueces ni fiscales.
¿Cómo ves la cultura tandilense?
Está
en una situación muy precaria, no solo por la pandemia, sino por la escasa
importancia que los gobiernos le dan. De hecho el Ministerio de Cultura de la
Provincia fue disuelto.
Si
no entendemos que la batalla es cultural y la transformación es desde allí y la
educación, no sirve. Un pueblo es rico cuando tiene cultura y educación, no
petróleo y campo.
En
Tandil veo una gestión pobre y encerrada en sí misma. Yo creo que se conduce
con la comunidad, convocando a los directores, haciéndolos partícipes. Es como
cuando Bromatología no quiere conducir con las protectoras de animales.
Cuando
fui director, conduje con la comunidad artística de La Plata, en esa ocasión.
No se puede conducir encerrado.
Yo
creo que se está cerrando una etapa política en la ciudad. Lo veo como un
analista político.
¿Y cómo sería la que viene?
Considero
que el 'Cristinismo', que no es lo mismo que 'Kirchnerismo', no puede gobernar
esta ciudad. Por lo tanto, el post 'Lunghismo' quedará en manos de Juntos por
el Cambio. Al menos es la foto de hoy.
Allí,
veo una sucesión entre Marcos Nicolini, Luciano Grasso y Ezequiel Lester, si
decide jugar en Juntos por el Cambio.
Ya, al menos generacionalmente, es un
cambio
Si,
los tres transitan los cuarenta y tantos. Tengo muy buena relación con los
tres, lógicamente soy más amigo de uno que otro. Lo mismo con Iparraguirre, de
todos modos.
¿Por qué crees que el 'Cristinismo'
no puede conducir Tandil?
Porque
la composición sociocultural de Tandil le da la espalda a ese proyecto
político. Los tres que nombré han sido exitosos en la gestión pública y
privada. Eso es a remarcar, son gente exitosa en lo que hacen. Y es hora de que
una nueva generación se haga cargo de esto, y el resto se ponga a disposición.
Por último, vamos a la actualidad
pura. ¿Cómo viste el manejo de la pandemia?
Creo
que los resultados no son buenos, porque no podemos medirlo por el grado de
letalidad. Había que hacer un equilibrio entre economía y salud. Y en salud no
había que hablar solo con los especialistas del área, sino también con los de
salud mental. No nos vamos a contagiar de Covid pero vamos a salir mal
psicológicamente y económicamente destruidos.
Por
otro lado, siento que la sociedad no tiene empatía por el prójimo. Sobre todo,
los jóvenes, que no entienden que tienen que cuidarse. Para ellos es una gripe,
pero para un mayor de 65, un obeso, un cardíaco, puede ser la muerte. En
Tandil, la mitad circula sin barbijo, no respeta el distanciamiento. No sabemos
hacernos cargo de nuestras propias libertades.
En
Tandil apoyé la política de Lunghi, y lo hice público. Apoyé la apertura, en
una ciudad con muy pocos casos no tenía sentido estar en cuarentena. En estos
momentos creo que se puede complicar y podemos llegar a tener problemas.
Si
no tenemos responsabilidad colectiva, vamos a fracasar.
Envia tu comentario
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algun comentario violatorio del reglamento sera eliminado e inhabilitado para volver a comentar. Enviar un comentario implica la aceptacion del Reglamento
2008 - 2024 © www.eldiariodetandil.com | Todos los derechos reservados