CULTURA - MARCELA JUÁREZ

El teatro en tiempos de pandemia

27/06/2020

Marcela Juárez es una referente del teatro en nuestra ciudad. Nos contó cómo vive estos tiempos el Club de Teatro y el rubro en general. También habló de "Todo que oír", una experiencia que se puede disfrutar online y con auriculares.

La pandemia sin dudas afectó a todos los sectores, pero uno de los más perjudicados fue el artístico. El teatro, por ejemplo, aún no tiene una idea clara de cuándo podrá volver a funcionar.

Marcela Juárez es una de las fundadores del Club de Teatro y referente teatrera de nuestra ciudad. En diálogo con El Diario de Tandil evaluó la situación diciendo que "somos uno de los sectores más golpeados sobre todo porque vamos a ser de los últimos en volver. Todavía no tenemos miras que podamos habilitar. Ha sido una situación un poco angustiante, estamos cerrados desde antes de empezar las clases, no empezamos  la actividad del año".

"No hay muchas opciones. Recién ahora vamos a empezar a dar clases virtuales, lo que generaba un poco de resistencia de parte de la gente. No tiene realmente la presencialidad que el teatro exige, pero es una forma de estar un poco más cerca", explicó. Vale decir que el Club cuenta con unos 400 alumnos, para muchos de ellos el teatro, es casi una terapia, una necesidad. Además, como en todo club, se logra un sentido de comunidad muy importante: "Un poco por eso empezamos las clases virtuales. Lo único que estuvimos haciendo este tiempo fueron algunas charlas en Instagram, para ver todos lo mismo y después hablarnos por Whatsapp, pero eso con los más habitué, los más nuevos tal vez no tengan ese contacto directo con los compañeros. Con las clases virtuales esperamos conservar la grupalidad, que tengan un motivo para hablarse por teléfono para realizar algún trabajo. Lo teatral tiene otro formato, un cuerpo a cuerpo que no lo vamos a tener".

"En mayo hicimos una reunión por Zoom, donde participaron unas 60 personas, y fue muy emocionante para nosotros, muy conmovedor. Nos dimos cuenta lo que extrañábamos ese vínculo", agrega.

Por supuesto, como a todos, la parte económica se volvió un problema significativo. "Nos ha obligado a ajustar todo tipo de cuestiones, a negociar con la gente que nos alquila. Tanto a nosotros como a otros espacios, no somos negocios, los teatros en general apenas se sostienen así mismos con la actividad. Hemos hecho papeleríos pidiendo apoyos del Estado y de todos lados, con algunos hemos recibido buenas noticias pero todavía no recibimos dinero", detalla, pero añade que "a nosotros como Club de Teatro nos pasa que llevamos tantos años, hemos pasado por tantas crisis, que nos asustamos menos que otros. Sabemos que de alguna manera lo vamos a resolver, no sé si por porfiadas o la ilusión que a pesar que va a ser largo podamos resolverlo".

"Esto va a traer una cola larga, no es que cuando nos habiliten vamos a empezar perfectamente. Al público le va a costar ir al teatro, sentarse al lado de otro. Va a ser largo", examina.

Yendo más allá, señala que "los teatros están en problemas, pero toda la sociedad va a atravesar una crisis con esta falta de encuentros, no solo los teatreros, también los espectadores, los alumnos. Esa falta de abrazo social nos va a traer inconvenientes".

Mientras tanto, con la ciudad en Fase 5, esperan poder destrabar la situación: "Por un lado están habilitadas las reuniones de 10 personas en un asado, pero no los ensayos. Tenemos la pretensión que desde el sentido común nos empiecen a dar lugar para trabajar con poca gente. No las funciones para 50 personas, pero si para dar clase para ocho. Que nos habiliten con los protocolos y todos los cuidados. Cultura y educación han quedado para último término".

"Creo que tiene que ver con las normativas de la provincia, que ponen danza y yoga en un rubro que tiene que ver con el cuerpo. Y el teatro, que es el cuerpo en sí mismo, está como entretenimiento", señala.

 

 TODO QUE OÍR

Las funciones y las clases tuvieron su parate obligado, pero la creatividad de Marcela y su grupo de trabajo, no cesa. Luego de haber realizado infinidad de funciones de "Nada Que Ver", la saga de teatro oscuro, donde a ciegas los espectadores utilizan todos los otros sentidos para disfrutar de la obra, llegó de manera online "Todo que oir".

En esta oportunidad, se trata de audios armados de una manera que hacen que el espectador (en este caso el oyente) se sienta en medio de la obra.

"Lo hicimos entre el grupo de Nada Que Ver y Guillermo Dillon que es un compañero de la Facultad de Arte. Siempre veníamos pensando en hacer algo con lo que Guillermo propone, edición de sonido espacializado. Nunca encontrábamos el momento de hacerlo, ahora en cuarentena surgió hacer algo. Empezamos a armarlo por email, grabando los actores por teléfono. Armamos esto como un obsequio para el espectador", detalla Marcela y agrega "uno no puede frenar la cuestión creativa. Al principio me quedé en pausa, pero luego hubo un impulso para moverme".

Es "teatro auditivo", dirigido al espectador, una experiencia para sentir con auriculares.

"En ese no se puede hacer nada, siempre hay una fisura por donde el arte puede salir. Esto fue una fuga de esos primeros días de cuarentena", dice.

 

TE DEJAMOS EL EPISODIO 1 DE "TODO QUE OIR". PONETE LOS AURICULARES Y DISFRUTALO:

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