"Cuando comencé tenía ganas de trabajar y crecer, todos nos ponemos metas, luego la vida nos va dando los resultados. Uno quiere llegar a tener su taller, su lugar, y la vida me lo dio", expresó Daniel Franco, recordando sus inicios.

"Tuve mucho apoyo familiar, comencé con mi sobrino Daniel, que en épocas de soltería era quien andaba siempre conmigo. Después llegó mi familia, tuve el apoyo de mis viejos, con mi señora formamos el hogar y el destino puso a mis dos hijos trabajando conmigo. Además mi hija me controla los papeles, mi señora me acompaña y me hace todo el tramiterío. Mi yerno trabaja en la parte de pintura y tengo dos empleados que son casi de la familia", contó Daniel.

Agradeció también a "los productores de seguros, a la pinturería Tandilia Color que me abrió las puertas de su empresa, a muchas repuesteras de chapa y agencias oficiales".

"El secreto es laburo año a año. A mí me llevó cuarenta años estar donde estoy, con mis errores y aciertos, pero estoy agradecido". Aunque "le saqué tiempo a mi familia y a mi mismo. Uno piensa: 'o me tomo vacaciones o me compro una herramienta. Y generalmente me compraba la herramienta'"

En cuarenta años de trayectoria hubo que ir modernizándose, puesto que las herramientas como la construcción de los autos ha ido mutando con el paso del tiempo. "Si a tu empresa no le devolvés en inversión lo que te va dando, te quedás fuera del sistema. Hoy no se puede trabajar como en los setenta, hay que optimizar el tiempo y el trabajo"

De cara al futuro, Daniel contó que "nunca tuve grandes ambiciones. Mi motivo es dejarle algo a mis chicos, a mi sobrino, a mi yerno, para que ellos se puedan defender en la vida. Es un orgullo personal, con mis cuarenta años de trabajo logré esto, es pura satisfacción. Como dije anteriormente, esto no se puede lograr solo, se necesita a la gente que lo rodea"

"Alguien te tira una soga para poder crecer, yo pude llegar y disfrutarlo. Hoy me siento agradecido y orgulloso", cerró.

El taller chapista Daniel Franco cuenta que tecnología avanzada que permite agilizar los tiempos de trabajo. Además, cuentan con la famosa Línea 90 de Glasurit, el método de pintura al agua más utilizado en todas las centrales automotrices del mundo.