CULTURA - EDICIÓN PAPEL
25/01/2020
A poco más de un mes de asumir como Subsecretario de Cultura, Alejo Alguacil charló con El Diario de Tandil. Habló de la situación cultural en Tandil, el trato con los privados, la ordenanza de Espacios Culturales, los problemas en las instituciones educativas y mucho más.
por
Brando Bruni
- ¿Cómo te reencontraste con el área de
Cultura? (NdR: fue coordinador de cultura hace cuatro años)
- En primer
lugar, con la palabra desafío.
Creo que la
política de gobierno a nivel cultural tuvo una etapa de consolidación de
calendario. Por otro lado, un crecimiento de infraestructura muy importante.
Tenemos un
gobierno largo en el tiempo, y hubo una aplicación de política que fue
desarrollando el espacio cultural de lo público, pero a su vez con alianzas
estratégicas a nivel privado. En ese sentido, la mantención del calendario,
darle crecimiento a la infraestructura y tratar de generar nuevas alternativas
a partir del trabajo con los espacios privados como fue la relación con el
Acuerdo del Bicentenario; el desafío es enorme.
- Cuando fuiste parte del área, mucho del
calendario ya estaba. Muchos eventos son los mismos, pero más grandes...
- han crecido o
variado. Por ejemplo, el Mayo Teatral o el Roca Rock no son lo mismo que hace
cuatro años atrás. Han mutado, tiene que ver con una cuestión de creatividad,
tratando de no perder el crecimiento, todo lo que tenga que ver con la
promoción y la integración de la cultura.
- En situaciones complejas económicamente como las
actuales, ¿Cómo se encara todo ese calendario?
- No hago un
balance de menos plata, sino de más inflación.
Creo que vamos a
cumplir con todo el calendario establecido, va a depender mucho de las
relaciones con los productores privados y los Espacios Culturales. Va a ser un
año de mucho dialogo, tratar de generar entendimientos.
Desde que estoy
en la Subsecretaría, pedidos he recibido montones. Algunos se pudieron
responder, otros no. Pero a quien no respondes, no hay que cerrarle la puerta.
Creo que el Municipio tiene una gran injerencia con el desarrollo cultural en
la ciudad, hay mucha carga de lo público durante la agenda del fin de semana. Y
se ve la relación con la parte privada, se va a encontrar que también tiene
participación el Municipio.
- Desde que asumiste en diciembre, te tocó una
seguidilla importante: Roca Rock, Tandil Brilla, Tandil en Verano...
- Fue ponerse
rápidamente en ejercicio. Muy por el contrario a lo que mucha gente piensa, el
trabajo de la cultura no es un lugar quieto. Son espacios de enorme desgaste
físico y personal. Yo soy un tipo más práctico que teórico, me gusta estar
encima de los eventos.
El equipo fue
conformado con ese objetivo, con Miguel Rouaux como Director, Matías Deramo
como coordinador, Luján Brito como coordinadora, y el resto de la gente. En
cuanto a la definición de pensar algunas variaciones, la idea es armar un
espacio más sociocultural. Por eso por ejemplo la integración de Luján, que
tiene a cargo San Pacifico y la Casa del Bicentenario. Pero a su vez creemos
que podemos armar agenda con instituciones intermedias dentro de los barrios,
como sociedades de fomento, clubes, bibliotecas. Hay muchísimo para trabajar.
Queremos generar una integración de la ciudad en su conjunto, a partir de un
trabajo mucho más específico dentro de cada barrio.
- Históricamente, la actividad cultural formal fue
en el centro. ¿Cómo se trasladan y como son recibidas estas movidas en los
barrios?
- Tenés cosas que
pegan más que otras. Por ejemplo, Aguante La Cumbia en cualquiera de los
barrios vas a ver gran participación de la gente. Otras que cuesta mucho más
instalarlas, tenes que tener alguna alternativa. Muchas veces nos atribuimos
fallas de comunicación en cuanto al armado de los eventos o quizás no son lo
que está esperando la gente dentro del barrio.
Me parece que la
construcción de las actividades debe ser en este espacio sociocultural con las
instituciones. ¿De qué sirve instalar determinados eventos en un barrio si la
gente no participa?, tenemos que pensar en una política de acción participativa
y que los mismos vecinos nos acompañen en la realización de esos eventos.
En Maggiori el
tema del Cine lo encaramos diferentes, con reuniones previas, generamos una
convocatoria de vecinos. Hubo más gente, fue otro tipo de resultado. De ahí
surgieron otras charlas, que tenemos que completar con otras áreas como
Juventud, Desarrollo o Salud. Hay muchas acciones para poder trabajar en
cuestiones que la gente acerca.
- ¿Cómo está siendo la participación en estos
eventos de verano?
- La
participación en términos generales es buena. Hay que ver que es lo que
perseguís. Una cosa es brindar un escenario de máxima calidad, como en el Roca
Rock, a las bandas locales; y otra generar un evento convocante. Me parece que
lo convocante te lo va a dar el resultado de como trabajes con las bandas, no
solamente limitarte a brindar el escenario. Hay que trabajar en conjunto con
las bandas locales, sino la convocatoria va a seguir siendo la misma.
Tenemos que
tratar de generar alternativas, no eventos solo para los mismos. Nos interesa
abrir.
Hay cosas que la
gente ve como eventos, pero por ejemplo, el Tango por los Bares, es un
programa, que tiene que ver incluso con cuestiones de patrimonio y la
integración. Además, es un programa que se desarrolla con artistas locales.
Otro ejemplo, el
Roca Rock, es un programa donde confluyen acciones que genera el gobierno. Es
que tipo de escuela de música tenemos, cuantos chicos pasaron por ahí o por los
talleres que damos. Lo que disfruta la gente puede ser el evento, pero para
nosotros va más allá.
Cuando se hizo la
pintada del Estadio, no es que se pintó esa única vez, hay convenios, se pinta
en todo Tandil, está el espacio de Arte Joven en Juventud. Son programas que se
mantienen en el tiempo y confluyen en un cierre.
- Tandil se destaca por una gran actividad
cultural privada, ¿Cómo se plantea la relación entre lo público y lo privado?
- Lo que me
propuse en una primera instancia es generar relaciones institucionales. Hay
cosas que la parte privada, con la cual trabajamos muchas veces en alianza, nos
pide que cambiemos.
Muchas veces esos
cambios tienen que ver con situaciones económicas, lo cual es muy difícil. Pero
otras, tienen que ver con generar alternativas a partir de la comunicación.
Entonces empezamos a tener reuniones con los espacios y productores. La
variedad la podemos encontrar en apuntar hacia un objetivo común. Hay
situaciones que vamos a poder resolver y otras que no. Se trata de generar un
consenso de hacia dónde vamos, poner énfasis en el desarrollo cultural.
El Acuerdo del
Bicentenario y la aprobación de la ordenanza de Espacios Culturales, van en ese
sentido.
Necesitamos la parte
privada como desarrollo cultural, no podemos absorber toda la demanda.
Necesitamos que esos espacios crezcan, pero no depende solo de nosotros.
- Hablando de la ordenanza, ¿En qué situación está
y para que les va a servir a los espacios culturales?
- Tiene que venir
para acá para ser reglamentada. Ya fue promulgada, está el parte de economía
por la parte de exenciones.
A las
Asociaciones Civiles, se les brinda la exención total de lo que se tenga pagar
en impuestos municipales. Hay espacios culturales que no tienen perfil
económico, pero están inscriptas como tal. Entonces, lo que intentamos hacer
fue ampliar lo más posible. Así entraron varios lugares.
Los beneficios
que tienen son exenciones con las diferentes tasas que cobra la municipalidad.
Las que no tienen tasas a su nombre, porque alquilan y les corresponde al
dueño, la ordenanza plantea un reintegro al espacio cultural.
Por otro lado,
algo importante es la exención en la declaración de construcción. La mayoría de
los problemas que nos encontramos es que se alquila una casa, empiezan a
funcionar como espacio cultural, y cuando se finaliza la habilitación se
encuentran que los plano no coinciden con lo que hay. Eso posibilita que,
siempre y cuando la reforma sea necesaria para el funcionamiento, se declare la
exención. Si estaba hecha previamente y no declarada, el dueño la va a tener
que pagar.
Cuando estuve en
el Concejo, haber encarado el tema de la reforma de la ordenanza de los
Espacios Culturales, es un poco el concepto de lo que pretendo acá. Se hace
porque se necesita un apoyo explícito a los espacios culturales, queremos que
estén abiertos, los necesitamos.
No podemos
bancarlos económicamente uno por uno, pero si generar herramientas para que
ellos puedan.
En cuanto a las
programaciones, vamos a sentarnos con ellos y ver los perfiles de cada uno. No
le sirve nada a un espacio tener un taller de guitarra y que nosotros a una
cuadra tengamos otro. Queremos fortalecer esa oferta privada, nos conviene que
a ellos les vaya bien, sino todo depende del Municipio y es imposible.
- Otro tema complejo tiene que ver con la
educación cultural. Instituciones como el IPAT y el Conservatorio siguen con
problemas, y aunque dependan de provincia, van a venir a tocar la puerta...
- Las soluciones
a los problemas estructurales de la educación provincial, no las tiene el
Municipio. Ahora, a partir de la creación del Fondo Educativo y demás, el
municipio abrió una ventanilla y es lo más cercano que tienen las
instituciones.
El municipio está
obligado a responder por estos problemas. Muchos son estructurales y no
coyunturales, que es para lo que se creó el Fondo. Creo que el Municipio ha
tenido muchísimas respuestas y gestiones, el caso de Polivalente lo dejó en
claro.
Son problemas que
tiene la ciudad de Tandil, más allá que sea provincial o nacional, el municipio
se tiene que poner las pilas en gestionar. Esas son las respuestas que podemos
dar: presencia, organización, gestión, acompañamiento.
Dentro del marco
de lo que le corresponde al municipio financiar y demás, lo vamos a hacer, como
lo venimos haciendo. En el Fondo Educativo se han puesto recursos de libre
disponibilidad del municipio para completar obras.
- Lo último, el trabajo que te toca ahora es
diferente al de concejal, ¿Te sentís más cómodo acá?
- Mentiría si
dijese que no arrastro aun algunos trabajos del Concejo.
A quien se dedica
a la función política, haber pasado por Jefatura de Gabinete, el Concejo
Deliberante y por la Subsecretaría de Cultura; es lo mejor que te puede pasar.
Incluso te da otra cabeza para afrontar determinadas situaciones.
Si vamos a
emprender una tarea sociocultural generando otros lazos, la experiencia del
Concejo me favorece y me da cierta claridad en determinadas situaciones. Sobre
todo, aprender a decir que no, justificarlo, y no dejar cerrada la puerta, es
el mayor desafío.
A mí me gustaría
solucionar todos los problemas de la cultura, muchas veces no se puede y hay
que decir que no. Eso genera una ruptura y volver después de eso puede ser el
corte que necesitas. Es un no sin cerrar la puerta, que tengas una idea y no
salga, no significa que no sirva, se puede resolver de otra manera.
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