CARA A CARA - EDICIÓN PAPEL
13/01/2020
La española Isabel Otero pasó por Tandil e intenta expandir su proyecto "Madejas contra la violencia sexista" en nuestro país. Unió a mujeres de distintos puntos del mundo, tejiendo y compartiendo experiencias. Nos contó sobre cómo trabajan y como las luchas se parecen acá y en el viejo continente.
"Madejas contra
la violencia sexista" es un proyecto que nació en Astigarraga, España. Sus
objetivos, según explican sus redes sociales, son concienciar y visibilizar la
problemática, unir diferentes espacios de mujeres para la prevención de la
violencia en todas sus expresiones, sensibilizar en espacios
intergeneracionales a través de metodologías distintas, mantener visible y viva
la necesidad de no bajar la guardia ante la violencia sexista, promover la
participación a nivel local y global. La propuesta fue creciendo, tomando
dimensiones internacionales.
Isabel Otero es
una de sus fundadoras. Estuvo en Tandil y charló con El Diario de Tandil.
- ¿Cómo comenzó Madejas contra la violencia
sexista?
- En 2011 hubo
elecciones municipales en mi pueblo, Astigarraga (España), que tiene 100 mil
habitantes. Yo estaba en el paro, entonces quise ayudar a la municipalidad y me
presenté. En mi partido siempre tuvimos cinco concejales, yo iba por la sexta y
conseguimos siete.
Me dieron
Igualdad y Participación ciudadana. Había que crear el departamento de cero,
hubo que hacer cursos de género e igualdad, entre otras cosas. Buscando
información, me interesé mucho por el intercambio intergeneracional. Me puse a
buscar mujeres de cierta edad que quieran seguir aprendiendo cosas. Entonces,
todos los martes se juntaban unas mujeres a aprender geografía, historia,
música, filosofía.
Para el 25 de
noviembre, el día de la lucha contra la violencia de género, quisimos hacer
algo especial. A esas mujeres, que tienen una media de 70 años, les encanta
coser y tejer. Empezamos a tejer trozos de 30 centímetros, para hacer bufandas
y mantas, para entregar a una ONG. Con las redes sociales, se expandió tanto
que no sabíamos qué hacer con ello, entonces decidimos decorar la fachada de la
intendencia. Eso fue hace cinco años y vamos 1500 metros ya.
Las bufandas eran
para arropar a la mujer que necesitaba apoyo, ahora es un lazo colectivo, con
un montón de mujeres de lugares distintos.
Luego
participamos en otros eventos, como la macro manifestación que se hizo al otro
año en Madrid contra la violencia de género, y encontramos gente muy potente.
Fue espectacular.
El proyecto
funciona primero porque es visible, cualquier mujer que teje se suma a algo, se
hace parte de una familia y no se encuentra sola. Casi todo el mundo sabe
tejer, pero si por detrás sabes porque lo haces, entras en una campaña que puede
sensibilizar colectivos, en colegios, centros de mayores y otras instituciones.
Por ejemplo, hay
muchísimas mujeres rurales, donde no llegan las campañas, o no tienen estudios.
El tejer es el vehículo para dar un mensaje feminista. De pueblo en pueblo nos
agradecen, nos dicen que gracias a nosotros pudieron salir de su casa, porque
el marido no les decía nada porque iban a tejer. Cuando llegaban a algún lugar,
se daban cuenta que su vecina tiene los mismos problemas que ella. Es una
manera de empoderarse, las mujeres se conocen.
- ¿Como llegás a Argentina?
- Mi hija vino a
estudiar a La Plata y se enamoró de un tandilense, se casó hace años y por eso
estoy en Tandil.
- Y aprovechaste para traer el proyecto...
Ya estuve el año
pasado, tuve reuniones y me hicieron entrevistas, pensando que podíamos empezar
algo, pero no salió bien.
Ahora con María Perunetti
y Josefina Equiza, que son amigas de mi hija, volvimos a la carga.
Veo que se puede
hacer un intercambio, como hicimos con otros países. Que desde acá también
puedan ir a otros países cercanos.
(NdR: en esta oportunidad lograron juntarse con
referentes de movimientos feministas de la ciudad con la intención de generar
un inicio de la agrupación en Tandil. Se está trabajando para poder articularlo,
trabajando por ejemplo con grupos de jubiladas y otras instituciones.)
- La idea entonces es que el lazo sea
internacional
Ya lo es. Empezamos
primero con la gente que había aportado al principio, muchas eran portuguesas,
entonces fuimos para allá. Cuando lo haces internacionalmente, ves cómo están
los otros países.
También muchas
tunecinas, entonces nos pusimos en contacto con Túnez. Como había mucho
conflicto político en ese momento, no podíamos ir, las tunecinas fueron a
Astigarraga. Hicimos conferencias en los colegios, que los chicos se den cuenta
que en Túnez, en España y Argentina, los problemas son más o menos parecidos.
Luego fuimos a
Suecia. Allí es distinto, la gente teje para la cantidad, las suecas van más
allá. Nos dimos cuenta que podíamos tejer arte y es espectacular.
- En Argentina los movimientos feministas han
tomado mucha fuerza en los últimos tiempos, ¿En España pasa parecido?
- Creo que en
España somos el primer país a nivel europeo para el feminismo. Estamos en la
cuarta ola, pasaron cosas importantes. Esperamos que con el gobierno de
izquierda que hay ahora, sea más fácil. Es un momento importante.
- Los problemas que viste acá y en España, ¿Son
los mismos?
- Creo que Latinoamérica
es mucho más machista que España, desde mi punto de vista. Y otra cosa super
importante que tienen acá, es la religión.
Una diferencia
que hay es la natalidad en madres muy jóvenes. Allá ya no pasa. Es una cuestión
de educación. Y habéis hecho un paso tremendo con el pañuelo verde, eso es
espectacular.
He luchado
durante un montón de años y por detrás no había nadie. Ahora están las jóvenes.
Hemos hecho nuestro camino, pero por detrás están las que van a hacer el suyo.
Pero cuando vienen partidos fundamentalistas, como está pasando ahora en
Europa, las luchas son para no retroceder.
Algunos han hecho
pactos con la ultraderecha de España, y en algunos municipios y regiones, el 25
de noviembre no han leído ni siquiera un manifiesto en contra de la violencia de
género. Dicen que no es violencia de género sino intrafamiliar. Eso es ir para
atrás, es un peligro tremendo.
- ¿Cómo sigue el trabajo de Madejas?
- La gente que
nos conoce desde hace cinco años, necesitan más cosas. Por eso hicimos el
documental, "Hilos de Sororidad", el año pasado.
Este año lo que
queremos hacer son dos libros. Uno para el 8 de marzo y otro para el 25 de
noviembre que queremos crear un libro de poesías, que invito a todas las
mujeres argentinas a participar. Hay muchísimas mujeres que cuando llegan al
proyecto escriben su experiencia, sus sentimientos, sobre sororidad. Todos eso
testimonios que hemos encontrado los queremos hacer un libro, como un cuaderno
de bitácoras.
Hay que hacer
memoria, si no se registran las cosas que se hacen, se olvidan.
Para seguir de cerca las actividades y tener más
información se las puede seguir en Facebook: Madejas Contra la ViolenciaSexista.
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