PERSONAJE DE LA CIUDAD

El hincha más fiel

01/09/2019

Simplemente "Carlitos". Los hinchas de Ferro y vecinos del Estadio Dámaso Lataso no necesitan otra presentación. Su imagen es la del "personaje de barrio". Querido por todos. De mirada tierna y corazón noble. Sin saber leer ni escribir, seguro dejará páginas de historias y anécdotas.

por
Mauro Carlucho

Con "Carlitos" Cobeaga llenamos el formulario de los últimos grandes personajes populares relacionados al Club A. y B. Ferrocarril Sud. Recordemos que ya pasaron por estas páginas, los queridos Dardo Casal y Rubén "tatuna" Braile, este último fallecido hace un par de años.

Carlitos no escapa a la lógica de un club popular, de barrio. Donde los socios son amigos y vecinos. Iguales o pares. No hay alguien por encima del resto. Todos tiran a la par y sin dobleces. Solo basta darse una vuelta por la institución a cualquier momento del día.

En esa recorrida, si uno va atento, seguro se cruza a nuestro "Personaje de la Semana".  Si no está llegando, se está yendo. Pero seguro por ahí anda. También puede andar caminando por Del Valle, en la interminable cuadra del ferrocarril. O en las veredas amplias de Colón, camino a la sede.

La historia cuenta que Carlitos nació hace 78 años cuando su familia vivía en medio del campo. En un estancia ubicada en el paraje Palomar, entre los bajos de La Dulce y Fernández. 

De origen humilde y con una familia numerosa, a los 3 años sufrió una meningitis que estuvo cerca de matarlo y le dejó graves secuelas.

 "De suerte lo salvó una curandera, porque los médicos le decían a nuestros padres que ya no podían hacer nada", contó su hermana María Elena. Luego, la escuelita de la zona le dio la espalda por su "discapacidad". 

Al tanto que su padre insinuó alguna idea de educación alternativa, su madre decidió terminar con ese debate y que su hijo sea analfabeto. Ella se haría cargo de Carlitos mientras su marido trabajaba como peón en el campo.

Su llegada a Tandil se da en el año 1975 y ahí mismo comienza lo que es la pasión de su vida: el club Ferro.

Llegaron con su madre a lo de una hermana por un tiempo. Y no se fueron más. La misma casa de Nigro al 700 que todavía comparte con María Elena.

Hacía muy poco tiempo que estaban en el barrio, cuando su cuñado (socio vitalicio y de profesión ferroviaria) lo llevó por primera vez a ver un partido al estadio Dámaso Latasa. No sabemos a ciencia cierta que sintió, ya que Carlitos es muy corto para hablar. Pero sus ojos hablan. Ese amor por Ferro le brota en la mirada.

Desde aquel día se transformó en el hincha número uno y más fiel de la institución. Su vida gira en torno al club. Es su trabajo, su pasatiempo y su familia grande. Más desde que falleció su madre en el año 1985.

María Elena contó que muchos amigos y vecinos le hablaron hace tiempo de internar a Carlitos, pensando en que pueda estar más cuidado. Pero ella lo descarta totalmente. Su vida es el club y el barrio. 

Es salir a dar vueltas por la estación, hacer unos mandados y sobre todo realizar su trabajo por excelencia: El cuidado y mantenimiento de la placita Francisco Pancho Zeberio.

Si habrá renegado con los pibes de las juveniles que le esconden la escoba y las herramientas para el mantenimiento de la plaza. Si habrán pasado jugadores y espectadores por la institución. Pero Carlitos siempre está.

Como el más fanático. Defendiendo los colores. Agarrado al alambrado. Se me pasan cientos de imágenes de Carlitos en el club.

En el año del centenario del club Ferro, vale remarcar la vida y obra de estos hombres y mujeres que le dieron su impronta. Tan importantes como los deportistas y profesores que dejaron su huella.

Ezequiel Lester, ex Presidente del club, nos habló de "un ser maravilloso". Según él "Toda la comunidad tricolor tuvo y tiene la suerte, que Carlitos justamente eligió ser hincha de Ferro. Él resume en su persona todos los valores que trasmitimos desde nuestra institución a través del capital humano", dijo muy seguro de sus palabras.

Lo asoció con los adjetivos de "Humildad, compromiso, responsabilidad, compañerismo, amor por la institución, entre otros valores". Por eso no dudó en declararlo como un "Embajador de los Valores de la Institución".

Por su parte, German Vulcano, otro miembro de la Comisión Directiva tricolor, habló de Carlitos como "Un gran personaje del club, muy querido y respetado. Hace 35 años que lo vemos caminando por el club, en el estadio, en la sede. Carlitos es una parte muy importante de nuestra institución y lo queremos mucho".

Ese sentimiento es transversal a toda la familia del barrio de la estación. Diego Jurrita, otro hincha y socio del club, fue más allá: "Carlitos ha logrado en estos 100 años de vida del club ser de los pocos personajes no cuestionados en Ferro. Con el tiempo todos aprendimos a quererlo. Hasta el 2015 alternaba sus días entre la sede y el estadio pero desde 2015 cuando fue nombrado placero oficial de la Plaza "Pancho" Zeberio se abocó exclusivamente al estadio. Tengo la suerte de decir que es mi gran amigo, Carlitos tiene la picardía de prenderse en nuestros chistes y cargadas entre nosotros. Es sin dudas el hincha más fiel del equipo y su homenaje en el mural del hincha fue bien merecido".

Todo este amor. Este sentimiento de agradecimiento derivó en el "Mural del Hincha", inaugurado este año en las conmemoraciones del centenario. Allí las figuras de Carlitos, Tatuna y Dardo nos recuerdan que los clubes son de sus socios y vecinos. Que todos somos importantes en una construcción colectiva.

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