Este trabajo lo empezamos a realizar promovidos por la Organización Ambientalista BIOS. Acá funciona un nodo que coordino yo, su casa central está en Mar del Plata.

Hace tres años estamos trabajando en la temática de plaguicidas y estamos muy preocupados, porque los depósitos siguen estando en los lugares donde vive la gente, y no de forma clandestina. Hasta hace un año había uno en frente del Hotel Libertador, al lado del Comité Radical. Otro se incendió por combustión espontánea de los bidones un sábado, que si pasaba un día de semana ocurría un desastre porque hay un jardín cerca.

Además, los plaguicidas Clase 3 y 4 se pueden aplicar en todo el partido de Tandil, en zonas urbanas y rurales, sin restricciones de distancia con la norma vigente. Se pueden aplicar en todos los espacios verdes públicos y privados: jardines, escuelas, plazas, patios. 

Estos mismos plaguicidas están generando casos judiciales en Estados Unidos que le están costando más de dos mil millones de dólares, por caso, a las corporaciones. Y aquí, los dejamos usar sin restricciones de distancia.

Como población estamos mucho peor cuidados que en el lugar de origen de esos plaguicidas, donde la Justicia asumió que están causando daño.

Nosotros hicimos actividades académicas con la UNICEN y elaboramos estas normativas teniendo en cuenta todas las normativas ambientales a nivel nacional y provincial, y las locales aprobadas. Nosotros proponemos, básicamente, un proceso de alejamiento de las aplicaciones de plaguicidas de dos mil metros de donde vive la gente. No es un capricho, hay estudios que dicen que a más de dos mil metros el desarrollo de las patologías es totalmente diferente.  

En el proyecto también proponemos la prohibición de las aplicaciones aéreas, porque en general el plaguicida liberado en el ambiente, es incontrolable, porque depende del clima. Quieren imponer que los plaguicidas aplicados de forma aérea pueden desplazarse hasta doscientos metros, lo cual es falso, sino, no habría en la Antártida.

¿Por qué no se han tomado cartas en el asunto todavía? ¿Qué respuesta tuvieron a su proyecto?

El proyecto fue muy bien recibido por los concejales y por grupos políticos. Estamos esperando que la comisión correspondiente convoque al tratamiento del proyecto de ordenanza, y nos convoque a nosotros para que nos pregunten las dudas que tengan. No solo a nosotros, sino a quien consideren necesario. 

Este mismo anteproyecto fue presentado en la Mesa de Bienes naturales de la comisión de Ambiente y Desarrollo Sostenible del Acuerdo del Bicentenario. Estamos de acuerdo con que a los plaguicidas hay que alejarlos de donde vive la gente. La única restricción que dice la ordenanza vigente habla de 150 metros de aplicación, pero uno va por la Ruta 226, y ve que las plantaciones llegan al borde de la Escuela San Antonio. Y eso lo ve cualquier funcionario que va a Mar del Plata.

No es que no hay capacidad de control, no hay voluntad política. Esperemos que cambie, porque la toma de conciencia es diferente.

¿Qué problemas están causando los plaguicidas en la salud?

Estamos viendo de traer a un médico y a un doctor en bioquímica para que den cuenta los daños a la salud que se están generando. En Estados Unidos, en las condenas aparece la relación entre el formulado de Glifosato y un tipo de cáncer.

Nosotros tenemos que tener en cuenta que, todos los estudios presentados por las corporaciones, son confidenciales. No fueron publicados en la literatura científica, lo que los desacredita. No le dan la posibilidad a que otro laboratorio los estudie y llegue a las mismas conclusiones. Y eso no es ciencia. 

Los plaguicidas afectan a toda la población, no hay nadie que se salve. El 100% de los que nos hemos hecho estudios, nos han encontrado plaguicidas en sangre y orina. Lo mismo pasa con las madres lactantes. Cuando amamantan a sus hijos, transforman un acto de amor en uno de envenenamiento.

Entonces, hasta el momento, aguardan el llamado.

Sí, ahora tenemos que esperar que nos hagan el llamado para luego tratarse el proyecto en el Concejo Deliberante.

Otro de los temas que surgió fue el de los techos de fibrocemento de Metalúrgica. ¿Cómo lo están tratando?

Hemos hecho tres presentaciones: un pedido de informes al Municipio que fue respondido con agilidad; otro al OPDS que no fue contestado; y otra ante la Defensoría del Pueblo.

El Municipio nos respondió que no es responsable, que es una Industria Clase 3 y la responsabilidad es del OPDS. Pero nosotros creemos que no es así: hay una ordenanza ambiental que le asigna al Ejecutivo responsabilidades en el cuidado del medioambiente y la salud que son muy específicas. Además, la Constitución de la Provincia de Buenos Aires le asigna al Municipio la responsabilidad de cuidar la salud de la población.

Nosotros no decimos que están haciendo las cosas mal, simplemente pedimos información, que nos es retaceada. Nos dicen que los únicos que puedan darla es el área de prensa de Renault Argentina, que es inencontrable. Entonces, hacemos los pedidos a las autoridades públicas que tienen la responsabilidad de cuidar el ambiente y nuestra salud.

Nos preocupa porque las fibras de amianto son un cancerígeno Clase 1A, está absolutamente comprobado que produce dicha enfermedad. Una sola microfibra que no se ve, se clava en el pulmón y tiene características cancerígenas. 

Son chapas viejas, que vibran con el viento y se empiezan a desgranar. Pierden el amianto y es altamente probable que genere enfermedades. Entonces, los organismos nos tienen que llevar tranquilidad, pero hasta ahora no la tenemos.

¿Los peligros del desmantelamiento están solo en el techo?

No, hay otras cuestiones. Nosotros hemos hechos pedidos de informes sobre cuáles son los pasivos ambientales. Sabemos que hay PCV, que es un contaminante muy peligroso.

Es importante saber todo esto porque es muy probable que toda esa zona se transforme en un área urbanizada. Hay antecedentes de enfermedades, y sabiendo que puede pasar, el Municipio no puede mirar para otro lado y hacer responsable al OPDS, porque son tandilenses los que vivirán ahí. Debe tener una actitud más proactiva y echarle un ojo al desmantelamiento de Metalúrgica. 

Aprovechando tu experiencia en medioambiente. ¿Qué opinás sobre lo que está ocurriendo en el Amazonas?

El incendio en el Amazonas es un desastre a nivel local con fuertes impactos a nivel internacional, en el clima, en la provisión de agua dulce, entre otras cosas.

Me parece de una gran hipocresía como los medios y los países centrales están tratando el tema. Porque la causa de los incendios es la acumulación de los procesos de deforestación, pero mientras ocurren estos procesos nadie dice nada. 

La deforestación se hace para extender la frontera agropecuaria y producir ganado y carne para los países que hoy se quejan, como Francia. 

El problema no se visibilizó en los medios, no se lo puso en agenda. La deforestación no se muestra cuando está ocurriendo. 

Por otro lado, también me parece hipócrita lo de los países centrales, diciendo que esto es un desastre cuando nunca pusieron los recursos para cuidar este Amazonas que produce tantos bienes para la humanidad. 

El Grupo de los 7 puso 20 millones de dólares para luchar contra los incendios. Son dos bolsos de López, eso es lo que vale para ellos el incendio de Brasil. 

Por último, me parece un desastre la política de Bolsonaro en temas ambientales, claramente cuidar el Amazonas no está en su agenda.