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Lado B Carlos Javier Franco - Cactus

17/07/2019

"Los cactus y las suculentas, son una respuesta de la naturaleza a un clima extremo, árido, desértico, con suelos muy pobres. Pretender que acá al frío y con humedad florezcan bellamente, es imposible. Pero, aun así, sabiendo qué hacer ...logramos flores hermosas. El mundo verde es un regalo de nuestro planeta, en todas sus formas"

 «Los problemas son solo oportunidades con espinas»   

                                                                    Hugh Miller 


Es camionero y distribuye para BEER-TAN, nada hace pensar que una docena de años atrás su propia hiperactividad desencadenó un proceso de depresión por lo que su médico clínico le aconsejó "ir a un psicólogo". 

CARLOS JAVIER FRANCO (45), se muestra amable, calmo, sensible a la naturaleza y dedicado amante de su familia: Lorena, con quien se conoce de los 18 años y es la mejor compañera que la vida pudo brindarle, más las tres hijas de ambos, todas mujeres.

"Mi médico me dijo andá a un psicólogo para que te ayude a revisar la vida, separar lo que es importante y lo que no. Estás viviendo enloquecido y no vale la pena, no es cuestión de darte pastillas...es cuestión que vos mismo entiendas tu propia vida. Era el 2007 y yo tenía un estado de ansiedad constante, no tenía problemas de trabajo, ni de afecto, ni de familia... pero andaba loco todo el tiempo, angustiado y sin poder sonreir"

Javier (como lo llaman todos) acudió a la Dra. Rivas, el solo nombrarla le ilumina el rostro. Hace 12 años, ella supo ayudarlo a encontrar eso que le apasionara, algo que le gustara para empezar un hobby y que él jamás había pensado. La respuesta le llegó naturalmente: amaba el verde, la naturaleza, las plantas. Y allí se abrió una ventana.

Javier había guardado una tarjeta tras un incidente en la ruta en 2005: "yo viajaba conduciendo el camión y en la banquina...veo un auto con el capot levantado y una familia adentro. Al hombre se lo notaba desorientado y yo paré. Me bajé... lo asistí y lo llevé de tiro hasta la YPF unos cuantos kilómetros más adelante. Resultó que era un estudioso de los cactus y había recorrido el mundo buscando las especies más raras. Nos tomamos algo con su familia mientras el mecánico arreglaba su auto. Me dio su tarjeta invitándome a su vivero en Escobar. Yo lo sentí tan apasionado por lo suyo, sabía tanto... lo contaba con tanto amor, que la guardé. A los dos años, cuando la Dra. Rivas me recomienda buscar un hobby para descargar mis tensiones... nos fuimos en familia a Escobar. Él me recordaba, pasamos el día en su enorme vivero y descubrí un mundo que no sabía que existía"

Volvió de Escobar con ocho cajas de especies rarísimas y varios libros de regalo. Así inició su colección, su terapia, su pasión. Ese ocasional amigo de la ruta tenía más de 4.000 variedades, importaba y exportada. Despachaba cajas y cajas a todo el país. Era un sabio, un erudito en este tipo de plantas.

Los cactus y las llamadas "suculentas" son muy distintas al resto de las plantas. Esos cactus que vemos en el desierto mexicano con flores enormes y plenas de color, como expresa Javier: "son la respuesta de la naturaleza a un clima extremo, pretender que aquí en el frío, con humedad y en una maceta, den flores sorprendentes...es una utopía"

¿Qué tan difíciles son de cultivar y porque están de moda? Para Javier el cultivo de las suculentas, llamadas así porque todas almacenan mucha agua en su interior, es el mismo que el de las "crasas" que diferenciamos por no poseer espinas y tener hojas gordas  y chatas, en forma de rosetas o pétalos que solemos llamar "pasteles". El "cactus" es una especie  "espinada" con un gran tronco (parénquima) y con unas axilas que florecen en verano, al sol y ante la sequía. Cultivar estas especies es una actividad hermosa por la belleza y la gran versatilidad; porque de igual forma se usa  para decorar espacios en oficinas, eventos y partes de la casa. Las variedades tan diversas y los coloridos contrastantes pueden ser un elemento fácil de mantener sabiendo exactamente como asistir su evolución y crecimiento. No requiere tierra rica sino un sustrato mixto y más bien pobre. En invierno no se riega, y en verano hay que vaporizar con agua... el sol le permite sorprendentes cambios de colores y flores increíbles. Así, lo que normalmente era verde se vuelve rosado, morado hasta un maravilloso violeta. Tal vez como una recompensa por el cuidado que la planta ha tenido. Para que estén felices hay que tomar en cuenta la temperatura; los cambios bruscos pueden provocar stress que las vuelve azules y deslucidas. También las enfermedades y los hongos pueden producir manchas muy feas, hasta matar la planta.

Cactus y suculentas

  Son plantas adaptadas a la escasez de agua en las zonas que habitan, como la estepa o el desierto. Se las denomina XERÓFILAS: reservan agua en su interior por lo que sobreviven en territorios extremos, áridos, carentes de toda humedad y con altísimas temperaturas.

  Los cactus, forman parte del conjunto de las crasas o suculentas: ese órgano modificado para almacenar una enorme cantidad de agua, que les posibilita la supervivencia. Son originarios del continente americano, y se han propagado por todos los continentes. Hay más de 200 géneros botánicos de cactus y casi 5.000 especies documentadas. Todo cactus posee una aréola (yema axilar) donde crecen las espinas. Dueños de una admirable capacidad de adaptación, al punto que han podido pasar de la vida en el desierto a decorar un hogar, o en jardines de diversas partes del mundo, con climas muy diferentes. Los cactus tienen la cualidad de absorber la radiación que emanan los dispositivos electrónicos: TV, celulares, PC, además es grato en los ambientes de trabajo sin requerir mayores cuidados.

  Como cualquier otra planta, tanto los cactos como cualquier suculenta, mejoran la calidad del aire que respiramos y nivela la humedad del aire con sus profundas reservas de agua.

  Aunque sus espinas resulten amenazantes colabora a purificar el aire que respiramos. 

  Desarrollan el tejido parenquimatoso, lo que vuelve muy gruesos sus tallos cilíndricos o aplanados según la especie. Algunos son hermafroditas, otros requieren polinización para florecer.

  Muchos son comestibles, como la "tuna" ... cuando quitando las espinas y la cáscara es muy dulce. Sus jugos y mermeladas son famosos en México.

  Las espinas, son su defensa para que el néctar de su interior no sea consumido por las especies autóctonas, que hociquean por agua o por el dulce interior.

Ya hemos visto en las revistas de DECO y de JARDINES, que este año 2019 fue un "despertar" para suculentas, crasas y cactus. Llegaron pisando fuerte en la decoración y se volvieron una tendencia absoluta: desde las propias plantas, hasta en figuras decorativas, ropa o papeles para la pared. Javier y Lorena están pensando en vender las plantitas de alguna manera. Ellos viven entre el verde de su huerta que cuidan todo el año; ahora con acelgas, coliflor, brócoli y lechuga de invierno, suman las aromáticas ...la albahaca y el perejil; logrando ser sustentables. Consumen las "verduras de estación" de su propia huerta. En el verano, de sus manzanas, ciruelas, higos, cerezas y damascos nacen los dulces para guardar.

En casa de los Franco, la mesa es inmensa, la cocina es industrial. En ese hogar las reuniones son enormes, familiares y felices. Se puede sentir. Javier sigue buscando datos botánicos para aprender más, porque de ser un hobby y una terapia ya pasó a una expertisse sobre el tema. Cuida de los hongos y las cochinillas, de las "escamas" que son insectos casi imperceptibles, como los "hongos mosquitos", los ácaros o las arañitas rojas. Atiende los detalles, y confiesa que "estas plantitas como todo vegetal de este mundo, necesita amor y delicadeza"

Para multiplicar suculentas o cactus, hay que sacar esquejes (gajos) o si tiene flores recuperar las semillas. Sacar hijuelos, dividiendo la mata para injertar en otra planta o plantar separado...requiere sensibilidad y mucho cuidado: "cuando uno GAJEA, es decir ...saca gajos, queda claro debe destrozar una planta bella, fecunda y grande. Y poner todo el empeño y la sabiduría para que las nuevas plantitas prosperen"

Esto también tiene su lado negativo: "aquí tengo una PACHYPHYTUM enorme, de la que nunca saqué un gajo... y fijate como se expandió, es raro verla con esta forma, normalmente se sacan hijos y no llega a tener ni esta forma ni este tamaño. Aprendí que hay tener paciencia y saber esperar...creo que me curé al comprender los tiempos de la naturaleza y en especial los de estas suculentas... tiempos lentos, tiempos de espera, de observación. Hay un cierto fatalismo en la naturaleza, los ciclos se suceden, aunque uno no quiera, y llegan cuando deben llegar. Ese contacto, esa esperanza de la flor, del fruto, de los hijuelos... te acomoda cualquier acelere de esta vida tecnológica y a mil que nos rodea. Yo... lo recomiendo. Me volví un tipo tranquilo y sin estrés"

Facebook: Locos por los Cactus
e-mail:  viveroelsabueso@hotmail.com


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