Lloyd Alexander

Hace más de un mes, me sorprendió un aviso: VENDO LOTE DE MUÑECAS ANTIGUAS. Me conecté y hallé una historia singular: Micaela S. (25 años) con 2 hijas pequeñas está preparando su mudanza al departamento de 2 dormitorios que logró comprar (crédito hipotecario + mucho esfuerzo), así dejará la antigua casa de su abuela paterna fallecida. Ahora deberá reducirse a menos de la cuarta parte de la vivienda familiar: "cuando me casé me fui de esa casa y alquilamos, pero para ahorrar, cuando murió mi nona Delita volvimos. Allí siempre vivió mi padre, cuidó a mi nona porque mi tío vive en España. La nona me heredó hasta la colección de muñecas: 27 cajas con piezas hermosas junto a otras que asustan y mis nenas lloran si se las muestro. Algunas están rotas. Me conecté con casas de Bs.As., pero ya no compran muñecas de porcelana o me piden que las lleve para cotizar ¿Cómo hago para llevar 27 cajas sin saber cuánto me van a ofrecer? Intente aquí en Tandil, pero los anticuarios ya tienen muchas, incluso partes... y me dicen que no hay demanda. Yo tengo que reducir todo, en mi nuevo departamento no entra ni el modular, ni el comedor que papá me da, porque es muy grande. Las nenas tienen dos camas antiguas, bueno, las tengo que cambiar por dos cuchetas. No quiero tirar las muñecas, mi nona las adoraba...siempre tenía alguna en la cama o en la cómoda. Yo ahora tendré casa nueva, ¡pero gracias que pueda poner un buen somier!

Decidí buscar información y solo la podría hallar con mi amigo "el anticuario". Café expresso mediante, en Pinto al 900 me saqué todas las dudas. Carlos Vázquez (79) con más de cuarenta y cinco años entre antigüedades de todo tipo, me iluminó. Rodeados de libros, cuadros, marcos y juegos de porcelana, tacitas inglesas o bandejas de plata se sumó su esposa Susana.

La charla gira en torno a lo que nos produce placer en el hogar: "Cada vez hay menos paredes en las casas, los ventanales tienen enormes dimensiones y los TV ocupan lo que queda de muros. Los muebles de guardado están super comprimidos, casi no hay estantes y nadie quiere lidiar fregando miniaturas o sacando lustre a la platería. Si hay una fiesta se alquila un local con servicio y vajilla (no importa si los platos de SITIO son de cartón dorado) y si la fiesta es en la casa...usan material descartable. Este siglo expulsó las antigüedades de valor, salvo las luminarias que con cristales, caireles o diseños art decó se adaptan a la modernidad poniendo un toque de estilo. Fijate, una muñeca de 1900 con estos pelos o una cara poco suave...asusta a los chicos. Son delicadas hasta para manejarlas, como dice Susana: si no podés lavar un chiche en el lavarropas o meterlo en la pileta con detergente, no se los compres. Mi bisnieto de 2 años le tiene miedo a las cajas...y así desnuditas ¡llora con verlas de lejos!"

CON LA PORCELANA NO SE JUEGA

No nacieron para JUGAR, sino para maquetas de moda. En la Europa de 1830, no existían desfiles de moda, ni agraciadas y cuidadas modelos como en la actualidad, surgió entonces la idea de fabricar muñecas con cara de porcelana, cuya figura representaba mujeres de manera que, vestidas con distintas prendas, fueran mostradas a las damas de la burguesía como ejemplos de las colecciones de vestidos... obviamente en las tertulias de té en las casas acomodadas.

Hasta 1935 se fabricaron este tipo de muñecas con cara de porcelana, existieron cientos de fábricas, la mayoría alemanas, austriacas, francesas e inglesas. En general, las marcas están grabadas en la nuca de la muñeca con el sello del fabricante, fecha y la "medida" que variaba en tres "talles" por cada modelo.

La mayoría de las muñecas de porcelana tienen la cabeza de ese material y un cuerpo hecho de otro, las primeras eran de tela o cuero muy suave para cuerpo, brazos y piernas, luego evolucionaron hacia una mezcla de papel mache con yeso, aserrín y pegamento para finalizar con acabado de esmalte. En muy pocos casos se hallan cuerpos de porcelana por la extrema fragilidad, lo que sí podemos decir que todas han tenido los ojos de cristal. La porcelana requiere una base de arcilla especial y cocción superior a los 1.260 °C. Si había un lugar exquisito para el material, los hornos y el talento... fueron los bosques alemanes de Turingia, zona mineral de canteras ricas en caolín. Francia había tenido la idea de las muñecas por 1830 con bellas caritas casi orientales de porcelana china; hasta que Alemania desarrolló su máximo destello con fábricas como SIMON & HALBIG y KESTNER... o las prestigiosas KÄMMER & REINHARDT que junto a HEUBACH, allá por 1890, ya las concibieron no para la moda sino como "juguetes para niñas"

Al inicio del siglo XX había muñecas francesas y alemanas pensadas para el juego infantil, con atuendos de época, similares o iguales que los de sus dueñas, a modo de ajuar... con cabello natural y ojos que se cerraban cuando la muñeca se reclinaba. Un curioso sistema de contrapeso colgando de un eje que unía las bolillas de cristal.

Las muñecas parisinas comenzaron a fabricarse en Alemania y Austria, que había desarrollado un sistema de "articulaciones" para mover brazos y rodillas en cerámica bastante robusta; a lo que sumó un acabado mate más natural, cerró las boquitas sonrientes para poner de moda las "bocas cerradas". Ya corría 1920 y el mohair reemplazaba al cabello natural abaratando costos, cuando los franceses JUMEAU, BRU, GAULTIER, ROHMER, SIMONE y HURET crean varias líneas de menor precio para hacerlas populares. Así nace el famoso barrio "des poupées", aunque sus cabezas eran a menudo fabricadas en Alemania, aún hoy existen las tiendas especiales en el famoso Passage Choiseul, una cortada con techo de vidrio en el Distrito 2° de París. Allí, los accesorios de moda se mezclan con las primeras poupée que podían tener "ropa a su medida".

Las facciones cambiaron y de jovencitas se volvieron niñas pequeñas y bebés; incluso bajo nombres que aglutinaban varios fabricantes, la S.F.B.J: Société Française de Fabrication de Bebés, un consorcio que las hizo accesibles llenando el mercado con estos nuevos pequeños niñitos para el juego de las niñas.

Siguieron las novedades, en 1899 ARMAND MARSEILLE lanzó las famosas "dolly-faced" (cara de niña) con tal éxito que enseguida salió a la venta el "penny-doll" (muñecas de centavos o peñiques), no eran articuladas, el cuerpo era de tela rellena de aserrín. EEUU crea las "Kewpie" de cartón piedra, hasta que la guerra interrumpe la producción renaciendo en los '50, pero con los rostros de porcelana. En el Río de la Plata, los años de gloria económica habían sembrado la costumbre y la iconografía de estas muñecas con enormes ojos azules y ropas llenas de encajes y puntillas.

Existían en Buenos Aires las "clínicas de muñecas" y casas que proveían los ajuares según la moda. La reproducción artesanal de muñecas de porcelana creció lentamente como hobby, mientras como desafío comercial se generaban nuevos modelos más sencillos y baratos. Esta fiebre abarca de 1950 hasta mitad de los '70 con una red basada en las "artist-dolls" con facciones emulando actrices del cine o personajes de film y novelas, como el nacimiento de las "Barbie" en 1959 por la fábrica Mattel Inc. (EE.UU.) en base al diseño alemán de la "Bild Lilli". Gran Bretaña y Australia fueron pioneros en fabricar moldes, retales y accesorios como Seeley's & Wandke, cuya red a escala mundial sumó clases y seminarios para reparar o calificar a cotizadores de muñecas.

Argentina se reserva todavía muchos ejemplares bellos y valiosos, pero requieren expertos para una correcta tasación, con precios que varían mucho según la calidad, el estado en que se encuentran, el origen y los sellos originales. Las muñecas que están pintadas con más habilidad y detalle son las más valoradas. Otras cualidades apreciadas incluyen bocas cerradas y expresiones que no son "bonitas", como un rostro lloroso. Los cuerpos articulados son más buscados que los inarticulados de madera, y estos a su vez se valoran más que los de cartón piedra o cuero.

Una muñeca francesa de 1860/1890 con sellos de Jumeau, Bru y Huret pueden valer por encima de los u$a 20.000. Las bebés y las de cartón que son posteriores, si son alemanas pueden tocar hasta los u$a 3.000. Las posteriores a 1930 y según el estilo y la fábrica deben conformarse con unos cientos de dólares... que no está nada mal, si liberan espacio que la vida de este nuevo siglo pide para otras cosas. Las muñecas sin marca ni sello de fabricante obtienen precios más bajos, pero hay muchas excepciones. ¿El problema? Es que son muy pocos los que compran estas piezas delicadas, difíciles de exhibir y de guardar. No aptas para jugar.

Como el título de esta nota, aludiendo a la famosa pieza del dramaturgo noruego Henrik Ibsen, estrenada en Copenhague en 1879; obra que cien años después fuera varias veces película. Quizás la primera expresión feminista testimonial en el teatro y el cine, con una protagonista casada que se rebela al sentirse la muñeca de su esposo: "He sido una muñeca grande en esta casa, como fui una muñeca pequeña en casa de papá. Y me divertía que jugaras conmigo, como a los niños verme jugar con ellos. He aquí lo que ha sido nuestro matrimonio."

Cuando Marie Kondo desembarcó con su método del orden: "si te hace feliz consérvalo, sino déjalo ir", hubo un clic que nos indicó un camino de moderación -confesemos que muchos ordenamos y regalamos pila de cosas- repensamos el aprovechamiento del espacio y lidiamos con los recuerdos más valiosos. Dejar solo 30 libros, para mí es un asesinato, pero revisar la ropa que no uso o la cantidad de jarros y vasos olvidados ocupando sitio en la alacena... no está nada mal. Esa pregunta ¿te hace feliz? NO ES UN DISPARATE, al contrario: es la crisis necesaria para decidir con qué nos rodeamos. No guardar recuerdos, mejor usar recuerdos que los torna vivos. De eso se trata.

Carlos sostiene que es interesante analizar qué cosas elige comprar hoy la gente: "una muñeca seguro que no, pero un duo de tacitas de porcelana Dresden (Sajonia, Alemania), un bello recipiente de cristal de Bohemia (Checoslovaquia del siglo XIII) nunca desentonan, buscan saleros, pimenteros o frascos de vidrio añil de TROLIT (Barcelona) ...eso sí se vende y es un muy lindo regalo para cualquier motivo o fecha. Se buscan marcos de cuadros en grupo de dos o tres, un regalo bueno que no es caro; hasta se pueden armar grupos de marcos pequeños para colocarles espejos; regalar un recipiente de cristal para el jabón en lugar de comprar una línea moderna... se aprecia mucho. Pero requieren quien las sepa valorar. En un mundo donde la mayor muestra de cultura es el tamaño y modelo del celular... poco nos queda por hacer a los anticuarios"

Carlos tiene bellas muñecas y algunas para restaurar. Me entero de muchas cosas sobre las MUÑECAS DE PORCELANA, que no nacieron para ser juguetes. Por eso le dediqué el recuadro. Fotografié una muñeca alemana de tres caras: sonríe, llora y duerme. La capucha disimula las caritas que no se muestran.

Para Susana, los tiempos apresurados no empañan los recuerdos, reflexionando: "tienen sentido cuando son parte de nuestra vida, los chicos de hoy harán sus propios recuerdos. No podemos dejarles la mochila de un pasado que no les es propio. Si ven esta maravilla francesa de JUMEAU sin ropas se asustan, o esta alemana de KESTNER, son de 1870, 1880... pero no tienen las facciones de Elsa de Frozen ni de la Capitana Marvel.Otros tiempos, otros juguetes, otros niños... "

Los Vázquez tienen razón, ¿cómo podríamos enamorarnos de unos ojos vacíos o inertes, de una boca extremadamente pequeña o de articulaciones muy extrañas? Tal vez porque los niños amaron a los MINIONS de un solo ojo, a los NAVY azules y a NEMO cuyos ojos se salían de su chata figura, pero PIXAR -la subsidiaria de DISNEY en animación digital- estudió por años, las formas redondeadas y más atractivas para los niños, analizó cada reacción antes de crear a COCÓ y su personaje de Miguel que convive con los muertos... y no les da miedo. Hay colores adecuados, bordes romos, movimientos sensorialmente amigables. Nunca es espontáneo, sino estudiado y analizado. Al final, vemos un REMIX en estas recreaciones tan de moda, como lo que Carlos destaca para tener en cuenta: "¿Sabes que han vuelto las barberías? Sí, hacen la barba para que quede perfecta, mantienen esos rapados con diseños, están entrenados y son espacios masculinos, con un bartender que ofrece un trago de la barra y algo de música. Ambientadas con un toque retro: antiguos y renovados sillones de barbería, el poste de barbero rayado girando afuera, las navajas de hojas prestigiosas... GAMBINO tiene 12 locales en capital, otra se llama BACAN (zona Belgrano), otra BARBER JOB (Palermo y Recoleta), y hay más. He vendido algunas piezas bellas que tenía, porque han retomado una costumbre perdida, y vuelve a formar parte de la vida cotidiana. Causan sorpresa las tijeras "despabiladoras" que son fenomenales para las velas y vienen del siglo XII, objetos raros que tienen demanda. Aunque los metros cuadrados para vivir sean cada vez menos... estoy seguro que un detalle del pasado lo ayuda a ser un HOGAR, porque los recuerdos pueden tener forma y volumen"

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