NOTA DE TAPA - EDICIÓN PAPEL

Basura hasta la cabeza

29/06/2019

Al comenzar la segunda década del siglo XXI cada persona generaba en Tandil alrededor de 900 gramos de residuos diarios. El año pasado llegamos a 1,063 kilos por persona.A este ritmo se estima que el relleno sanitario se llenará antes de 2021.

Al comenzar la segunda década del siglo XXI cada persona generaba en Tandil alrededor de 900 gramos de residuos diarios. Para finales del mismo período traspasamos el techo del kilogramo por día. En 2017 la media fue de 1,101 kilos. El año pasado llegamos a 1,063 kilogramos por persona, en promedio, cada 24 horas. A este ritmo se estima que el relleno sanitario se llenará antes de 2021.

Un repaso de las cifras año por año evidencia en líneas generales un incremento sostenido. En el año 2010 desechamos 42.150,5 toneladas. Para finales de 2018 el número trepó un 25,7 %, hasta alcanzar las 52.966,5 toneladas.

Manuel Díaz Delfino es gerente de Usicom, una división de la Usina de Tandil que diversifica el objeto social primario de la distribuidora de energía eléctrica al emprender otros negocios ligados a la cosa pública. Lleva adelante la operación del relleno sanitario desde julio de 2015, en ejecución de un convenio que se extiende hasta 2030.

Confirma que el volumen de residuos que se descargan en el relleno sanitario para su disposición final crece aproximadamente en dos puntos porcentuales por año, con excepción de los últimos doce meses en los que se vio un retroceso del 3 % y que Díaz Delfino atribuye a la recesión antes que a las incipientes experiencias de reciclado en algunos barrios de la ciudad.

"El reciclado va a ayudar a disminuir la cantidad de residuos que van a disposición final, pero la disminución actual se debe a la crisis económica", sostiene.

El módulo de tierra asignado actualmente al relleno comenzó a utilizarse en febrero de 2014 y aún le queda aproximadamente un 30 % de capacidad, lo que equivale a un período de entre dos y tres años.

"Aún hoy son pocos los distritos de la provincia de Buenos Aires que tienen relleno sanitario y el de Tandil lo recibimos en buenas condiciones, nosotros continuamos la operación con la misma gente, incorporando algunas personas de Usicom. Fuimos mejorando algunos procesos y comprando maquinarias", explica Díaz Delfino.

En términos comparativos Tandil está muy bien en este sentido, pero no alcanza a ingresar en el muy reducido grupo de municipios que ya implementan alternativas superiores, con separación y reciclado.

Mientras tanto, el Municipio estudia la ampliación del relleno sanitario que deberá estar concretada antes del año 2021. Es posible ampliar hacia parcelas circundantes al predio actual y "sería beneficioso porque ya hay servicios instalados y solo habría que extenderlos", pero no es excluyente y depende, entre otros factores, del interés de los propietarios en vender la tierra y del monto que pidan por ella.

El relleno sanitario que reemplaza el antiguo basural a cielo abierto funciona desde el año 1998. La gestión inicial fue de la empresa Clear S.A., hasta el ingreso a mediados de 2015 de Usicom. Los vecinos pueden llevar de lunes a domingo cantidades pequeñas sin pagar. Incluso es gratis la disposición de volúmenes más grandes, como restos de poda que a veces ocupan una caja completa de camioneta o un carro.

LAS ONG QUIEREN MÁS

Algunas organizaciones de corte ambientalista reconocen el valor del relleno sanitario, aunque insisten en dar un paso más que avance hacia la separación en origen. Durante años esta visión fue rebatida por un sector del gobierno local que insistió en la dificultad de implementar un sistema que dependiera de la voluntad y el compromiso de las familias. El argumento indicaba que lo más difícil no sería implementar recorridos diferenciados sino lograr que la población no mezclara los residuos o directamente sacara todo en la misma bolsa, como se hace desde el inicio de los tiempos de la recolección domiciliaria.

En el camino se han ido dando algunos pasos que alientan una gestión domiciliaria de residuos más a tono con la necesidad de proteger el ambiente. En esta línea se crearon las estaciones Punto Limpio, donde se reciben materiales reutilizables, se los separa por tipo y se los entrega a organizaciones que trabajan en su reciclado. El círculo es virtuoso. No obstante, el impacto en términos cuantitativos no es muy grande.

¿Quiénes y qué reciclan?

CIANE: Cartón y papel.

TALLER PROTEGIDO: Plástico y aceite de cocina usado.

COOPERATIVA DE RECICLADORES: Metales.

ASOCIACION PUNTO VERDE: Telgopor y vidrio.

PACHACAMAC: Telgopor procesado (para fabricación de ladrillos).

MESA SOLIDARIA: Envases tetrabrik.

MUNICIPIO Y FACULTAD DE EXACTAS: Rezagos eléctricos y electrónicos.

Estas iniciativas instalan en la agenda local una cuestión ambiental ineludible; es imperioso reducir la cantidad de desechos que terminan en los rellenos sanitarios o se amontonan en los basurales a cielo abierto. Las islas de plástico en mar abierto y el daño concreto que este material ocasiona en la fauna es una amenaza global. La prohibición del uso de bolsas plásticas en supermercados y almacenes apunta a ese problema y aunque suma, de poco sirve si no se recicla la ingente cantidad de contenedores plásticos que utilizamos a diario y luego tiramos a la basura. Tardan 150 años en degradarse.

En línea con la necesidad de cambiar el paradigma del tratamiento de los desechos en septiembre de 2016 se creó la Mesa GIRSU (Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos). Luciano Villalba la integra en representación de la Universidad Nacional del Centro. Comenzó como iniciativa de algunos concejales que estaban preocupados por la temática y se sumó la universidad y otras asociaciones que trabajan en la gestión de residuos, como la cooperativa de recuperadores urbanos.

La organización ha consolidado una visión de la gestión integral de residuos e hizo propuestas de ordenanzas que presentó a través de la Banca 21 del Concejo Deliberante.

"En 2017 hicimos un análisis FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas) del sistema que se emplea en la ciudad. El punto fuerte es que tiene un relleno sanitario reconocido y que funciona bien, como una amenaza vemos que ese relleno está llegando al final de su vida útil y no hay certezas sobre qué va a ocurrir después. Es una decisión que debería ser tomada de forma participativa, creemos que debe incluir a todos los actores, sobre todo a los actores informales", destaca Villalba.

Uno de los proyectos de ordenanza presentados y que está en estudio tiene que ver con lo que se denominan grandes generadores de residuos. Plantea que los recuperadores urbanos podrían dar valor a los residuos que previamente deberían separar en origen estos grandes generadores.

"Proponemos que sean, por ejemplo, cabañas, hoteles, supermercados, el casino o el parque industrial, pero también podrían estar en ese grupo barrios como el Country de Tandil o las asociaciones del Plan Familia Propietaria", explica.

Para la Mesa GIRSU avanzar en ese proyecto tendría un impacto considerable en el corto plazo, al disminuir de forma considerable la cantidad de residuos que deberían disponerse bajo tierra en relleno sanitario. Esto sería debido a que "de los residuos que llegan al relleno, menos de la mitad se genera en los hogares; el mayor volumen corresponde a estos grandes generadores".

Villalba considera importante trabajar con estos grandes generadores porque "son muchos menos que los vecinos particulares y esto posibilitaría avanzar más rápido".

VENCER LA INERCIA DEL SISTEMA

En la Mesa GIRSU coinciden en un diagnóstico: "La transformación tiene que vencer la inercia del sistema, que obedece a que ya están adquiridos los camiones compactadores y está el relleno sanitario en marcha. Quizá el agotamiento del relleno sanitario actual permita pensar en una planificación distinta y a más largo plazo".

Estos cambios a gran escala son abonados por muchas iniciativas que vienen desde abajo, como los grupos de vecinos que emprendieron planes de separación en origen y reciclado con el soporte de la Dirección de Medio Ambiente. Otra gran posibilidad para avanzar en una mejora del sistema actual es debatirla en el Acuerdo del Bicentenario (ABC), donde participan el Municipio, la Universidad y varias organizaciones ambientalistas.

"Ya es hora de empezar con una experiencia más amplia, estas son cosas que vienen surgiendo solas junto con una mayor conciencia ambiental y el Estado tiene que apoyar y liderar este cambio", remarca Villalba y demanda que la gestión municipal se ponga a la cabeza del cambio: "Estamos ante una gestión reactiva, los Punto Limpio se abrieron como reacción a la insistencia de los vecinos. El barrio de graduados estuvo haciendo transporte de materiales reciclables por su lado hasta que más de un año después se sumó el Municipio. Estas iniciativas surgen espontáneamente pero el gobierno debe potenciarlas. Y hay que jerarquizar el área de Ambiente, no tiene presupuesto, ni siquiera tiene un vehículo".

El oficialismo fue invitado a participar en la Mesa GIRSU pero declinó su participación. "A la mesa no viene el oficialismo. Los hemos invitado pero no quieren participar".  No obstante, estos actores sí se encuentran en el ABC y en ese ámbito institucional más amplio podrían surgir programas superadores del statu quo actual, que no es malo pero puede ser mejor.

Villalba está convencido de que en la administración comunal hay tensiones en cuando a la gestión de residuos: "Algunos quieren avanzar y otros quieren dejar las cosas como están. La cuestión es compleja como está ahora y con mayor separación, sería más compleja aún, tal vez por eso un sector no quiere enfrentar el cambio. Se ha llegado a acuerdos con los trabajadores de Servicios y se han comprado camiones compactadores. Y sin ir más lejos, en la Dirección de Servicios no creen en la separación en origen. Son tensiones internas perfectamente normales, siempre hay incertidumbre sobre lo que puede representar un cambio".

El proyecto de grandes generadores de residuos, que evalúan sería un buen comienzo, por ahora no tuvo avances. "Fue presentado hace más de un año. Del Concejo Deliberante fue remitido al Departamento Ejecutivo y no tuvo respuesta ni devolución alguna". La Mesa GIRSU insiste a través de concejales de la oposición para que desde la comisión de Producción, Trabajo y Medio Ambiente traten de obtener alguna respuesta formal del gobierno.

Pero cree que cambios concretos podrían surgir del Acuerdo del Bicentenario. "Creo que el espíritu del ABC es una buena oportunidad, estamos haciendo lo posible desde la universidad para trabajar participativamente esas cuestiones".

LAS PIONERAS

Una década atrás, con el empuje de  Eva Ejdin, Leticia Saligari y Ligia Laplace, la Fundación del Hospital de Niños comenzó a trabajar en el reciclado de envases PET. En una primera etapa recibía botellas plásticas en un galpón de la calle Caseros, donde una prensa compactaba en material para luego venderlo a mayoristas fuera de la ciudad. La campaña "Tandil Verde" creció hasta que sus puntos de depósito alcanzaron a varias estaciones de servicio y centros comunitarios. Entonces la planta se mudó junto al ferrocarril, donde los bloques de PET se cargaban en vagones de tren. En el largo plazo la experiencia fracasó porque resultó antieconómica, pero creó conciencia al punto que hoy ese programa es reconocido como punta de lanza en materia de programas ambientales y otras instituciones se especializan en el tratamiento de distintos tipos de materiales reutilizables.

UN CAMBIO QUE VIENE DE ABAJO

Mientras se debaten modificaciones estructurales en el ámbito público, decenas de familias tomaron decisiones concretas sobre la gestión de los residuos que se producen en sus hogares. El caso del Barrio de Graduados Universitarios, ubicado en la zona más al norte de la ciudad, es considerado el primero que se lleva a cabo en forma organizada y comunitaria, una experiencia piloto cuyos resultados son esperanzadores.

Romina Loray es licenciada en relaciones internacionales, residente del barrio y participante, como sus vecinos, de la iniciativa.

"La verdad es que nosotros no inventamos nada, las cuestiones más novedosas salen de la necesidad de dar una solución a un problema. Nosotros comenzamos a mudarnos en 2016 y nos planteamos qué hacer con la basura que generábamos como barrio, y que en un principio iba a ser dificultoso que pasaran los recolectores porque estamos muy lejos. Algunos teníamos un interés particular en el tema, varios contábamos con experiencia en la realización de compostaje en nuestros hogares y llevábamos los residuos reciclables a las estaciones de Punto Limpio".

Se fueron dando una organización para convertir la idea en un sistema. Pronto hubo que organizar una logística adecuada a escala barrial. "El baúl del auto del vecino al que le tocaba llevar los materiales quedó chico porque se empezaron a sumar otras familias", rememora Loray.

Entonces se contactaron con la Dirección de Medio Ambiente del Municipio y lograron crear el Punto Limpio Itinerante, que ya tiene un año y medio de funcionamiento. "Todo se fue dando de manera muy natural con la energía de los vecinos que se comprometían con el proyecto y con cuatro o cinco que siempre están observando formas de mejorarlo y de que prenda en otros barrios".

Los residentes de esa zona presionaron sobre el Estado y "por suerte encontramos una Dirección de Medio Ambiente predispuesta a acompañar, a pesar de que no tiene presupuesto para llevar adelante políticas públicas".

Loray celebra los adelantos que se fueron dando: "Hoy estamos discutiendo la posibilidad de implementar un móvil que circule por todos los barrios que reciclan, en el que se puedan colocar los residuos recuperables que después se reparten a las organizaciones sociales que hacen el reciclado de los materiales. Esto mejoraría mucho el esquema actual en el que los vecinos tenemos que montar la estructura con los bolsones, carteles y demás cada vez que hacemos el operativo, la verdad es que tenemos mucha expectativa".

Otra de las patas de la mesa de la gestión integral de los residuos es el tratamiento de los residuos orgánicos. En Graduados está muy extendida la práctica del compostaje. Algunos lo hacen en su casa, otros en forma comunitaria por manzana. "Y trabajamos sobre cada nueva familia que se muda para tratar de que hagan la clasificación de los residuos reciclables", sostiene Loray.

Para alguien que durante toda su vida desechó en la bolsa de residuos absolutamente todos los residuos el cambio es muy grande, pero "se puede empezar por las botellas plásticas y latas, que es más sencillo, y ese hábito se va haciendo constante y se extiende después al resto de los residuos. La idea es que cada vez enviemos menos al relleno sanitario".

Loray ejemplifica: "En casa somos una familia de cuatro personas. Sólo generamos una bolsa de residuos por semana y ni siquiera la sacamos llena. Estamos colaborando haciendo nuestra parte, estamos convencidos de que si el sistema sigue como hasta ahora, sin reciclar, el relleno sanitario va a explotar".

EFECTO CONTAGIO

Hoy son siete los barrios que llevan adelante programas de tratamiento integral de residuos con separación en origen. A la primera experiencia del Barrio Graduados Universitarios se sumaron La Elena, Brisas del Lago, Arroyo Seco, El Country, El Paraíso y Uncas. Una octava urbanización, el Barrio San Nicolás, se alista para participar de este grupo de vecinos que caracterizados por su compromiso ambiental.

Clara Lecroq vive en La Elena y lleva más de seis meses separando en origen los residuos. Allí comenzaron con apoyo de vecinos de Graduados y del director de Medio Ambiente, Héctor Creparula.

"Lo hacemos cada 21 días, pero a veces pueden pasar unos días más porque la jornada del Punto Limpio Itinerante es en la calle y entonces depende del clima".

Al igual que en el barrio Graduados, alrededor del punto de recogida se van desarrollando otras acciones amigables con el medio ambiente, como pequeñas ferias de productos naturales. "En una de las reuniones montaron una venta de verduras de huerta y plantines. La idea es que el espacio se vaya ensanchando para incluir otras actividades relacionadas con actividades sustentables", cuenta la vecina.

Por ahora son veinte las familias que participan. Un dato alentador es que ninguna de las que comenzó desertó y se van sumando quienes se contagian. "Queremos darle más difusión porque en el barrio somos muchos más y estaría bueno que se sumen". El Punto Limpio Itinerante se arma en la esquina de Pierroni y Calihue, a tres cuadras de Jujuy, una avenida importante de La Elena.

En tren de mostrar la simpleza del asunto, Romina le cuenta a El Diario de Tandil cómo es la gestión en su casa: "Tenemos un tacho como los cestos de ropa, adentro van bolsas de tela para los distintos materiales. Aparte tenemos un tacho para hacer compostaje que cuando está lleno lo sacamos, lo enjuagamos y volvemos a poner en la cocina".

El compostaje es un capítulo aparte porque hay varios métodos. Algunos requieren fabricar o comprar un contenedor. "Nosotros utilizamos el método pila que nos enseñó la asociación Punto Verde cuando hizo un taller en Cerro Leones. Es el más sencillo. Tirás la materia orgánica directamente en la tierra y lo tapás con ramitas y hojas secas, sin cajón, ni contenedor, ni nada. No tengo roedores y los perros no se acercan. Eso da al final del proceso una tierra negra espectacular que sirve para abonar y hacer plantines.

Los resultados de la separación en origen se ven de inmediato en la cantidad de basura que sacan para que se lleven los recolectores: "Apenas una bolsa por semana y bastante livianita", dice Romina, aunque reconoce que aún no pudo resolver el tema de las piedritas sanitarias de sus gatos. "No queda otra que tirarlo a la basura porque no se puede reutilizar ni conviene enterrarlo".

EL COLEGIO ES UN VECINOS MÁS

En el Uncas, además de los residentes, participa la comunidad educativa del Colegio Nuestra Tierra. El vecino Julio Pagola confiesa: "Nos picó el bichito de lo que estaban haciendo en otros barrios así que nos pusimos en contacto con la gente del barrio de Graduados, nos explicaron cómo lo hacían ellos y entonces coordinamos para repetirlo en Uncas con el director de Medio Ambiente, Héctor Creparula, que tiene una predisposición espectacular y lo pusimos en marcha junto al colegio. La institución es un vecino más del barrio y tiene en su currícula la temática ambiental".

Dice que Romina, la directora del jardín de infantes, fue muy importante. "Los chicos del nivel inicial hicieron todos los carteles que se colocan cuando se monta la estación itinerante del Punto Limpio para indicar qué tipo de residuo va en cada contenedor".

Esa estación se arma en Cagnoli y Sinka, donde funciona el estacionamiento del jardín de infantes. "Necesitábamos que estuviera cerca del colegio porque ahí juntan durante la semana materiales reciclables que los chicos traen de sus casas y así es más fácil trasladarlos hasta los bolsones", indica Pagola. En ellos van, de forma separada, pilas, telgopor, cartón, papel, envases de tetrabrik, botellas plásticas (PET), rezagos informáticos, vidrio y latas (de alimentos, bebidas y cerveza).

El debut fue más que auspicioso. "Lo sorprendente es que en las dos horas se llenó el camión que mandó la Municipalidad, la verdad es que lo rebalsamos".

Y en la reunión prevista para el mes de julio comenzarán con un taller de compostaje coordinado por el Municipio. "Es otro de los temas que interesa mucho a los vecinos porque sería un complemento muy interesante para el reciclado. Para nosotros es muy importante porque nos educa a nosotros, que tenemos una vida ya transitada, pero en el colegio los chicos empiezan casi desde cero y van a ser personas mucho más comprometidas con el cuidado del planeta".

Pagola insta a participar de estas iniciativas tanto como a no tirar basura en las calles. "Vemos gente que tira botellas, latas, envoltorios... cuesta mucho tener limpia la ciudad y todos tenemos que ayudar".

¿CÓMO FUNCIONA PUNTO LIMPIO ITINERANTE?

La modalidad de autogestión surgió a partir de la propuesta del Barrio de Graduados Universitarios y hoy se aplica en siete urbanizaciones, con una octava a punto de sumarse. "Es gente preocupada por las cuestiones del cambio en las formas de vida respecto a los residuos, se fueron acercando para proponer una dinámica de reciclaje para zonas alejadas de los puestos fijos de Punto Limpio", le dice a este medio Héctor Creparula, director de Medio Ambiente.

Cada tres semanas y de acuerdo a un cronograma establecido por el Municipio y los vecinos de cada barrio, se monta una estación de recolección con bolsones separados y durante dos horas los vecinos acercan esos materiales que luego se transportan en un camión y se distribuyen entre las organizaciones que trabajan cada tipo de residuo.

"Es destacable esta modalidad de autogestión con asistencia del Estado", evalúa el funcionario.

"En todos los casos usamos el mismo método, cuando de un barrio nos dicen que quieren sumarse les recomiendo que vayan a alguna de las fechas en que hacemos el Punto Limpio Itinerante, que miren y pregunten cómo hacen en otros barrios y después nos juntamos con los interesados para pautar fechas y lugares y arrancamos la experiencia. Los vecinos se organizan a través de los grupos de WhatsApp. Hasta ahora venimos muy bien, se suman barrios y parece que el tema va a seguir creciendo".

Envia tu comentario

Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algun comentario violatorio del reglamento sera eliminado e inhabilitado para volver a comentar. Enviar un comentario implica la aceptacion del Reglamento

Últimas noticias

DEL 18 AL 21 DE ABRIL

DEL 18 AL 21 DE ABRIL

La agenda del fin de semana en Tandil


2008 - 2024 © www.eldiariodetandil.com | Todos los derechos reservados