No obstante, la cita desembocó en una promesa alentadora para la entidad anfitriona.

"Es una cuestión de sensibilidad política, los entiendo perfectamente. La crisis la sufrimos todos", aseguró Santamarina a los miembros de la comisión directiva de la Cámara Empresaria, ante quienes ofreció su gestión para lograr la presencia de un representante de esta institución en una reunión que próximamente tendrá lugar en Tandil a la que asistirán funcionarios nacionales y provinciales de todas las áreas: el Gabinete Federal de la Producción.

Ante ellos será posible, de llegar a buen puerto las tratativas de Santamarina, expresar todos los inconvenientes vinculados con la gestión oficial que atraviesan las pequeñas y medianas empresas y que no son eje exclusivo de la cartera laboral.

PROBLEMA A PROBLEMA, ÁREA POR ÁREA 

Sin dejar de referir su confianza en torno a un inminente lanzamiento de medidas en favor de las pymes de parte del gobierno de Mauricio Macri, ni dejar de recordar que su cometido exclusivo al frente del Dirección Regional es la lucha contra el empleo no registrado, Santamarina y Martiniano Corbetta -gerente de Capacitación y Empleo laboral- escucharon quejas vinculadas con asiduas inspecciones laborales en ciertos establecimientos, como así también arbitrariedades administrativas durante esas incursiones que generan graves dolores de cabeza a los titulares de los negocios.

Frente a esas descripciones, los dos funcionarios explicaron que el sentido de su gestión no está centrado en persecuciones ni la búsqueda de multas que deparen más fondos a la administración pública -Trabajo no es agente recaudatorio,  aclararon-, y bajo ese perfil en varios pasajes reiteraron su comprensión total de la coyuntura.

De tal modo, ofrecieron "recepcionar" y "resolver" cualquier tipo de problemática específica que pueda suscitarse  tras el desenvolvimiento de agentes del Ministerio de Trabajo de Nación.

Pero si bien al inicio del encuentro Agustín Usandizaga -presidente de la Cámara Empresaria- advirtió que la convocatoria no implicaba "hacer catarsis ni plantear cuestiones imposibles, sólo cosas que se puedan resolver", el desarrollo del encuentro fue dejando al descubierto infinidad de complicaciones cotidianas que las empresas afrontan y ante las cuales resulta harto complejo determinar qué espacio de la administración pública tiene la potestad de resolverlas.

Frente a detalles que revelaron el dramatismo y la magnitud de la crisis que se atraviesa -incluido el testimonio de empleadores que allí mismo dieron fe de su voluntad de sostener fuentes de trabajo aún cuando el nivel de actividad conllevaría hoy a tener "mínimo" entre un 10 y 15 por ciento menos de personal, o relatos en primera persona de quienes pese a pagar en término y en buenas con la ley han sufrido el embargo de las cuentas bancarias- Santamarina y Corbetta dejaron en claro su comprensión y deseos de que todo eso se resuelva, cuanto antes.

Al respecto quedó pendiente entonces, como primer paso, la posibilidad de que en breve los responsables inmediatos de cada una de las áreas involucradas a nivel nacional y provincial sepan qué es lo que está sucediendo, de boca de los propios damnificados tandilenses.