30/12/2018
La politóloga y analista internacional, Agustina Vistalli, nunca pasa desapercibida. Es la protagonista de una carrera trepidante, con viajes a un centenar de países, presente en cumbres globales junto a los máximos líderes planetarios y ahora totalmente renovada, tras una experiencia interna transformadora.
por
Mauro Carlucho
Nació un 16 de mayo en Tandil; lugar adonde
siempre se vuelve en busca de afectos, tranquilidad y aire puro. Hija de Laura
Zuzulich y Enrique Vistalli, hermana de Facundo. También es la madre de Shakty,
bebota que es la luz de sus ojos.
Desde muy chica tuvo en claro que quería para
su vida. "No sé cómo explicarlo, pero
fue una vocación que siento desde muy chica. Siempre dije que iba a trabajar en
política y a viajar por el mundo. Mi mamá me cuenta que todavía iba al jardín
cuando yo les decía que iba a ser diputada y no sé qué más. Mi firma de hoy es
la misma que empecé a hacer a los 7 años. Es como que estuve marcada. Nosotros
siempre fuimos una familia humilde, no es que era la hija de un diplomático.
Pero con ese convencimiento construí mi carrera desde muy abajo. No me
importaba tener que salir a buscar becas para estudiar o para irme a Buenos
Aires. Así fui consiguiendo todo lo que logré", le dijo a ElDiarioDeTandil.
Luego de estudiar la carrera de Ciencias
Políticas en la Universidad de Buenos Aires, obtuvo distintas becas para
continuar su formación en Omaha, Nebraska y en la prestigiosa universidad Sciences Po de París.
En el 2004, tras finalizar su carrera
universitaria, comenzó a trabajar en la Cámara de Diputados de la Nación en el
área de Mercosur. Su carrera fue meteórica. No había pasado tanto desde su
partida de Tandil y ya estaba en giras internacionales con el Presidente
Eduardo Duhalde y los empresarios más importantes del país.
Habla seis idiomas, lo que le permitió
trabajar también como articuladora de gestiones de gobernadores o ministros en
otros países como Japón, India y China, por citar algunos. Asia siempre está en
su camino.
Agustina es Magister en relaciones
internacionales y facilitadora del sistema Isha: "Método integral de autoconocimiento,
que nos permite encontrar una experiencia de paz, de amor, de felicidad y
silencio interno dentro del movimiento de la vida moderna. Desde esta conexión
profunda con uno mismo/a, aprendemos a transformar todos los aspectos de
nuestras vidas y explorar el potencial que tenemos en su totalidad", explican
desde la web isha.com.
Este sistema parte de la figura de Isha Judd,
más conocida como Isha, maestra espiritual australiana que ha ganado gran
popularidad en América Latina. Es creadora de este sistema de autoconocimiento
y expansión de la conciencia. Además diseñó un programa educativo llamado
Meditación Educativa, que comprende una técnica de meditación integrada con
otras prácticas complementarias y un conjunto de principios educativos de autoconocimiento,
para fomentar el desarrollo del ser y la convivencia.
"Esto
surge de la mano de lo que veníamos hablando antes, porque por más que yo tenía
todo. Es decir, tenía mi novio, un gran trabajo, los viajes, mi familia. Todo
era increíble aparentemente, pero no era así. Vivía estresada. De repente
empecé a sentir un cambio interno. Me empecé a hacer muchas preguntas, como
¿para que vine a este mundo? O ¿Cuál es mi misión en esta vida?, cuestiones
profundas que no se solucionaban con dinero ni yendo al médico. Un día, estando
internada por un problema de salud, descubro este mundo de Isha y su
transformación", relató al detalle, visiblemente
emocionada.
No lo dudó un instante y partió hacia el
centro Isha ubicado en la costa oriental del Uruguay. Allí convivió durante 6
meses con personas de todo el mundo. Cumplía hasta 14 horas diarias de
meditación y semanas enteras de silencio. Una proeza teniendo en cuenta lo que
le gusta hablar a nuestra entrevistada.
"Vivíamos
entre los animales, frente al mar. Trabajábamos en la huerta, hacíamos todos
los quehaceres domésticos y se vivía en
perfecta armonía. Te piden que vuelvas a sentir las emociones como si fueras un
niño. Donde todo te asombra. Es maravilloso disfrutar la vida de esta manera", dijo convencida.
La Fundación Educativa de Isha Judd es una
institución que tiene como objeto social mejorar la calidad de vida, las
relaciones sociales y el bienestar psicofísico del ser humano, para contribuir
a la consecución de la paz mundial, a través de la enseñanza del Sistema de
Educación para la Paz llamado Meditación Educativa, como método de crecimiento
personal y social.
"Yo que
había viajado por más de 70 países no sabía que el viaje más difícil es el que
te lleva hacia adentro. No profundizamos en lo que nos pasa a nosotros. Vivimos
más pendientes del afuera. Por eso este descubrimiento mágico de Isha.
Revelador, te diría. Para mí fue como una iluminación",
agregó
Isha propone "un método de transformación
interna, sin creencias ni teorías, que nos permite cultivar el amor
incondicional dentro de nosotros mismos y, como consecuencia, trasmitirlo a
nuestro entorno. Al expandir y estabilizar una experiencia interna de paz y de
dicha, comenzamos a liberar el estrés acumulado en nuestro sistema nervioso,
dejando ir los miedos que antes nos limitaban, transformando nuestras vidas
completamente y vivir en un estado de paz y dicha permanente. Con los
diferentes pasos de este sistema, ya no nos perdemos entre la carga del pasado
y las preocupaciones del futuro, pudiendo así dar al momento presente la atención
que merece, pues es aquí y ahora donde la vida realmente está sucediendo, es
aquí y ahora donde tenemos que estar y elegir siempre desde ese lugar de amor,
ser dicha y vivir la vida desde nuestro yo más preciado, nuestro yo interno de
amor conciencia", según reza en sus principios básicos.
"No
tengo dudas que Isha me cambió la vida. Mejoro mi salud, desapareció el stress.
Aprendí a disfrutar cada momento de la vida. Donde no hay pasado y futuro, solo
el presente. Así disfruto de mi hija, de los animales y de mi ciudad", expresó frente al grabador de ElDiarioDeTandil.
En ese camino sale la idea de volver a Tandil.
De ser madre. De renovar sus energías. "Al
volver de Uruguay era otra. Me empecé a tomar las cosas de otro modo, me reía
en el recinto de diputados cuando antes estaba nerviosa por tanta
responsabilidad o si me sentía triste no tenía reparos en ponerme a llorar
cuando fuera. Fue un gran desafío llevar
la idea de Isha al Congreso. Me dedique a trabajar con india y el sudeste
asiático. Me puse a jugar, a hacer cosas. Llevamos a todos los embajadores
asiáticos a las termas de Entre Ríos. No sabes cómo disfrutaban, fue generar
algo distinto. Acompañé a ministros y empresarios a Asia. Todo nació del juego
y de ser yo misma", dice complacidamente.
Luego vino Shakty, su amor más puro, y la
vuelta a Tandil. Hoy cumple funciones en el área de Relaciones Internacionales
de la Unicen y planifica su vida día a día. Vive su presente en colores.
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