NOTA DE TAPA - EDICIÓN IMPRESA
28/11/2018
Las dos manzanas donde funcionó hasta este funesto noviembre Metalúrgica Tandil podrían correr la misma suerte de otras plantas fabriles que -muertas de pie- permanecen en el casco urbano como barcos fantasma. Inmensas moles abandonadas dejan adivinar un pasado de gloria condenado al naufragio.
por
Marcelo Bettini
Tandilmat y
Metan son antecedentes cercanos de lo que ocurre cuando estos gigantes dejan de
producir. La primera cerró hace tres años y, como un cuerpo sin alma, se deja
ver sobre la derecha en el ingreso a Tandil, en la esquina de Av. Espora y
Primera Junta.
Metan, una
extensión de M.T. dedicada a la fundición de aluminio, naufragó en 2012. Su
predio de dos manzanas entre Luis María Campos, Cabral, Doering y Av. Lunghi estuvo en letargo durante
un lustro hasta que, casi en simultáneo al cierre de su hermana mayor,
comenzaron ciertos trabajos tendientes a desmontar la estructura. Es el paso
previo para intentar la venta de esas tierras donde el Municipio pretendía
construir un centro cívico y un bloque de viviendas, proyecto que ahora parece
utópico en el contexto de crisis económica que transita el país.
Así, mientras
circulan fuertes versiones sobre proyectos inmobiliarios detrás de estos
grandes predios, la realidad muestra otra faceta: se trata de grandes
extensiones de tierra -muchas veces ubicadas en puntos urbanos con todos los
servicios y asfalto- pero su valor económico es relativo.
Vaya este ejemplo
material y concreto: Las dos manzanas de Metan fueron tasadas en 930 mil
dólares por el Centro de Martilleros de Tandil y 960 mil dólares por el Banco
de la Provincia de Buenos Aires, pero solo el desmantelamiento de la fábrica
cuesta 250 mil dólares. Otro ítem que se debe restar del precio final de
manzana en estos casos es el relativo a la subdivisión en parcelas, que permite
obtener una ganancia mayor que la percibida por venta en bloque de la manzana
completa.
Un factor
decisivo que influye en la posibilidad de desarrollo de esos terrenos es el
concepto de utilidad pública por el cual el gobierno puede establecer usos
permitidos, bloquear ciertas iniciativas urbanísticas y favorecer otras o
establecer espacios verdes o comunitarios.
La herramienta
para esto es la conformación de una Zona Especial de Interés Urbanístico
(ZEIU), que debe ser aprobada por el Concejo Deliberante y faculta al
Departamento Ejecutivo a establecer una negociación con los poseedores de la
tierra tendiente a que el uso de las parcelas en cuestión sea armónico con la
visión de quienes administran el Estado, en el marco de la ejecución del Plan
de Ordenamiento Territorial.
Dicho de otra
forma, una ZEIU priva de indicadores urbanísticos a un área determinada y sus
propietarios deben acordar con el Estado para que autorice el uso de la tierra.
En el caso concreto de Metalúrgica Tandil, esta condición evitaría que el uso
de esas manzanas fuera uno no deseado por el gobierno local. Pero poco y nada
puede hacer el sector público si los dueños deciden hacer la plancha durante
años, como ocurrió con Metan o, por distintos motivos, con Tandilmat.
La historia del
desarrollo urbanístico reciente está jalonada por historias como estas. Tal es
así que durante años fueron noticia los vaivenes de la ex Tandilfer. Tras la
quiebra de la empresa -una de las 50 que por décadas fueron satélites de
Metalúrgica Tandil- las tierras y sus instalaciones fueron parte de un revuelto
de idas y vueltas en el que participaron vecinos, instituciones y hasta
dirigentes políticos con proyectos bienintencionados pero mal ejecutados.
Qué decir de la
ex fábrica Maggiori, que nació a fines de la década del '50 y brilló en los
albores del desarrollismo de principios de los '60. La planta de fabricación de
carrocerías que empleó a 150 personas estuvo vacía durante años interminables
tras su cierre, luego de un proceso largo y enrevesado. En 2013 la UNCOTA -un
grupo marginal de comerciantes- quiso instalar un mercado concentrador pero el
plan no prosperó. No fue sino hasta 2016 que la manzana de Av. Lunghi y De La
Canal fue recuperada cuando se instaló la segunda estación de la red de Puntos
Limpios del gobierno municipal.
Contrario a lo
que indica el imaginario de un sector de la sociedad cuando cierran estas
plantas, el negocio inmobiliario no suele ejecutarse de inmediato y, muchas
veces, nunca se concreta.
Quienes hoy miran
con recelo el cierre de una actividad productiva y lamentan la posibilidad de
que una fábrica se convierta en la resta de sus partes, es decir, un negocio de
venta de terrenos, años después reconocerán que es mejor un desarrollo
urbanístico armónico a sostener esas fábricas abandonadas como recordatorio del
largo, triste y desacertado proceso de desindustrialización nacional.
DE FÁBRICAS Y ESTACIONES DE SERVICIO
"La
reconversión de fábricas tan grandes es difícil", apunta el secretario de
Desarrollo Económico Local, Raúl Moyano. El principal obstáculo es la
remediación que es necesario llevar adelante. "Esto incluye el tratamiento del
pasivo ambiental y un tema que quizá es más costoso, desarmar las instalaciones
preexistentes para que la tierra sea atractiva en el mercado", explica el
funcionario. En este punto trae a consideración las experiencias de estaciones
de servicio abandonadas desde hace años. En la esquina de Avenida Avellaneda y José
Hernández hay una prueba de las dificultades de poner en el mercado estos
predios. Otro recordatorio está plantado en Avenida Colón y Garibaldi.
La remediación
de las estaciones de servicio consiste -principalmente- en la remoción de los
tanques cisterna y el posterior tratamiento y relleno del suelo.
La Cámara de
Comerciantes de Derivados del Petróleo, Gas y Afines (CAPEGA) recomienda como
primera medida implementar un sistema de gestión ambiental que pueda resolver
el problema de manera integral y reconoce que "los comercios de más de diez
años de antigüedad son los de mayor riesgo".
Si el informe
final de los especialistas ambientales identifica riegos para la salud humana y
los ecosistemas receptores, se deberá realizar un análisis de remediación.
La CAPEGA
explica que "por lo general las estaciones de mayor antigüedad pueden contener
en sus suelos contaminantes, ya que la aplicación de normativas, los controles
y las buenas prácticas de manipulación de hidrocarburos no eran muy frecuentes.
Así puede existir la posibilidad que estaciones de más de 10 años contengan
hidrocarburos en suelos y agua". En estos casos, la remediación puede demorar
entre tres meses y más de un año.
"En las
estaciones de servicio, los tanques y cañerías donde se almacenan y circulan
los hidrocarburos muchas veces tienen pérdidas. Eso puede resultar en
filtraciones hacia el aire, como emanaciones gaseosas tóxicas, o hacia el
suelo. En este último caso el gran problema es que esa contaminación queda
ahí", describe Patricia Himschoot, doctora en Ciencias Biológicas y
especialista en Medio Ambiente.
"¿Cuántas
estaciones de servicio conocés que se hayan reconvertido en otra cosa que no
sea un estacionamiento?", pregunta el director de Medio Ambiente del Municipio,
Héctor Creparula. Y responde: "Casi no vas a encontrar". Esto ocurre por los
muy elevados costos de la remediación ambiental. Es tan caro que nadie lo hace.
Cuando alguien mira una de estas estaciones de servicio cerradas, imagina el
valor de esa esquina. Pero en concreto, "esa esquina solo tiene gran valor si
se instala otra estación de servicio, no es rentable tratar de convertirla en
otra cosa porque el proceso de remediación es largo y tan oneroso que anula el
posible negocio".
Ya sea una
estación de servicio o una fábrica, cuando estos emprendimientos cierran
sobreviene una circunstancia que agrava la pérdida de fuentes laborales; el
deterioro urbanístico que suponen esas áreas de tierra ociosa donde podrían
desarrollarse viviendas, plazas, parques o espacios para uso de la comunidad.
Por todo lo apuntado, es una característica común que estos barcos
fantasmagóricos permanezcan anclados en la ciudad, flotando inertes en el
abandono durante años.
ABRIR EL PARAGUAS
Mientras
Renault anunciaba que cerraría su metalúrgica en esta ciudad y durante el
proceso de negociación entre la empresa decidida a bajar la persiana y los trabajadores
que preferían la continuidad laboral, el gobierno local movió fichas para
tratar de conducir el desarrollo futuro de esas dos manzanas.
A fines de
abril había hecho lo propio con las dos manzanas de la ex Metan (también de
Renault), al señalar su intención de construir el centro cívico y destinar una
fracción para viviendas multifamiliares. Para eso declaró a través del Concejo
Deliberante de interés público la adquisición por parte de la Municipalidad del
predio donde funcionaba la fábrica. La adquisición de del dominio de las
tierras podría realizarse mediante compra, permuta, donación o expropiación
pública.
En el caso de
las parcelas de M.T., identificadas como manzanas 139B y 139C, propuso a la
legislatura municipal que las declare como Zona Especial de Interés
Urbanístico. Esto le quita a ambas manzanas los indicadores de referencia y
obliga a evaluar cada proyecto que se presente antes de aprobarlo. Es decir,
supedita la acción del privado al interés de la comunidad representada por el contrapeso
de las fuerzas políticas en el parlamento local.
El expediente
14845/18 ingresó por mesa de entradas y salidas de la Municipalidad el 16 de
octubre y ya se encuentra en tratamiento legislativo en la comisión de Obras
Públicas y Urbanización.
Tras dejar
sentado que la situación de M.T. "sin duda tiene su principal implicancia en
aspectos laborales", el secretario de Planeamiento y Obras Públicas, Roberto
Guadagna, considera que "un cierre absoluto de la empresa generaría el
escenario probable de abandono de los inmuebles antes referenciados, implicando
un impacto no deseado desde el punto de vista social, económico y ambiental, y
junto con ello, un posible supuesto de Responsabilidad Social Empresarial. Es
sabida la postura proactiva de este Municipio en materia medioambiental. Ante
dicho marco fáctico actual, se refleja un escenario para que el Municipio
dentro de las facultades que le son propias pueda aportar herramientas
necesarias para evitar la consolidación en el tiempo de situaciones perjudiciales".
En la misma
dirección argumental, la directora de Desarrollo Urbano, María Victoria Deguer,
considera que la conformación de una ZEIU constituye "una herramienta de
actuación urbanística que podrá constituirse en aquellas zonas donde están implantados
equipamientos de escala urbana o regional y que por sus características no son
pasibles de ser encuadrados en el régimen de regulación general y en la que
toda nueva intervención podrá solicitar el otorgamiento de indicadores
urbanísticos particulares".
Esto fue
avalado por dictamen favorable de la Comisión Municipal de Gestión Territorial
(CMGT) según consta en el acta de reunión número 184. En la CMGT participan el
gobierno, bloques oficialistas y opositores del Concejo Deliberante y distintos
colegios profesionales de la ciudad. Su tarea es el análisis de cuestiones
relativas al Plan de Desarrollo Territorial.
El presidente
interino del Centro de Martilleros, Oscar Comiso, avisa que "hay una idea
equivocada sobre el valor de las tierras donde funcionaron estos monstruos".
Esto se debe a
que al valor de mercado de la manzana hay que restarle el costo de desmantelar
la estructura, la subdivisión y la remediación ambiental si es que hace falta,
que puede ser un procedimiento largo. Mientras tanto hay que sostener la
posesión de la tierra con sus impuestos y servicios. "La ex Metan la están
desarmando y la empresa tenía dos presupuestos que rondaban los 250 mil
dólares. Entonces ya bajaste, antes de empezar, de 950 mil dólares por las dos
manzanas a 700 mil dólares. Mientras tanto Renault pide un millón y medio, pero
el valor de mercado es el de las tasaciones y no le van a pagar mucho más que
eso", agrega.
El Centro de
Martilleros tasó las dos manzanas de Metan en 930 mil dólares y el Banco
Provincia en 950 mil. En cuanto a Metalúrgica Tandil no hay tasación formal
pero "no supera los 550 mil dólares por cada manzana del predio de Figueroa.
Obviamente se consigue mucho más dinero por lotes, pero subdividir tiene un
costo alto", indica Comiso.
A esto se
refiere la concejala Marina Santos, conocedora de los detalles y pormenores del
Plan de Desarrollo Territorial: "Lógicamente la subdivisión permite extraer
mayor valor de la venta de una manzana pero es un proceso que tiene sus costos.
Hay una fórmula para los honorarios profesionales que depende de las medidas de
los polígonos de cada parcela. Y luego hay otro cálculo de ARBA para registro
de la propiedad inmueble. Todo eso va atado a la cantidad de parcelas y la
valuación fiscal".
El presidente
del Centro de Martilleros analiza: "El panorama hoy es que lotes normales de 10
por 30 (metros de frente por metros de
fondo) o de diez por cuarenta, en ese sector del predio de Metalúrgica
Tandil, por Lisandro de la Torre y las calles paralelas, pueden valer entre 40
y 45 mil dólares. Para los terrenos que están sobre Figueroa pueden cotizar
hasta 10 mil dólares más. Eso se aplica para un caso hipotético de manzana que
ya estuviera subdividida, pero si la subdivisión debe hacerse con parámetros
actuales los frentes serían de no menos de 20 metros. En el caso de pedir una
excepción podrían darle frentes de 15 metros porque está en zona urbana". Todo
esto se traduce en menor cantidad de lotes por manzana y una utilidad final
menor del futuro negocio de bienes raíces.
Al analizar la
factibilidad de una operatoria inmobiliaria en la ex fábrica de avenida
Figueroa Comiso opina: "Ese es un lugar complicado por la actividad que se
desarrolló durante tantas décadas, hay un impacto ambiental que está
relacionado con el uso de suelo que finalmente se habilite desde la
Municipalidad. Esa contaminación es muy mala para las construcciones, hay que
hacer un tratamiento que es costoso y largo. Si me preguntan a mí, diría que
tienen que hacer un espacio verde y dejar que pasen unos años para que la
tierra vaya mejorando hasta que se pueda edificar. Quizá el Municipio podría
hacer un centro cívico o algo parecido para aliviar la carga del Palacio
Municipal. Es bastante ilógico pensar en que allí hagan un barrio en menos de
diez años por la contaminación".
Y traza un
paralelismo con el predio donde hoy se yergue el Barrio Mirage. "Hace 50 años
ahí se tiraban los deshechos de Metalúrgica Tandil. Antes de que se construyera
el Mirage hubo que esperar 35 años. Hay que darle un tiempo prudencial a la
tierra para que se recupere y no se quede seca cualquier planta que pongas o se
estropeen los cimientos de las construcciones".
PASIVO AMBIENTAL: ¿VERDADERO O FALSO?
La cuestión del
pasivo ambiental de Metalúrgica Tandil divide las aguas. A la opinión de Comiso
se suma la del concejal Mauricio D'Alessandro, quien denunció penalmente a
Renault "por la contaminación ambiental que quedará en la fábrica una vez
retirada la empresa".
El abogado
asegura que la nota negativa alcanza los predios de Metalúrgica y Metan pero se
extiende a la cava donde se depositaron las arenas residuales hasta 2014. "En esa
arena quedan fenoles, niqueles y todos ese tipo de materiales nocivos. Una vez
que se tira esa arena apelmazada la lluvia va haciendo drenar los materiales
hacia el acuífero de Tandil. No se nota, porque es un trabajo diario cada vez
que llueve, pero esa arena va contaminando hacia abajo".
Si bien es cierto
que la empresa comenzó a enviar sus residuos especiales a Bahía Blanca para el
tratamiento, hasta el año 2014 "se enterraban en Tandil, primero en lo que hoy
es el Barrio Mirage y años más tarde en el predio de la avenida Juan B. Justo".
D'Alessandro
asegura que "remediar Metalúrgica Tandil es más caro que lo que vale todo el
terreno".
Por la denuncia
penal del abogado la Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos Contra el
Medio Ambiente determinó una serie de medidas, entre ellas un oficio al
Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), que envió entonces
una brigada ambiental a Metalúrgica Tandil.
La recorrida tomó
unas cuatro horas, se inspeccionó la planta completa y tomaron muestras. "No se
encontró, a priori, un foco de contaminación. Es una metalúrgica y hallamos lo
que se espera en estos casos, pero del examen ocular no surgieron en principio
mayores observaciones", indica Creparula, quien acompañó las tareas. El
director de Medio Ambiente sugiere, no obstante, aguardar el resultado del
OPDS. Un funcionario de este organismo provincial confirmó los dichos del
funcionario local y calificó como "muy bueno" el manejo ambiental de Renault en
la planta de calle Figueroa. Aunque pidió no ser identificado hasta que se
conozca el resultado oficial del informe, que está en elaboración, adelantó a
El Diario de Tandil que M.T. tiene muy al día el proceso de retiro de residuos
especiales, con excepción del período en que estuvo la planta tomada porque no
permitían el ingreso y egreso de camiones.
El ingeniero
Enrique Lalloz trabajó durante casi cinco décadas en la industria metalúrgica y
dedicó su vida profesional a estudiar los problemas de la metalmecánica en
Argentina. Asegura que hablar del pasivo ambiental contradice los hechos porque
"no hay ninguna calificación negativa de los organismos de control y todo lo
que ha sido observado en su momento, se ha remediado con las acciones
correspondientes".
Lalloz señala
los resultados de un estudio que una empresa internacional hizo durante un año,
pagado por Renault Francia, para adecuar M.T. a los estándares ambientales
actuales. "Los lugares de posible afectación son las dos manzanas de planta de
hierro de Metalúrgica Tandil; una manzana y media de la planta de aluminio que
está desactivada; el Barrio Mirage asentado sobre tierras donde se vertían
deshechos; la cava que está en Juan B. Justo y los pozos de agua que fueron
monitoreados durante un año. Todo eso arroja como conclusión que la afectación
al suelo, las plantas, los animales y las personas es nula. Y las arenas
residuales se envían para su tratamiento a Bahía Blanca, lo que evita
arrojarlas directamente a las cavas como hacían las fábricas en el pasado".
En este punto
sostiene que la denuncia penal del Dr. D'Alessandro fue un "tiro de gracia para
Metalúrgica Tandil."
"Si yo hago
una denuncia y digo que la fábrica está contaminando, que afecta la salud de
los trabajadores y los vecinos, lo único que estoy diciendo es 'paremos esta
actividad ya', no lo hizo para salvarla sino para pegarle un tiro de gracia a
la empresa y evitar cualquier desarrollo futuro inclusive dentro del mismo
lugar. Es muy irresponsable lo que ha hecho. Es además de una ignorancia
supina, que no tiene ni pies ni cabeza, carece de basamento técnico. En una
noche desvelada lo buscó en Google y dijo cualquier disparate".
Lalloz tiene
la certeza de que esa gestión del concejal "ha escondido una necesidad de
reforzar la decisión de Renault de cerrar la planta. Fue una actitud muy grave y
muy irresponsable".
El ingeniero Mario
Civalleri, ex secretario de Obras Públicas y ahora concejal, coincide con
D'Alessandro sobre el supuesto valor de esas tierras. "Antes de hablar de un
fabuloso negocio inmobiliario hay retirar toda la estructura y eso es muy
costoso; también hay que remediar aquello que eventualmente indique el OPDS. El pasivo ambiental quizá no sea un
grave problema, pero hay que agregar la dificultad de las instalaciones y los
cimientos, grandes porciones de hormigón debajo del nivel cero que van a
dificultar las instalaciones y el uso de la tierra. Estas condiciones agregan
dificultades a la hora de definir un proyecto viable para esas parcelas y quizá
lo que obtengas por la venta sea lo mismo que te cueste el procedimiento
anterior a la venta".
El jefe de
Gabinete, Julio Elichiribehety, resume la posición del gobierno. "Desde el
inicio planteamos las cuestiones que tiene que ver con los pasivos o riesgos
ambientales. Incorporamos en las actas la cuestión de Metan además de
Metalúrgica Tandil, no porque Metan tenga riesgo ambiental sino porque allí hay
una construcción que tiene ciertos riesgos, hay denuncias de vecinos por
ingresos no autorizados y de hecho un chico se cayó desde el techo practicando parkour".
El vocero del
gobierno justificó que, al no poderse revertir la decisión de Renault de
clausurar la fábrica, "queremos saber qué piensa hacer la empresa respecto a la
cuestión edilicia, es un tema por venir, será intenso y por eso nos vamos a
reunir con la gente de Renault".
El funcionario
evaluó que hay dos peligros, "que en esas manzanas no se haga nada y quede
detenida en el tiempo como Metan, o que se haga cualquier cosa". Por esto
aseguró que "lo peor que podía hacer el Municipio era dejar en libertad de
acción a la empresa; si el Estado no interviene y regula, dejando en libertad
de acción, sería permitir que hagan lo que quieran; tres torres, 150 casas, o
lo mismo que Metan, que eso quede así vacío por años. Hicimos lo que
corresponde, lo primero que planteamos fue el tema laboral, consta en el acta,
luego, ante la decisión tomada de Renault, estamos haciendo lo que corresponde
que es observar la cuestión ambiental y el ordenamiento de la tierra para que
el desarrollo sea armónico, con espacios verdes y áreas públicas".
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