Opinión
20/11/2018
El presente que nos toca vivir es un hervidero de noticias que pegan a la ciudad por su propia dinámica o con causas foráneas. Poco espacio le quedan a nuestros dirigentes para pensar en el devenir, en lo intangible por lo lejano.
por
Francisco Sola
Gracias a esto sumado también a una abultada competencia de
titulares sobre homicidios, presupuestos, dólares y demás yerbas, elijo gracias
a la libertad de prensa que ostento por fundar este portal, una nueva ventana
de oportunidades para imaginarnos juntos lo que está por venir. Lo que
inevitablemente llegará por su devenir histórico.
He decidido siguiendo el criterio mencionado, conformar dos
nuevas secciones para Tandil News que serán develadas en estos días. Es
necesario parar la pelota de vez en cuando, no ser una mera reacción por
decantación, de los interludios del presente. Y en base a esto, quiero
comentarles de uno de los criterios que he adoptado como propio, a la hora de
transformar ideales en acciones concretas: Una ciudad a escala humana.
¿Escala humana? Sí, a dimensiones preparadas para las
personas y no para el beneficio de
vehículos ni de conveniencia estratégica de los gobernantes. El Tandil del
Bicentenario está próximo, creo que es un buen símbolo del cambio de época.
Cien años comienzan a morir prontamente y en ellos veremos o verán los que
vendrán, un Tandil con 200.000 habitantes.
La ciudad inevitablemente crecerá y los desafíos se irán
complicando si no proyectamos a largo plazo. Tandil tiene ventajas comparativas
que la hacen posiblemente una de las mejores ciudades intermedias de toda
Latinoamérica. Y no estoy divagando. Nuestra ciudad contiene los factores que
toda economía de ciudad necesita tener para insertarse en el mundo como un
creador de valor agregado.
Primero, se encuentra cercana a la capital federal como
también a los puertos. Tiene mano de obra especializada de sobra, gracias a la
UNICEN, sumado a que es barata en relación a la competencia de las grandes
ciudades. A su vez, ostenta un robusto sistema bancario, requisito clave a la
hora de conformar esferas de influencia zonal con los demás pueblos y ciudades
que la rodean.
Por otra parte, el Estado Nacional y Provincial están
poniendo en condiciones la infraestructura de rutas para acceder y donde
saldrán los productos. El municipio además está buscando que se consolide una
ruta aérea en nuestra ciudad, lo cual hace fácil la visita de grandes
empresarios, nacionales o internacionales a nuestra ciudad. El caso de San Luis
Potosí es para imitar y recomiendo su investigación para este tópico.
Además, es nexo entre el campo y la ciudad, con buena
calidad de servicios públicos con una USINA propia y debe mejorar su nivel de
internet, apostando a la temprana instalación del 5G. Las cooperativas y
agrupaciones que nuclean a las empresas de rubros específicos como el software
de la CEPIT tiene un rol importante. El Estado debe bajar los impuestos y estos
deben ser un núcleo que estimule y no que proteja a los que ya están, es decir,
que la CEPIT siga con los estándares actuales y no se transforme en una esfera
corporativista que detenga al progreso.
Pensar a "escala humana" significa estar atento a estos
desafíos y que estos no impacten a la calidad de vida del vecino. Muchas
ciudades resignan estándares de calidad de vida a costa de trabajo. Los
políticos, de todo espacio, deben ser conscientes de que Tandil puede seguir
conservando su esencia si sigue pensando a las relaciones como vecinos y no
como unidades de producto, como un simple y triste número estadístico.
Y es aquí donde el Acuerdo del Bicentenario toma real
dimensión de su rol. Tener una herramienta de discusión y toma de medidas
colectivo, haciendo parte a la sociedad en su conjunto es realmente innovador.
Si se utiliza para poder, por ejemplo, tratar el crecimiento de la ciudad,
tiene un potencial enorme, como también una gran responsabilidad.
Tandil crecerá para el dique en los sectores pudientes y
pasando la ruta, que ya se conformó un tercer cordón de viviendas, para los
sectores más populares. La ruta segura, sacar los estigmas simbólicos y pensar
el traslado de estos sectores al trabajo debe ser tema de conversación por los
pasillos de poder.
Una ciudad a "escala humana" significa veredas anchas,
espacios donde directamente el vehículo no pueda ingresar salvo claro por los
que viven ahí. Pero el cambio sustancial, es el transporte público. Hoy no es
un problema, pero en las próximas décadas el tiempo para trasladarse del hogar
al trabajo será un inconveniente. Pero también será la herramienta más poderosa
para igualar a los vecinos, y les devolverá horas de ocio, horas de vida para
que hagan lo que quieran con ellas. Personalmente creo que el tiempo de
traslado del hogar al trabajo se debe considerar parte del trabajo. Y aquí el
Estado es el que se hace cargo de ese coste laboral, reduciendo los tiempos con
diferentes sistemas que lo desarrollaremos en otros artículos.
Los espacios públicos verdes, plazas, actividades
recreacionales que junten al ocio con la productividad como lo está siendo la
Fiesta del Cerdo, gracias al Acuerdo del Bicentenario, se deben empezar a
implementar con rapidez. Aumentar la cantidad de árboles que den sombra y bajen
el calor del asfalto. Una agenda cultural accesible y que iguale a las clases
sociales es un motor de producción pero sobre todo para mejor la cohesión
social entre las clases sociales. Eliminar las barreras de prejuicios hace a
una ciudad más igualitaria pero también más pacifica, con más empatía y menos
rencor.
El Derecho al Paisaje, ser conscientes que todos somos
dueños de las sierras y no una cantera significa que estamos empoderando a lo
colectivo por sobre el derecho de propiedad de unos pocos. Cuidar nuestra
estética urbana como concepto integral de la felicidad es otro aspecto a
estimular. Como también lo es la seguridad, la percepción que tiene el vecino
de la policía y la vuelta de a poco a usar a la calle por sobre el hogar para
pasar los tiempos de ocio, ya sea en la vereda, en un bar o en una plaza.
Los ejemplos sobran, aquí he dejado apenas algunos conceptos
que desarrollaré en más profundidad en otros momentos. Pero creía necesario
empezar con algo general, en la editorial del domingo, para dar un pantallazo
de lo que será próximamente las nuevas entregas de este portal. Que busca
innovar en los temas, para dar algo distinto al vecino que elige leer. Creo que
tenemos que memorizar el titular de esta nota, "Pensar una ciudad a escala
humana", utilizarla como preposición antes de cada propuesta, pensando si sirve
o perjudica a este ideal de poner al vecino como eje central de una
administración que quiere hace posible lo necesario. El futuro es nuestro,
hagámoslo realidad.
Por Francisco Sola
Director portal Tandilnews.com
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