PERSONAJE DE LA SEMANA

El flaco de Las Artes

27/10/2018

Indudable referente de la movida artística de la ciudad. Actor y director de teatro. Fundador del mítico grupo humorístico tandilense Los Cuatros, de exitosa trayectoria. Entusiasta, soñador y muy querido. En toda su carrera fue reconocido, distinguido y obtuvo gran cantidad de premios locales, provinciales y nacionales. Familiero. De sonrisa en los ojos y mucha calidez. Le gusta pescar y viajar. También se dedica a la carpintería.

por
Mauro Carlucho

Gustavo Lazarte es sin lugar a dudas un personaje de la ciudad. Por su trayectoria, por su talento y porque es un tipo muy querido. 'El flaco' como le dicen sus amigos, es hijo de Rafaela Espada y Ricardo Lazarte. Criado junto a sus dos hermanos: Néstor y Lidia, en el barrio de Constitución y Rivadavia. "Un barrio hermoso" nos cuenta y agrega: "Fui parte de la escuela 14 hasta tercer grado y luego me cambié a la escuela N 1. Fue una infancia de la que tengo los mejores recuerdos. Todo era patio, todo era jugar en la calle. Yo siempre digo que el fondo de mi casa (yo vivía sobre Constitución) era el parque Independencia porque vivíamos jugando ahí. La infancia fue hermosa, en la calle y con la barriada. Nos juntábamos en el paredoncito de la escuela 14 todos los pibes del barrio y ahí pasaban nuestra infancia y nuestros sueños".

Gustavo habla de sí mismo como una persona independiente, remontándose incluso hasta su infancia: "Me crié con mucha libertad. En aquella época capaz no había que tener los recaudos que hay que tener ahora, todo ha crecido y hay mas desconfianza, se vive de otra manera. Yo me manejaba muy solo, en hacer y deshacer. Dejaba la escuela, secundaria, técnica, que la padecía bastante porque sentía que estaba en una cárcel por esto de la fantasía y me fui a hacer teatro en la Escuela Municipal de Teatro. Después volví a terminar la secundaria, de noche, ahí la pasé bien. Todo lo armaba y lo desarmaba yo, que está bueno. A veces pienso que hubiese sido bueno un poco de contención pero fue una felicidad que me dieron mis padres".

Los amigos y las travesuras nunca faltan. "A Sergio Palavecino por ejemplo lo conocí a los 8 años cuando llegó al barrio desde Rauch. Yo estaba sentado en la puerta de mi casa y él pasaba dando la vuelta en bicicleta, lo paré y le dije si quería ser mi amigo, y hasta el día de hoy somos amigos de toda la vida. También recuerdo a Mariel Bichi, que hoy es artista plástica. Eramos muy fantasiosos, vivíamos inventando cosas. Con Sergio fabricábamos cuetes. Comprábamos la pólvora en distintas farmacias para que no se den cuenta ja ja". Y sigue con las anécdotas: "Con Sergio nombramos el primer papa argentino. Teníamos un grabador de cinta de los mas viejos tipo los del agente 007 y grabábamos programas de sátira de lo que en esa época era Mirtha Legrand y en uno de esos programas yo hice de papa argentino. Era tan lejana la idea en ese momento que la joda era esa".

El teatro aparece desde muy temprana edad. "Cuando pasé a la escuela 1 en tercer grado. Nunca en casa, mi padre era comerciante, tenía carnicería, y mi vieja lo ayudaba y también era ama de casa pero no venían de la rama del arte. Sí de niño era muy de la lectura. Cuando mi madre o mi hermana se iban a hacer cosas al centro le pedía que me trajeran un librito y de noche me tenían que leer, era bastante denso con eso. Y en la escuela empecé a actuar en los actos escolares pero no en los actos escolares convencionales si no que nosotros proponíamos cuando ibamos a sexto grado armar obras de teatro, representarlas y mostrarlas en toda la escuela. Hacíamos a mitad y a fin de año distintos sketchs. Y empezamos a animar fiestas infantiles. Me encantaba escribir los sketchs y siempre tenía algún aliado, primo o amiguito, y animábamos fiestas infantiles de familiares. Y después también cobrando, hacíamos fiestas a los amiguitos y les cobrábamos a los padres. También recuerdo que me iba solo al teatrillo a ver 'El mundo de mi payaso', me encantaba".

El camino por las tablas se profundiza en la Escuela Municipal de Teatro: "Ahí conocí a quien fuera mi maestra, Claudia Stigol. Fue una docente y actriz de Tandil que vive en Buenos Aires, que fue  quien me transmitió el amor por el teatro y el respeto por lo que uno hace". Gustavo es bien generoso al mencionar a quienes le enseñaron ésto en lo cual hoy él es maestro: "Tuve muchos y grandes docentes como Marcelo Islas. Trabajé mucho con Esteban Arana que era uno de los inregrantes de Los Prepu, con él aprendí todo lo que era mimo y clown. Yo era ayudante de cátedra de él.  Y después estando en la Escuela Municipal de Teatro lo conocí a Adrián Polich".

'Los Cuatros' es uno de los grupos de teatro mas recordado de Tandil y el flaco es uno de los protagonistas. "Fue un grupo de teatro que estuvo bastante tiempo vigente, un grupo de creación con el cual trabajamos muchísimo y tuvimos como etapas. En una de las etapas fuimos contratados por la Comedia de la Provincia de Buenos Aires y trabajamos en giras y de forma mas profesional. En la ciudad de La Plata estábamos en el ciclo de 'Noches y trasnoches de humor' en El galpón de la comedia, donde se hacían espectáculos alternativos, circo. En una Fiesta Provincial de Teatro, Daniel Barbosa que en su momento era director de la comedia de la provincia, nos vió, le gustó lo que haciamos, lo comentó con el director de la comedia y nos contrataron para trabajar con ellos. Fue una etapa muy buena. De aprendizaje profesional. Y con Adrián trabajamos hasta el dia de hoy haciendo obras juntos. Mas que conpañeros somos hermanos de la vida. Los Cuatros tuvo mucha influencia en lo que fue el teatro en Tandil, trabajamos en pubs, y en distintos lugares. Lo dirigíamos nosotros y en una etapa estuvo Pepo Sanzano de director con el que incorporamos distintas técnicas. Siempre aprendiendo". Son bien recordados espectáculos como "Julieta", "Teatro, humor y rock and roll", "Recopilación de Cuatros", "In ConcerTITO", "Carnaval de los Perros", "Perros y reinas".

La trayectoria es vastísima: "Como actor tambien fui convocado por Cero Grupo Teatro que lo dirigía Marcelo Jaureguiberry con el cual hicimos una producción que estuvimos trabajando en España en una obra de Carlos Alsina 'Ladran che', en donde yo interpretaba al quijote de la mancha y Rubén Maidana hacia de Che Guevara e Inés Ceballos era una carcelera. Estuvimos girando por España y lo gracioso es que fui a hacer del quijote hablando en español en España asi que un coraje el mio!" nos contó entre risas y continuó: "Después con Cero Grupo hice obras muy importantes como Stéfano donde fui el protagonista. También trabajé en distintas producciones como El Organito, Caramelos para el viaje, Días contados y distintas obras que trabajamos con ese grupo".

La carrera como director es riquísima. "La dirección me ha dado la alegría de dirigir a gente muy querida como Julio Lester, Maria Molina. En 2012 estrenamos 'Morirás con las piernas bien cerradas' con un elenco hermoso". Obra que tuvo altísimo impacto en cuanto al público: "Hasta hace poco siguió. A mí como director me gusta tener mucho tiempo las obras en escena cuando se puede", expresó a El Diario de Tandil.

En la actualidad trabaja en la compañía Murallón Teatro. Que, nos cuenta "es un grupo de artistas conformado por gente de distintos rubros. Agustin Medina en el diseño, Adrián Botella en la fotografia, Sara Ramírez en el maquillaje, Nicolás Ciganda en la escenografia, Julieta Candia también en escenografia y vestuario. Estuvo además en su momento Inés Ceballos en prensa y difusión". Son obras de Murallón Teatro: Morirás con las piernas bien cerradas de Gastón Quiroga, La Calle del infierno de Antonio Onetti, El Amateur de Mauricio Dayub y Maté a un Tipo de Daniel Dalmaroni. Asimismo, Lombrices de Pablo Albarello, Puré de Alejandro con textos de Alejandro Urdapilleta, Trescientas maneras de escalar un muro de Marcelo Marán y Cámara Lenta de Eduardo Pavlovsky .

El Flaco tiene otra gran faceta: la carpintería. Que, según nos cuenta, lo acompaña desde la adolescencia. "Siempre fui de armar, de desarmar. Atrás de mi casa vivía mi tío Juan que era encargado de una ferreteria muy grande de la ciudad y tenía muchas herramientas y a mi me encantaba. Siempre estaba inventando cosas en el galpón, en madera, en metal". Luego, "un amigo trabajaba en una carpintería, y yo era pibe, había dejado la secundaria, y me meti a hacer carpinteria y me encantó". La carpinteria lo llevó por segunda vez a España, allá por el 2003 o 2004. "Estuve viviendo en Sevilla, en Valencia y en Ibiza. Con Adrian Polich. Construiamos cabañas en madera. E hice algo de teatro también. Con el dinero ahorrado en esa época me pude comprar las maquinarias y armar un taller acá, que es lo que seguimos haciendo en la atualidad, con Adrian Polich y Bernardo Pérez, músico al cual también dirigí en Operativo Tango con Pato Ruiz".

Al regreso de España siguió en el teatro, principalmente dirigiendo y actuando también. Y además conoció a Lali, su compañera. "Ella trabajaba en un comercio de artesanías en el centro, cuyo propietario era mi amigo Miguel. Y ahi la conoci y me enamoré a primera vista". Lali tenia a Lucas de 4 añitos y con el tiempo llegó Julieta que hoy tiene 8. "Lali es mi compañera y quien lleva adelante conmigo Bajosuelo. Ella había estudiado en la facultad asi que también es del palo del teatro. Tenemos un lindo equipo de vida y de trabajo". El hogar está conformado por ellos cuatro, Luna y Ximo, los dos perros.

Actualmente Gustavo, además de todo lo expuesto, lleva adelante un emprendimiento muy importante para la movida cultural de Tandil: Teatro Bajosuelo. "Un dia pasé, vi el lugar vacío y se me ocurrió. Yo lo conocí antiguamente con el grupo de humor Los Cuatros cuando haciamos 'Enconcertito', teatro en el bar Tito. Ahi lo conoci a Moncho Techeyro que era el propietario de Vereda Musical. Era fanático de Los Cuatros, nos íba a ver siempre. Y una vez no teniendo lugar para ensayar nos ofreció donde hoy es Bajosuelo y a mi me quedó en la memoria el lugar. Asi que cuando volví, por mas que era una ruina, me imaginaba la sala, me imaginaba todo. Asi que di con los dueños, con la inmobiliaria. Me ayudó mucho en su momento Rosa Pérsico, que fue el puente. Estoy muy agradecido a los dueños, Angélica Napoleón y sus hijos, que nos ayudan para llevar esto adelante".

Tal como cuenta Gustavo, el espacio requería mucho trabajo de remodelación: "Parecia una fantasia, pero de a poquito lo fuimos haciendo. Participó mucha gente que me ayudó, que trabajó conmigo. En unos meses pudimos abrirlo".

El pasado 15 de octubre Bajosuelo cumplió 2 años de trabajo. "Nos ha dado muchísimas alegrías. Es una lucha económica. Empezamos en un momento bastante complicado y ahora se ha agudizado y se siente, porque la gente lo que descarta primero es la entrada al teatro. Es un espacio totalmente independiente, lo mantenemos con la entrada que deja la gente y la cuota de los talleres que damos, con eso podemos llevar adelante el sueño este que tenemos".

El Flaco tiene mucha experiencia en la coordinación de espacios de éste tipo. "Antecesor a Bajosuelo yo tuve un lugar que formamos junto a artistas plásticos, escultores y parte de teatro también, lo que fue el taller de arte 'El Galpón', ubicado frente al estadio. Habia talleres, yo daba teatro, y estaban Mariel Bichi e Inés Szighety, artistas plásticas. Y otros, como el ceramista Raúl Calvar y Pablo Schmith, escultor. Formamos un elenco de teatro con adolescentes. Trabajamos muchisimo en Torneos Bonaerenses que llegamos a la final con la obra 'Chau Misterix' que dirigi y actuaban Ezequiel Lester, Mariano Miguens, Yesica Martinez y Andrea Marcucci. Ahí estuvimos hasta el 98 y después nos mudamos a la calle belgrano donde se unió Hugo González que hacía títeres y pasaron distintos artistas que daban su taller".

Sus hobbies son viajar y pescar. "Son cables a tierra. La pesca lo heredé de mi viejo, son esas cosas que quedan arraigadas. Asi que en cuanto puedo me disparo. Ahora con el teatro se me limitó, pero generalmente nosotros para vacaciones y las fiestas nos vamos a un lugar que hay pocas cosas pero tranquilidad como nos gusta, que es la Bahía de San Blas. Nos vamos la familia y si algún amigo se suma. Y en esto de la herencia, mi niña para el dia del niño me pidio una caña. Los hago pescar a todos je je".

Actualmente se encuentra abocado a dos proyectos: "La obra 'Trescientas maneras de escalar un muro', del marplatense Marcelo Marán. Que es una obra de temática carcelaria que está escrita con el código carcelario. Estuvimos todos el verano en temporada en Mar del Plata, con esta obra y con 'Puré de Alejandro' que es otra de 'El murallón'. Lo que tiene de especial 'Trescientas maneras...' es que la seguimos haciendo en las cárceles y tuvimos una experiencia muy intensa, en el penal de Sierra Chica. Fue una experiencia muy interesante a nivel de lo que le pasaba a los internos, se emocionaron, el aplauso fue terrible. Además estrenamos 'Cámara lenta', una obra de Eduardo Pavlovsky que estuvimos todos los domingos y la respuesta fue impresionante, fue muchisima gente a todas las funciones".

Este humilde emprendedor no se achica y avanza a paso firme. Como un quijote de estos tiempos avanza contra los molinos de viento y sueña con estrellas. De eso se trata también la cultura.

 

 

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