PERSONAJE DE LA SEMANA
30/09/2018
No es de las nacidas en el pueblo, pero es fiel exponente de la Kultura Xerrana. Llama la atención y tiene un gran magnetismo, impronta de artista callejera. Conquistadora de esquinas, vagones y escenarios. Le da igual. Se planta y canta. Es reflexiva, feminista y una vida que testimonia libertad.
por
Mauro Carlucho
Nació en Ochandio, hace 33 años. Este pequeño pueblito
de la provincia de Buenos Aires fue la escenografía perfecta para una "infancia
tranquila y muy familiar", según su propio recuerdo.
Desde el comienzo, Paula Bidegain va desmenuzando las
sensaciones y experiencias vividas en cada ciudad, pueblo o gran capital, que
recorrió en este viaje personal -único e irrepetible- que empezó en el año 1985
cuando esbozó su primer nota musical con un llanto desbordante de vida.
"A los 9 años nos mudamos a San Cayetano, un pueblo un
poco mas grande, donde empecé con estudios de dibujo y cerámica. Desde muy
chica tuve la suerte de que mi abuelo me enseñó a leer y escribir y fomentó mi
pasión por la lectura y por aprender, pasión que aún me rige día a día. También
a raíz de él, la música entra en mi vida. La primer casetera que vi fue en mi
casa, él la compró ni bien salió (y también para nuestro auto familiar de ese
entonces, un dodge 1500) y siempre estaba haciendo grabar cassetes en las
radios y muchos amigos que viajaban les traían casettes con música,
especialmente de tango y folclore", recordó con ElDiarioDeTandil.
Así de fresca y natural se dio esta relación entre ella
y la música. De chica se cantaba todo (y de grande también). "Yo me sabía
todas las canciones de memoria, y cuando hacíamos viajes a Gonzalez Chavez u
otros lugares cercanos, cantaba durante todo el viaje sobre la música que
sonaba en el auto. Mi primer instrumento fue una guitarra, cuando tenía unos 4
años. Era medio de juguete, pero la amaba. Luego tuve un pianito que le pedí a
los reyes cuando tenía unos seis años, con el que hice mis primeros inocentes
estudios de música, con una chica que venia del campo a mi casa para darme clases",
dice poniendo énfasis en la palabra clases. Continúa: "Así aprendí mis
primeras melodías, cosas clásicas y sencillas, para nada ambiciosas. También
sacaba canciones de oído todo el tiempo. Cuando tenia unos once años fue mi
primera presentación en público, que fue en la escuela. Una maestra que veía
que yo cantaba todo el día me propuso que cantara en un acto y lo hice. Desde
ahí empezaron a invitarme a todos los festivales de folclore del pueblo (San
Cayetano) y programas de radio. Ser afinada a los once años, les parecía una
especie de fenómeno supongo. Siempre me emocionaba al cantar y me ponía súper
nerviosa. Mi abuela me acompañaba a todos lados, a los ensayos (desde los 11
ensayaba con guitarristas que eran tipos de mas de 40 años) y a todas las presentaciones",
dijo sobre aquellos primeros años de escenarios y descubrimientos.
Siempre fue por más, nunca se conformó. A los 14 años,
motivada por el hecho de que quería tocar otras canciones, empezó a estudiar
guitarra en San Cayetano. "Mi profesora era muy amorosa, pero para nada
motivante, me daba siempre lo mismo y volvía hacia atrás con cosas que ya me
aburrían, así que duramos poco menos de un año. Yo sabía que había mucho mas y
no quería que me traten como una nenita. Aprendí con ella los acordes y empecé
a adquirir libritos de acordes de todos lados, y así empezó mi camino de
autodidácta que aún sigue", analizó.
A los 16 años ya les daba clases a otros niños: "Ahora
pienso, ¿como pude?. Lo que hacía, principalmente, era transmitir mi amor por
la música y por el poder que esta tiene, aclarando todo el tiempo que yo sabía
que estaba lejos de conocer y dominar semejante poder". En sus palabras hay
mucho respeto. La música nunca fue un pasatiempo, ni mucho menos.
"En esos años de mi adolescencia, como autodidácta,
entran en mi vida, pisando bien fuerte, el rock y el blues. Este ultimo género,
fue mi compañero durante muchos años. Mi adolescencia pasó en San Cayetano
haciendo musica en mi casa, escuchando Hendrix, Vaughan, GNR, Nirvana,
Metallica, Janis Joplin, Moby, Pappo, y empezando a enamorarme de cosas como
Björk. También hacía un programa de radio, con una amiga, que se llamaba 'Resak
rock' y pasábamos toda la música que nos gustaba. Al terminar la secundaria me
mudé a Tandil para estudiar música en el conservatorio, espacio que no me motivaba
tampoco para nada. Los tres años de FOBA iban en contra de todo lo que yo
quería hacer con la música", dice hoy, segura de sus palabras.
Pero, pese a ver oscuridad en ese momento. De repente
comienzan a suceder encuentros y aprendizajes que nos traen de nuevo al camino.
"Fue así que conocí a Tito Flores. A los dos meses de estar en Tandil estaba
tocando Sweet child o mine con él en el Rockarock. Me sentía
Janis Joplin. Tito fue un gran maestro en mi vida, me enseñó muchísimo de
música y me encantaba cantar con él. Es un hombre que realmente ama la música y
ese amor nos unía a pesar de que discutíamos muchísimo por nuestras diferencias
de edad, sobre todo. Él ya había vivido muchas experiencias que yo estaba lejos
de entender y yo era una pendeja rebelde que discutía absolutamente todo. Él me
regalaba cds con mp3, casi uno por semana, que yo devoraba con avidez. Así
escuché los G3, y todo el blues que un ser humano puede desear", mencionó
sobre aquellos primeros años en Tandil.
Empezó a "curtir" el rock y no tardó nada en salir a
tocar. O, mejor dicho, a cantar: "En paralelo empecé con otras bandas,
siempre como cantante: Yo voy, Linea de cuatro, Garash, todas bandas en
las que cantaba cosas como Led Zeppellin, Janis, AC DC, GNR, Nirvana, Clash,
RHCHP, Strokes, Aerosmith, y algunos clásicos sueltos como Seven nation
Army o cosas asi. Después empecé con Doma2cuatro (creo que nuestro
nombre era horrible) con Jorge Suarez en guitarra, Nico Schrott
en bajo y Roberto González en batería. Esta banda era mi favorita porque
hacíamos temas que me encantaban, con estructuras mas jugadas y mas difíciles.
Ensayábamos bastante serio y sonábamos bien porque los chicos eran y siguen
siendo altos profesionales de la música. También tocaba en una banda que se
llama Kultura Serrana, banda que aun sigue viva y mutando de una manera
u otra, donde tenía mi lugar para rapear y hacer coros, y podía dar mas de esta
parte, que también había sido importante en mi influencia musical con grupos como
El sindicato arg del hiphop, Illia, Tiro de gracia, etc)".
Un par de años después, circa 2009, dejó las sierras
para instalarse por primera vez en la Capital Federal, donde grabó su primer
disco (Boomerang), con "todos temas propios de amor frustrado y muy
patriarcal", definió poéticamente. "Al año siguiente toqué mucho con mi
primo, Alejandro De Salvo, un guitarrista impresionante realmente, también
tandilense. Con él aprendí mas sobre swing y jazz y hacíamos temas de Billie
Holiday, Django Reinhard y Oscar Aleman", comienza a enumerar un periplo de
idas y vueltas, siempre en torno a la música.
Sigue: "En 2011 volví a Tandil para grabar Humanidad
Portátil en Estudios Stroke de Juan Bedoy. Un disco que considero
muy valioso. Estudié mucho para hacerlo y fue mi mejor etapa guitarrística
hasta hoy. Muchos amigos colaboraron en el disco y aún sigo orgullosa de mucho
de lo que hice con él. Las letras hablan de amor y de la vida, pero ya no del
amor refiriéndose a otra persona, desde mís adentros ya pensaba que el amor
podía ser una pasión, como en mi caso lo es la música. A veces cantaba cosas y
solo yo sabía que estaba hablando de mi amor por la música. También había
entendido ya el amor de otra manera. Me faltaba madurar mucho, aún me falta.
Con este disco me fui de gira autogestionado y muy jipi a Uruguay, sola en el
verano de 2011/12. En 2012 hicimos Estela y los bonsái un trio que
llegamos a ser nueve en un momento, con Kamacho y el Chuky. ¡Los tandilenses
saben quienes son estos dos seres!. Fue realmente hermoso y haciamos muy buenos
temas. En 2013 grabé en Córdoba, Tanti, Juego de Fuego en coproducción
con Fede Trip a quien había conocido por Logan al grabar un ft en
su disco. Estos discos están todos en internet. En 2013 volví a Buenos Aires,
previo viaje por San Pablo. En 2014 saqué un audiolibro que se llama Hoy
con la editorial Puntos suspensivos ediciones, que contiene 70 textos de
mi autoría, transformados en audio por 35 amigos lectores de la actual escena
de poesía porteña. Producción de Yarap audiolibrEs. A fines de ese mismo año
empezamos con Epaway. Quería tocar la batería y dos amigos se
prendieron, uno de ellos tandilense, Esteban Godoy (en guitarras) y el
otro, mendocino, Ángel Vela Muñoz (en el bajo). En 2017 sacamos nuestro primer
disco que lo pueden oír en Bandcamp. He tocado con mucha gente y tengo
miedo de olvidarme alguien. Si es así ,no se ofendan, estoy muy agradecida de
cada experiencia".
En medio de esa vorágine creativa, viajes, ilusiones,
idas y vueltas, trabajó de todo lo que salió para bancar la parada: verdulera,
panadera, cuidó niños, limpieza, de todo. "Recien en 2009 empecé a tocar en
el subte para sustentarme a través de la música. Encontré en lo que denominan Arte
Callejero mi espacio de libertad y sustento. Desde entonces y hasta hoy ha
sido mi principal entrada de plata, por donde quiera que viajé, aunque he
tomado changas de otras cosas siempre para tener extras, pero desde entonces
vivo de tocar para la gente", definió claramente.
"En diciembre me vine a Europa para ver a un gran amor.
El amor, si es verdadero, abre puertas, marca caminos y guía, apoya y acompaña
a su manera, siempre en pos también del crecimiento individual. Si es en
libertad, mucho mejor, más sano y grande. Desde entonces, estuve en Alemania
(Berlín), Inglaterra (Londres), unos dias en España (Barcelona) y actualmente
en Francia (París). Ayer mismo estuve tocando en los trenes de París, el arte
callejero sigue siendo mi principal sustento. Actualmente estoy componiendo mi
primer disco de música electrónica, que me gustaría tener listo antes de fin de
este año. Es totalmente experimental e independiente", contó
sobre su presente.
Tandil siempre está presente en sus itinerarios. Visita
amigos, sale a tocar, a ver que onda, si hay algo nuevo para escuchar. "Es
una ciudad que amo porque me permitió conocer grandes maestros, compañeros y
amigos. No quiero nombrar de a uno porque sería re injusto, hay mucha gente que
quiero y que fue importante en mi formación. En Kultura Xerrana cantamos
una frase que dice 'la música de las sierras es diferente' y es así. Es una
ciudad que siempre tendrá un gran lugar en mi corazón", finalizó su
recorrido de bandas, mambos y transformaciones que le dieron color al camino.
Algunos Links para seguir a Pau:
3er disco solista:
https://m.soundcloud.com/paula-bidegain/juego-de-fuego-paula-bidegain
Disco de Epaway: https://epaway.bandcamp.com/releases
Audiolibre Hoy:
https://yarapaudiolibres.bandcamp.com/album/hoy-paula-bidegain-puntos-suspensivos-ediciones
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