NOTA DE TAPA

Cuando comer cuesta caro

29/09/2018

Los gastos de una familia tandilense en comida ocupan un porcentaje cada vez mayor de los ingresos. En lo que va del año el aumento de la canasta familiar en Tandil arroja un incremento del 36,15 % y en los últimos doce meses alcanza el 41,28 % de inflación acumulada, sin que se avizoren signos de detención en un proceso de incremento continuo que castiga a todos los hogares.

por
Marcelo Bettini

El último relevamiento arroja una suba promedio del 4,68 % para la canasta familiar que se releva en Tandil y que está compuesta mayormente por alimentos.

Estos datos surgen de un trabajo de campo mensual que lleva adelante desde hace dos años el Centro Socialista de Tandil - Centro de Estudios Héctor Santomauro, con la participación de Miguel Ibarlucía, Susana Suffredini, Oscar Martens y otros integrantes del Partido Socialista local.

"La elaboración de este índice es una tarea que llevamos a cabo porque consideramos que es necesario y útil contar con datos locales sobre la evolución de los precios de algunos productos básicos", explicó el Dr. Ibarlucía a El Diario de Tandil.

Ya llevan 25 informes mensuales y en todos ellos se verifican datos de inflación muy parecidos a los que se conocen por el INDEC. Aunque el censo local no es un relevamiento de todos los rubros que incluye el Índice de Precios al Consumidor nacional, la precisión en la conformación de la muestra de productos y en la recolección de los datos lo han convertido en un estudio de referencia obligada si se desea conocer la evolución de los precios en esta ciudad.

Susana Suffredini recuerda que el trabajo comenzó en julio de 2016, hace ya más de dos años. "Nos hemos inspirado en el Dr. Héctor Polino, también integrante del Partido Socialista y referente de la Asociación de Consumidores Libres. Él nos dio la lista de los productos que se relevan en Buenos Aires. Solamente son productos básicos de alimentación y tres productos de limpieza".

Es importante que en el estudio de precios se incluyan productos que se puedan referenciar naturalmente con el consumo de cualquier familia tipo, para que tengan valor de referencia, "por eso tomamos como base el trabajo de Héctor Polino, porque estudia el tema desde hace años y sus resultados ya están probados, lo que nos dio una base muy sólida para arrancar".

Por este motivo al conformar el listado en Tandil intentaron respetar al cien por ciento el método elaborado por la Asociación de Consumidores Libres, "aunque hubo que adaptar algunas marcas que no siempre se consiguen en Tandil, un caso puntual es que en Buenos Aires es más fácil conseguir marcas de queso que acá a veces están y a veces no, por eso nos decantamos por la más conocida en ese caso puntual de subproductos lácteos". 

Para el estudio se toman cinco supermercados. "Son siempre los mismos porque eso es una de las condiciones para que la muestra no pierda objetividad y certeza", explica Ibarlucía, y agrega que la selección no fue al azar.  "Tratamos de cubrir barrios populosos y también el centro".

Se toman los precios en una cadena local (Monarca), una de alcance nacional (Vea), una extranjera con presencia mundial (Carrefour), una cadena de origen oriental (Asia - sucursal de Monseñor Actis, en Villa Aguirre) y Las Dos Marías (un supermercado de capitales locales ubicado en Villa Italia).

"Este muestreo nos permite tener una referencia del centro de la ciudad y de algunos barrios muy poblados, como Villa Aguirre, la zona al norte de la Ruta Nacional 226 y Villa Italia. Además, por la distribución de sucursales de algunos de los supermercados que incluimos en el estudio, tenemos un panorama de precios de una parte muy amplia de la ciudad", acota Suffredini.

Aunque no hay un organismo estatal o la universidad detrás del estudio de precios, sus autores lo llevan adelante "con el mayor rigor posible". Por eso chequean cada mes y en paralelo los mismos locales, las mismas marcas e idénticas presentaciones de cada producto. Ibarlucía cree que la evolución de precios de la canasta básica de Tandil que informan cada mes se volvió importante "porque es un trabajo hecho a conciencia, con mucha seriedad, y porque evidentemente había una necesidad de que alguien produjera estos datos ya que ni el gobierno municipal ni la Universidad Nacional del Centro están recabando esa información, a pesar de que tienen una estructura que claramente se los permitiría, si hubiera un interés de hacerlo".

¿QUÉ SE MIDE?

Suffredini exhibe la lista que cada mes salen a comparar. Son 38 productos en total. "Cuatro cortes de carne, pollo y huevos; en lácteos medimos manteca, queso y leche; algunos alimentos secos como harina, fideos, arroz, café, té, yerba, tapas de empanadas, polenta, agua mineral, aceite; las cosas más comunes. También tomamos algunas frutas y verduras y tres productos de limpieza, todo esto en espejo con el estudio que se hace para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires".

Advierte que, en ocasiones,  falta algún producto en las góndolas y entonces se deja el casillero en blanco, aunque son casos muy aislados. También hay una particularidad con la harina Favorita 0000 que un par de mercados no se consigue y es parte de la lista del relevamiento. "En ese caso preferimos dejar el casillero vacío en vez de cambiar por un sustituto, porque no queremos perder el rigor metodológico del estudio".

Es verdad que se observan ciertas reducciones de precios cada mes, pero están relacionadas a cuestiones estacionales. Sostiene Ibarlucía: "Algunas verduras o frutas suben mucho y luego bajan, por la estación del año, o porque hubo inundaciones, o sequías o heladas, por ejemplo; pero la mayoría de los productos tienden al alza en el mediano plazo".

En este sentido, el reporte número 25 (último disponible) indica que continúa "el descontrolado aumento de los productos de la canasta básica". Y si bien la suba es aproximadamente la mitad que la observada durante el mes anterior, "continúa siendo excesivamente alta, agravando aún más la situación de las familias". 

En agosto aumentaron considerablemente las carnes, incluido el pollo (18 %). Hubo subas importantes en la yerba, el café, el mate y los fideos. La papa subió un 21,6 % y la manzana un 20 %. Esto vino acompañado por la suba de otros productos y -en menor medida- fue compensado por la baja en el precio del tomate (31 %), el queso cremoso (7 %), los huevos (9%) y las salchichas (9,5 %).

Los autores de la medición opinan que estos aumentos "demuestran que el proceso inflacionario se ha tornado imparable, con el agravante de que el continuo aumento de dólar lo realimentará".

Y reiteran a modo de resguardo que "los productos relevados todos los meses son 38 entre comestibles y artículos de limpieza, tomándose siempre las mismas marcas, sin contar ofertas. El índice comunicado no refleja el aumento del costo de la vida ya que no incluye tarifas, vestimenta, esparcimiento, combustible y otros". 

Más aún, aclaran: "Medimos productos que pueden considerarse imprescindibles. No medimos gastos de educación, salud, transporte, servicios. No podemos decir que es el índice de inflación de Tandil, hablamos de, básicamente, la comida. Lo que vemos es que la comida ocupa cada vez más recursos del ingreso económico de las familias, esto contribuye al malhumor social. Cuando la gente se va acercando a la caja del supermercado, estalla de bronca".

¿POR QUÉ SE MIDE?

Dan horas de su vida sin percibir dinero a cambio ni algún otro tipo de recompensa que no sea la satisfacción del compromiso militante. 

Recorren los supermercados, toman nota, comparan, vuelcan los datos a una base y los sistematizan.

Sus resultados son utilizados como información de referencia pero no reciben nada a cambio. No tienen siquiera representación en el Concejo Deliberante para poder utilizar ese trabajo -que realizan a conciencia- como llamador para captar la atención.

Son la síntesis del trabajo militante que se hace sin esperar algo de regreso.

"Como partido político tratamos de hacer formación, no la crítica por la crítica misma, ese es el motivo por el que emprendimos este trabajo hace dos años y lo sostenemos, aunque hacerlo nos cuesta tiempo y esfuerzo", explica Susana. 

Para los socialistas -al igual que para cualquier tercera opción- no son tiempos sencillos. "El panorama es muy difícil porque el electorado sigue muy polarizado. Nosotros nos referenciamos en Santa Fe, donde gobierna el socialismo, y la única vez que aparece algo en los medios sobre el modelo santafesino es por los narcotraficantes de 'La Banda de los Monos'. Hay como un bloqueo mediático al socialismo o a cualquier cosa que no sea parte de la polarización".

Esa grieta -dice Suffredini- configura una suerte de argentina bifronte. "Es como si hubiera dos Argentinas. Prendés TN y tenés un país, ponés C5N y es otro. Son dos países con nada en común. Eso es lo que está instalado y parece que nos empujan al 'NO', que significa votar no a la mejor opción sino a una que asegure que no gane el otro". 

SIN SEÑALES DE MEJORÍA

Mientras los precios de los bienes y servicios básicos siguen aumentando, no hay señales claras ni concretas -más allá de buenas intenciones y declaraciones optimistas- de que la economía real, la del día a día, la de quien lee este artículo ahora mismo, vaya a mejorar.

Los especialistas del Instituto de Economía de la Universidad Nacional del Centro (IECON) explican los componentes básicos de esta coyuntura. "La economía Argentina está en modo crisis; por un lado, a los políticos les cuesta tomar el toro por las astas y hacer cambios, se mueven lentamente. Por el otro, nosotros, las personas, hiper-reaccionamos. Este es un combo muy argentino que sólo lleva a mucha volatilidad e incertidumbre", puntualizan en su editorial de septiembre el Dr. en Economía Sebastián Auguste. 

El especialista local -graduado de la UBA y con un posgrado en Michigan- explica y resume la crisis con precisión: "Al asumir, el gobierno de Macri tuvo un plan, promover exportaciones e inversión extranjera. Esto lo hizo sin ajustar el gasto público, bajo la premisa que había buenas condiciones para crecer y que los desajustes heredados se podían ir acomodando de la mano del crecimiento. El plan fracasó. Tuvo un plan B, promover la inversión pública con deuda externa y nuevamente sin ajuste del gasto salvo por el incremento de las tarifas, en parte esperando a que mejoren las exportaciones. Estaba funcionando en 2017 y el primer trimestre de 2018, a pesar de que las exportaciones no aparecían y tuvo la gran mala suerte de un segundo año consecutivo con una pésima cosecha. Pero fue al finalizar un primer trimestre de relativo éxito en 2018 cuando los mercados financieros internacionales le dieron la espalda a los emergentes, y pasaron a modo 'sudden stop' (parada repentina), fenómeno donde los capitales vuelan a los países desarrollados. Con esto se cortó el financiamiento a la Argentina, igual que a todos los emergentes y ese plan quedó trunco. Además generó la corrida del dólar, el que llevaba tantos años "pisado", es decir muy apreciado, porque los gobiernos no podían o no querían que una libre flotación reflejara nuestra realidad económica. Con términos de intercambio peores éramos más pobres y necesitábamos que el tipo de cambio lo refleje, pero no fue así, por mucho tiempo".

En la mirada del director de IECON  "el país sufre desajustes estructurales básicos desde el primer gobierno de Cristina Kirchner y ni ella ni Mauricio Macri hicieron mucho por corregirlo".

Los buenos economistas pueden tener facilidad para diagnosticar pero son más esquivos cuando se trata de promover alternativas. Pero no fue el caso de los integrantes del Instituto de Economía con sede en esta ciudad cuando se les preguntó cómo puede revertirse la situación de crisis actual.

La respuesta, que también puede verse reflejada en las publicaciones de IECON, apunta a "problemas que son crónicos como los déficits gemelos, o sea la suma del déficit externo por el desbalance de exportaciones e importaciones y el déficit fiscal por el elevado gasto público".

 Sin embargo, la aceleración de la crisis de los últimos meses no tiene raíz solamente en cuestiones económicas, que apuntan a estos desbalances macroeconómicos y a la inflación, que se ha acelerada después de mostrar una fase donde empezaba a mermar, sino también con una desilusión muy marcada en las personas y eso genera mayor incertidumbre.

La sociedad se encuentra en un punto de quiebre en las expectativas, que puede leerse en indicadores y mediciones de las principales consultoras, que reflejan la pérdida de aprobación de la gestión del actual gobierno.

Por ejemplo la medición de esta variable por la consultora Management & Fit muestra que la misma pasó de 50 puntos a aproximadamente 35.

Desde IECON apuntan que "Durante los dos años y medio del gobierno de Macri, la gente sentía que las cosas no estaban mejor que antes, pero que esto era el costo de un ajuste que había que hacer, pero que en el futuro las cosas iban a ir mejor. No obstante, en los últimos cuatro o cinco meses, lo que la gente empieza a sentir es que no está muy segura de que este sea el camino, ni de que las cosas, en algún momento, vayan a ir mejor".

 Y por supuesto, esta caída en las expectativas impacta en todos los órdenes:

· en la aprobación de gestión del presidente

· en la imagen de él y de los dirigentes

· en el malhumor social

· en las preocupaciones

· en las decisiones de consumo e inversión que se toman día a día.

Las encuestas que llevan a cabo las principales consultoras reflejan que los temas que más preocupan a la gente hoy tienen que ver con lo económico, ya sea inflación, desempleo, tarifas, pobreza, que suman un 60% de las respuestas.

Esta pérdida de confianza que impacta en un debilitamiento político a un año de tener elecciones, y a pesar que es difícil hablar hoy de resultados, ya que ni siquiera se sabe quiénes competirán en las fórmulas, lo que sí es claro es que el gobierno deberá mostrar en los meses que siguen acciones más fuertes para cambiar las expectativas si esperan poder mostrar una mejor resolución de problemas en un segundo mandato.

Los puntos que puede sacar el oficialismo correlacionan bastante bien con el nivel de aprobación de gestión, o con el de confianza en el gobierno.

Hoy los de la consultora Management & FIT rondan los 34 puntos, con lo cual no estaría garantizando que pudiera estar ganando el gobierno de Macri en primera vuelta.

Si se observan los valores del índice de confianza de Gobierno de la universidad Torcuato Di Tella se observa que la medición de julio fue de 2,01 puntos, el segundo menor valor registrado durante la administración de Mauricio Macri (en mayo de 2018 fue de 1,94), reflejando en términos interanuales una caída fue de 10% y dejando a ese nivel de confianza sólo 0,21 puntos arriba del valor observado en el último mes de la gestión de Cristina Kirchner.

La salida a la luz de los cuadernos de la corrupción y la sentencia contra Amado Boudou seguramente sumen un elemento optimista en las expectativas de septiembre, ya que la lucha contra la corrupción que sigue siendo un estandarte más sólido en términos relativos de este gobierno frente al anterior. Sin embargo revertir las expectativas de estos meses no bastará con poner unos cuantos corruptos tras las rejas y el gobierno deberá ser más claro en sus políticas en los meses siguientes ya que lo que se necesita desde el lado de la macro, básicamente, recortar el gasto público, es una política anti votos en etapa pre-electoral.

Y a ello debemos sumarle que a pesar de tener un tipo de cambio más competitivo por la suba del dólar de los últimos meses, la recuperación de los precios de nuestros productos exportables (y podemos resumirlo en soja) aún es muy incipiente (desde la zona de 300 dólares por tonelada testeada en los mínimos de semanas atrás), frente a la presión que imponen los mayores precios de energía y combustibles importados, como para dar dos ejemplos de entrada y salida de dólares y jugando el aumento de combustibles también un papel central en la inflación por mayores costos de transporte.

El Dr. Auguste reconoce que el dólar en torno a los $40 era algo difícil de prever el año pasado, "por más que sabíamos que nuestra economía sufría de un gran atraso cambiario". Con la certeza de que fue el mercado el que hizo "el ajuste que ni el gobierno ni los argentinos queríamos, hoy estamos en recesión, con una política de ajuste del déficit fiscal y tipo de cambio mucho más depreciado".

En medio de un panorama que para muchos es funesto, Auguste recomienda no perder de vista algunas certezas que se pueden extraer de la experiencia que dejan las muchas y variadas crisis que nos toca atravesar durante nuestra vida. "Estamos en modo crisis y esto nos genera incertidumbre y pérdida de confianza. En las crisis nuestra visión de largo plazo se nubla, y los temores se potencian, pero nunca hay que perder esa visión de largo plazo. Las crisis también son oportunidades de cambio".


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