Solari ya había cantado, muchos se habían ido hacia sus casas, pero como ocurre entre tanto fanatismo, muchos llegaron 'como pudieron', y de la misma forma se iban a ir. No sabían cómo, y uno de ellos escogió la peor forma. Se metió en un kiosko en frente de la terminal, tomó de rehén a la empleada amenazándola con un cuchillo y exigió que lo devuelvan a Mendoza. Afortunadamente, la joven no sufrió ninguna herida. Pero, ese hecho, le cerró las puertas por siempre al Indio en nuestra ciudad.

Días después de lo ocurrido en Olavarría, el propio intendente declaró que "nosotros la pasamos muy tenso, de hecho tuvimos una persona que tomó a una chica del cuello con un cuchillo en un kiosko. Hay un problema en nuestro país, que hasta que no haya cultura y educación no podemos hacer más megaeventos". Casi resignado, porque este evento genera un importante ingreso económico para la ciudad, dijo que "uno quiere no prohibir estas cosas, pero se pasan días de tensión muy importantes".

Hoy, como se adelantó en este portal, se supo que se consultó a funcionarios de segunda y tercera línea del gobierno local para ir tanteando la posibilidad de que Solari se despida en nuestra ciudad. Pero, por lo dicho anteriormente, y con el antecedente de lo ocurrido en Olavarría, en caso de llegar una propuesta formal, la respuesta sería la esperada: acá no.