NOTA DE TAPA - SEMANARIO

Argentina: ¿Estado laico?

06/08/2018

Con el debate sobre la legalidad o no del aborto, somos cotidianos testigos de discursos inconexos donde se mezclan extrañas ensaladas de sinónimos que no lo son, como MORAL y ÉTICA. Igual nos ocurre con la arenga religiosa usada como fundamento, que confronta con la idea de "salud pública". Las presiones religiosas son evidentes, tanto a referentes sociales, como a legisladores y a la prensa, que se completa con homilías y convocatorias en las #Redes al ayuno, la vigilia, la oración para que la luz del Espíritu Santo ilumine las almas sumergidas en la oscuridad que hoy van vestidas de verde.

FE DE ERRATAS: en la edición papel del Semanario (Pagina 8, columna 2°) dice: Como sabemos, después de la unificación político territorial de 1860, el primer presidente fue Mitre, quien dedicó su gobierno a la organización...

DEBIÓ DECIR: Como sabemos, después de la unificación político territorial de 1860, tras Mitre asume Sarmiento (1868) que dedicó su gobierno a la organización...

Pido sinceras disculpas a la Dra. Argeri, con quien -vía email- se corrigieron partes de la nota, para lograr una más fluida lectura. Asumo la responsabilidad del envío involuntario del archivo equivocado. Quede claro que es SARMIENTO quien asume la presidencia después de MITRE.


Frágiles de memoria somos, porque hace sólo dos años (3/6/2016) el Papa Francisco, defendiendo la tarea de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, expresó: "La Iglesia está llamada a comprometerse. No cabe el adagio de la ilustración, de que la Iglesia no deba meterse en política. La Iglesia debe meterse en la gran política". Así habilitó la opinión y posición ante cambio climático, pobreza, capitalismo, consumismo, inmigración, y otros asuntos de la intimidad más absoluta como la sexualidad del individuo, la anticoncepción y la concepción.

¿Nos seguimos asustando con algo tan viejo como el "cuco"?

San Ignacio de Antioquía es responsable del primer uso de la palabra griega katholikos, que significa universal: "de acuerdo a la totalidad". Este término fue usado por primera vez en el año 107, cuando Ignacio escribió la "Carta a los de Esmirna" mientras era conducido a Roma para su sentencia de muerte. En el trayecto del viaje escribió siete cartas, a los magnesios, a los efesios, a los tralianos, hasta la carta a los romanos. Corrían los tiempos del emperador Trajano.

Biblia en mano, podemos constatar que los cinco primeros libros (el Antiguo Testamento es común a judíos, cristianos y musulmanes): Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, narran diferentes períodos de la historia del pueblo judío y establecen claras obligaciones como fundamentos para la convivencia. Muchos rituales como la circuncisión estaban pensados para evitar enfermedades y la esterilidad, la separación de la mujer en menstruación -recordemos que en el desierto las caravanas peregrinaban sin agua- también era profilaxis, los baños rituales, no tocar a los muertos, quemar las ropas de los enfermos, alimentos inmundos (cerdo, mariscos), y muchas referencias que con el tiempo y la evolución de la medicina se flexibilizaron, tenían una razón sanitaria. Y en el islam, los baños de cara, manos, brazos y pies 5 veces al día, estornudar y toser en el ángulo del brazo... son tan obligatorios como en el Siglo VI. Siempre la religión tuvo poder, y en todos los formatos sociales. Hoy mismo, en el judaísmo, el rabino mantiene un gran poder en las familias, desde la disolución del matrimonio a la división de bienes, hasta la mediación en conflictos de índole legal.

Las religiones monoteístas mantuvieron claras estas prácticas, al punto que muchos siglos después, la religión católica fue el mayor poder religioso, político, económico y militar del tiempo feudal, ostentando esa suma de poder en la figura del Papa. Innumerables órdenes religiosas y hasta militares, dieron origen a muchos santos, generaron nichos exclusivos para los feudos nobles, que debían integrar -aún en rango de subrogación- a los pobres y plebeyos. Todos debían tributar a la Iglesia; tiempos de cielos prometidos y amenazas del infierno.

No resulta sorprendente entonces, que la Iglesia Católica despliegue gran energía para influir en este debate del aborto legal SI, o aborto legal NO. Y sobre los sueldos que el estado paga a los obispos, los subsidios, las reuniones y el poder de la Conferencia Episcopal y cantidad de preguntas que de golpe saltan como si el ocultismo recién hubiera finalizado. Que no sepamos algo es una cosa, pero otra diferente es que ignoremos algo que expresa nuestra Constitución Nacional. Por lo menos, ya que se oye tanto reclamo de derechos y que nuestra vida en democracia nos permite pensar el concepto de igualdad y libertad de culto junto al cultivo de las mejores prácticas de tolerancia religiosa, deberíamos ser más curiosos. De eso trata esta nota. Si nunca nos pareció fundamental o interesante saberlo, tal vez hoy sea tiempo de dar una miradita histórica.

 

 RELIGIÓN o CULTO

QUÉ SIGNIFICA "SOSTENER"

ESTADO LAICO o A-CONFESIONAL 

Iniciemos con el panorama actual, después una Doctora en Historia nos contará detalles y contubernios para comprender por qué hasta aquí llegamos... así.

La Constitución Nacional (CN) no establece un Estado confesional, pero tampoco expresa que sea laico. Lo que sí indica nuestra CN, es que aquí se pueden practicar todas las religiones, que ninguna tiene preferencia sobre otra, más allá del culto que sea mayoritario en practicantes y creyentes. Basta mirar que el propio nombre del ministerio dice De Relaciones Exteriores y Culto, que la CN de 1853 avaló, y en 1856 por la Ley 80 "de Ministerios" se llamó Min de Rel. Exteriores, y por posterior Ley N° 3727 de 1898 se comienza a denominar Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Dentro de este Ministerio está la Secretaría de Culto.

El sostenimiento económico del culto católico apostólico romano no significa que sea el culto oficial, ni que el estado deba estar representado por un católico. Basta leer el art.14 y los 13 Tratados con jerarquía constitucional que establecen cláusulas de igualdad en el trato a nivel religioso.

El primer interrogante del subtítulo: RELIGIÓN o CULTO, marca diferencias. Santo Tomas de Aquino, en su SUMMA TEOLOGICA (II-II-81) analiza la RE-LIGION como una re vinculación, pensemos que "ligion" proviene de "ligäre", algo así como volver a vincularse o atarse, o pertenecer nuevamente tras re-pensar.

En cambio, CULTO del latín cul-tus (haber cultivado bien algo) es la forma de vinculación con Dios, refiere como cada ser cultiva su manera de relacionarse con su deidad, su ser superior, su mito. Hay muchos "cultos" que se limitan a la veneración o alabanza, no llegan a ser religiones. Es un término mucho más amplio e inclusivo. Tal vez, en su origen funcionaron como sinónimos, pero hace varios siglos la diferencia está bien marcada.

La clave del asunto está en el famoso ARTÍCULO N°2 de nuestra Constitución Nacional. Menudo problema que desde 1853, nadie modificó y muy especialmente en la última reforma de 1994 los presidentes que firmaron el discutido Pacto de Olivos acordaron no tocar esa parte, más por diferencias y temores cruzados que por consensos sobre la vigencia social de esa cláusula. No resulta ajeno a esto, el Artículo 25 de la CN: "El Gobierno federal fomentará la inmigración europea; y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias, e introducir y enseñar las ciencias y las artes". Obviamente esto abre a la libertad de cultos sin restricción alguna.

Por tanto, hoy, pleno 2018 todo está como era entonces.

La otra discusión es si "sostener" es mantener, pagar sueldos, y por estos meses también fue cuestión de debate el pago de salarios a las autoridades eclesiales. Nada nuevo, porque responden a dos Decretos-leyes N°21.950 y N°21.540 dictados en el gobierno de facto de Onganía, y los Decretos-Ley N° 22.162/80 y N° 22.430/81 con la firma de Videla. Aún están vigentes y no se corresponden con un financiamiento estatal, directo o indirecto, de toda la Iglesia y sus actividades, pero la "asisten". Galtieri firmó en 1982 el Nº 22.552 y Bignone en 1983 el N°22.950. Y así quedaron las cosas.

Nadie tocó nada, ni Alfonsín, ni Menem, ni De La Rúa, ni Kirchner, ni C. Fernández, ni Macri... Todos estos gobiernos, con la protección del Congreso, han mantenido las disposiciones de la dictadura (desde jubilaciones especiales, los subsidios por cada alumno/seminarista, el pago de los "sueldos" de obispos y sacerdotes) y también han garantizado a la Iglesia ciertos aportes indirectos: las exenciones de pagar impuestos por IIBB y Ganancias. También el financiamiento para la remodelación de sus propiedades en concepto de "obras públicas", así como fue la obra de la Basílica de Luján y aquí en nuestro valle, la refacción del Santísimo Sacramento.

Esto deja de lado el concepto que somos un ESTADO LAICO, porque es el propio gobierno federal quien aporta dinero por ley para un "sostén" bastante amplio del culto católico. Por ello, deberíamos acordar que Argentina es un estado ACONFESIONAL.

Según la Secretaría de Culto hay 2500 cultos reconocidos: todos ellos deben convivir de forma pacífica y tolerante en el espacio público, en los espacios educativos, y se debe fomentar el diálogo interreligioso en condiciones de real igualdad de oportunidades, sin conferir desde el estado o actores públicos, superioridad o prioridad a ninguno.

Digamos también la verdad: en una pluralidad de congregaciones, el culto con más practicantes y creyentes es la Religión Católica; pero no podemos olvidar una buena cantidad de practicantes de los demás cultos y creencias, ni que decir de los ateos y agnósticos que incluso después de haberse bautizado y confirmado en alguna religión por una práctica cultural histórica, ya ni asisten a ninguna manifestación de ningún culto.

No podemos invocar al PREÁMBULO como responsable de un estado "confesional" por el trocito que dice: "invocando a Dios como fuente de toda razón y justicia". Dios también es Yahvé y es Alá.

La Constitución de EEUU (1787) evoca en su preámbulo a Dios, sin volverse por ello un Estado confesional ni darle prioridad a ningún culto, ni establecer una desigualdad en el trato entre religiones.

 Artículo 2°: antiguo y vigente "RockStar" 

Nuestra Constitución Nacional, en su tan mentado art.2 dice: "El gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano". Es un probable resabio del pasado, un toque que sobrevivió a todas las reformas, incluso a la  del '94, que habría que cambiar rápidamente si pretendemos una democracia moderna. ¿Esto tendrá para nosotros -ciudadanos-algún perjuicio? Que la CN exprese "sostener"... ¿significa adoptar, profesar? ¿O, simplemente es financiar?

El art. 2 no dice República Argentina, ni adopta, ni religión católica apostólica romana, sino que menciona: "gobierno federal", "sostiene" y "culto católico". Tanto el sujeto, como el verbo y el objeto directo, poseen significados claramente más restringidos que los que serían necesarios para poder afirmar con seguridad que el catolicismo romano tiene en nuestro país estatus de religión oficial y que Argentina es un Estado confesional, tampoco aclara qué es un Estado laico. Cada uno de estos tres conceptos por separado, y desde una advertencia semántica, tal y como está concebido el párrafo, apunta al aporte de fondos presupuestarios procedentes del erario nacional, y nada más.

Sí, claro que pudo ser menos enigmático, pudo ser jurídicamente más claro y enunciar taxativamente que "la República Argentina es un país laico"

La ambigüedad del término "sostiene" nos lleva hacia una comprometida posición si se decidiera presupuestariamente no enviar más fondos a la Iglesia Católica, aún si para aceptar que esta financiación afecta lo dogmático, el párrafo debería decir "la República Argentina adopta y sostiene la religión católica"

 

 CONVENCIONALES DEL 94 

Cuando la evolución propone nuevos modos sociales para vivir y convivir, hasta la Ley de Leyes, puede resultar confusa, insuficiente y hasta injusta.

Para colocar una anécdota en relación al "emérito" art.2, en las reuniones del Palacio San José (Museo y Monumento Histórico Nacional Justo José de Urquiza) en Entre Ríos, durante la reforma constitucional de 1994, hubo varios oradores que defendieron otra postura mucho más rígida que la del antiguo Art 2. Por entonces hubo tres proyectos de enmienda, uno del sacerdote catamarqueño Pedro Centeno, que pretendía directamente: "la Religión Católica Apostólica Romana, como única y sola verdadera, es exclusivamente la del Estado. El gobierno federal la acata, sostiene y protege, particularmente para el libre ejercicio de su Culto público. Y todos los habitantes de la Confederación le tributan respeto, sumisión y obediencia". Una propuesta similar elevó Manuel Leiva, representante por Santa Fe: "la Religión Católica Apostólica Romana (única verdadera) es la Religión del Estado; las autoridades le deben toda protección, y los habitantes veneración y respeto". Y otro tanto hizo el fraile tucumano José Pérez: "El Gobierno Federal profesa y sostiene el Culto Católico, Apostólico, Romano".

Batallaron en contra muchos convencionales ejerciendo una firme resistencia, siendo en su mayoría liberales-progresistas, como Juan Mª Gutiérrez, José Gorostiaga, Benjamín Lavaysse, Juan Seguí y los dos convencionales por Mendoza: Martín Zapata y Agustín Delgado... si, Mendoza a la que históricamente se la menciona como un baluarte del catolicismo conservador. Había más corrientes de pensamiento en el Palacio San José, alguna progresista moderada, que proponía un Estado tolerante y a-confesional; aunque comprendía que no era el momento para bregar por la separación completa entre Iglesia y Estado, por lo que sugería la opción del régimen de Patronato, donde el culto católico fuese subvencionado por el gobierno federal. Por último, los más laicos puros y firmes -que hace 24 años era minoría- pedían no sólo la libertad de cultos y la neutralidad religiosa de las autoridades públicas, sino también la plena separación entre Iglesia y Estado.

Vale recordar hoy, en estos momentos donde la Iglesia Católica convoca a la fe, al ayuno, la vigilia, y amenaza con el infierno... que nos suena muy Dante Alighieri, muy el 6° círculo de la Divina Comedia, muy "herejes". Tan medioevo, tan 1300, que en todo caso deberíamos ir más atrás, ¡SÍ! Retroceder hasta 1931, cuando se vivió un intento de "recatolización" de la Argentina tras el golpe de estado del 6 de septiembre de 1930 que derrocó al presidente Hipólito Yrigoyen, se disuelve el congreso, se instala el estado de sitio y anula la CN. La presidencia del Gral. José Félix Uriburu, facilita a la Iglesia una propuesta para instalar la educación religiosa Católica Apostólica Romana en todas las escuelas públicas. En una época de tremendas tensiones, esa idea no pudo prosperar, pero el clero argentino tuvo por entonces una fuerte participación en la vida política.

Algo que nunca abandonó y tampoco podemos señalar como negativo, si pensamos que durante años la Comisión Episcopal de Pastoral Social, midió la pobreza y acercó datos estrictos y veraces sobre la situación de la población argentina y hoy forman parte de los debates en el Ministerio de Desarrollo Social. Justo es recordar que la UCA (Pontificia Universidad Católica Argentina) creó en 2002 el Observatorio de Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA), cuyos datos siempre reflejaron realidades comprobables y cuando en 2015 el INDEC dejó de medir la inflación y la pobreza, fueron los únicos datos ciertos para ordenar acciones y programas, hasta la reorganización de las estadísticas oficiales en Instituto de Estadísticas y Censos.

Es este un delicado equilibrio, tal vez una buena inspiración sería intentar el respeto y la mediación, algo poco frecuente en un estado de cosas donde el fanatismo por cualquier postura siempre dejará heridos.  

YA VEREMOS SI SOMOS UN PAÍS LAICO O ACONFESIONAL.

Muchas voces -incluyendo al propio gobierno- se elevaron para pedir una mayor separación entre IGLESIA Y ESTADO, vislumbrando anular las partidas económicas.

Seguramente al Papa Francisco no le habrían gustado los discursos de Sarmiento, Alberdi o Mitre. Como tampoco le gustan hoy las observaciones de recorte al presupuesto que el Estado otorga a obispos y demás autoridades religiosas. Pero de ahí a ejercer una presión a los fieles para evitar la sanción de una norma constitucional como si de ella deviniera un castigo universal, hay mucha distancia. ¿Me acompaña a revolver un toque en la historia?

 

 LA HISTORIA CON CARA DE MUJER 

Ella es exuberante, disruptiva, divertida. Es firme y con una cabeza tan abierta como su bagaje académico le enseñó. ¡Se requiere mucha convicción analítica para ser tan libre!

Solo María Elba Argeri puede unir esos atributos para ser un domo que lee la realidad presente y pasada en 360°. Doctora en Filosofía y Letras (Historia), María transitó la Nouvelle Sorbonne y la Univ. Autónoma de Madrid, menudo gusto la charla y el café, porque toma los devenires históricos con la naturalidad que las personas le conferimos a los actos que luego afectarán los tiempos sucesivos. Se excusa humildemente, porque "la Tana" como la llaman quienes la admiran, es así de respetuosa: "la evolución eclesiástica no es mi tema, hay muchos estudios de gente reconocida, yo puedo dar una mirada política de lo que eventualmente condicionó a la inmovilidad del famoso artículo 2". Siempre prudente en los delicados límites del conocimiento, se repantiga en el sillón y aclara el momento en que Argentina se concibe como un ESTADO: "primero de una manera azarosa y libre, centrada en acuerdos y pactos que desorganizaban el virreinato y su régimen borbónico de intendencias buscando negociar un nuevo orden. Desde que los movimientos independentistas españoles nos llevan a ser Provincias Unidas, hasta la denominación de Argentina y luego Estado Nacional Argentino - en 1860-  ya camino de la centralización política respetando una forma federal... ocurrieron muchas cosas. Recién ahí quedamos legalmente constituidos como ESTADO, se reconoce la Constitución Nacional como resultado de un largo proceso y de un "pacto político" que deviene en el asentamiento del Gobierno Federal en la Capital Federal, nada sencillo y con disputas desde la ubicación y el manejo del puerto hasta la forma de organizar la totalidad del territorio nacional. La historia -en su detalle más fino- requiere deshojar sin tendencia los hechos."

María ama los detalles de enrosques, esquelas y cartas que la alejan de todo fanatismo, no se permite jamás ser condescendiente con un documento probado: "mirá, este famoso artículo 2, que perduró en la Constitución de 1860, en realidad fue idea de Bartolomé Mitre, que lo tomó por convencimiento de un gran estadista, viajero incansable que abrevó en Francia y pocos saben que allí murió en 1884 y habiendo comprado él mismo su lápida, en el prestigioso cementerio del Père Lachaise -el más grande de París, en el distrito XX- y tan bello que la gente allí pasea como por un parque, aún hoy se conserva el cenotafio vacío de Juan Bautista Alberdi. De él hablamos, de este abogado que se nutrió con la flor y nata del liberalismo francés revolucionario, de la Asamblea Nacional, cuando allá por 1790 (al año siguiente de la revolución), dictan la "Constitución Civil del Clero". Esto es algo muy interesante, esta gente tenía la idea de crear la IGLESIA CATOLICA NACIONAL FRANCESA, separada del dominio vaticano, ¿Qué me contás?, querían que los sacerdotes y obispos fueran elegidos por los fieles, por elecciones directas en jurisdicciones parroquiales y que fueran funcionarios del estado francés, por lo que recibirían una retribución monetaria. Es evidente que tenían la revolución y el igualitarismo como norte social"

María recrea la situación previa, la revolución de 1789 les había expropiado tierras, edificios y bienes, la iglesia no tenía nada, estaba sin recursos. Habiendo poseído extensos territorios desde sus orígenes rurales, su ámbito campesino, como fue en todo el mundo y con cantidad de monjes, sacerdotes, cofradías, donde los seguidores católicos se habían hecho fuertes, de golpe carecían de todo. Enseguida llegaron los "tiempos jacobinos" que reafirmaron la expropiación y alentaron ese discurso de incompatibilidad entre religión y posesiones materiales. Es fascinante como lo cuenta la doctora: "en realidad, la idea es coherente con el legado jacobino de economía nacional: ejército de leva (servicio militar obligatorio) y la separación de la educación en HUMANIDADES por un lado y estudios TECNOLÓGICOS por otro. Fueron épocas muy revolucionarias, si hubiera sido por los jacobinos ¡ni los curas habrían sobrevivido!... bueno, esa experiencia francesa fue abono fértil para Alberdi, que comprendió el rol de la iglesia católica y optó, antes que por las propuestas jacobinas... por aquellas que había definido la Asamblea Nacional en la Constitución Civil del Clero. Pero llega Napoleón, le restaura bienes y tierras a la iglesia, reanudando relaciones con el vaticano. Y hace algo muy importante: BLANQUEA LA RELACIÓN ESTADO-IGLESIA, que termina siendo por muchos años un pilar del estado francés. Alberdi regresa al Río de la Plata, pero había tomado bien en cuenta esta experiencia, por lo que al redactar la Constitución de 1853, pergeña el artículo 2, lo suficientemente claro para cumplirse y difuso para no discutirse, quizás apostando a la creación de una iglesia nacional, bajo tutela del estado"

Para la "Tana", durante el Siglo XIX culto y religión, fueron la misma cosa, solo los intelectuales observaban las diferencias. Por eso la presencia de Sarmiento fue fundamental: "en la reforma de la CN de 1860, Sarmiento quería si o si, aclarar que éramos un estado LAICO, y su alegato para ello fue firme, pero no podía romper con la Iglesia que controlaba el registro de la población, una parte de la asistencia sanitaria y la educación primaria en parroquias... Sarmiento no logró consenso entre sus pares. Como sabemos, después de la unificación político territorial de 1860, tras Mitre asume Sarmiento (1868) que dedicó su gobierno a la organización institucional del país. Producto de ello fue la implementación del Código Civil, la creación del Colegio militar y de la Escuela Naval. Para él, era imperioso que el estado controlara el registro de la población, NECESITABA datos censales para su idea de organizar una nación sobre bases ciertas. Debía conocer la realidad de la población, y no había otra manera de saberlo que recurrir a las capillas e iglesias. Allí, anidaba el primer paso porque es donde se asentaban nacimientos, muertes, bautismos, casamientos, partidas prolijas con letras caligráficas que señalaban ascendientes y descendientes... Si, era una mezcla de datos jurídico-legales y sacramentos, pero era lo más cercano a la verdadera nómina poblacional"

Sarmiento continúa la idea de Mitre, quería un registro civil bajo el control burocrático del estado, esto le cayó muy mal a la iglesia. María facilita la comprensión de estos tiempos y personajes, dotándolos de fortalezas y debilidades, que expresa en mérito al asunto: "Sarmiento tuvo su primer censo, pero la creación del Registro Civil hubo de esperar 25 años más, después de la ley de educación y por impulso de Roca junto a Juárez Celman, y en 1889 la ley de matrimonio civil. Los momentos históricos no son sencillos de comprender si uno no advierte todo lo que ocurre simultáneamente, sobre todo para entender los proyectos a largo plazo. No es Roca bueno o Roca malo... es ¡ROCA ESTADISTA!, que pensó la Ley 1420 de Educación Común, Laica, Gratuita y Obligatoria en 1884, unos meses después logró la ley del Registro Civil. Hay que pensar que por entonces había maestros privados, particulares, religiosos, había escuelas parroquiales, de colegios y congregaciones, había institutrices, existía el "método Lancaster" (quien sabía más enseñaba al quien sabía menos), estas cosas se sienten lejanas hoy al pensar en el país. Pero estos personajes, estos políticos que diseñaron la nación no eran hombres comunes. Tanto Mitre como Sarmiento fueron rebeldes, determinados. Para mí... enorme figura la de Mitre, con una capacidad negociadora única, que no dejó lesiones, una figura desconocida por el pueblo argentino, capaz de buscar acuerdos -tanto con inmigrantes, como con caciques- cuya finalidad era generar un único pueblo ensamblando voluntades, y también con la valentía de enfrentarse en el campo de batalla y en la mesa de las negociaciones. Sin duda un hombre que perfila y concentra en su figura al siglo XIX"

Para "la Profe Argeri", estos vaivenes con la Iglesia jamás cesaron, y las disputas entre ministros y funcionarios más católicos o más laicos se centraron desde entonces en los ejes educativos. Iniciado el Siglo XX continuaron y perviven hasta el presente Siglo XXI.

Seguro que, llegado aquí, usted lector se pregunta ¿por qué en la tele no se presentan explicaciones como estas? ¿Por qué todos opinan -o gritan-  sin lograr poner en contexto la historia tal y cómo fue, interpretando los tiempos?

No lo sé, pero GRACIAS María Argeri, la historia es una cosa seria que debe estar en bocas serias para poder pensar mejor nuestro propio tiempo.

Es aquí donde buceo en mis recuerdos y revivo imágenes de los sermones del padre Luis J. Actis desde el púlpito de madera de la Iglesia Matriz, enojado contra Don José Cabral, los masones y los radicales; recuerdo al padre Eloy Villaverde que dejó los hábitos para casarse; al padre Jesús Baretto que transitaba entre el batallón -era capellán del ejército-  y la Iglesia de Santa Ana, me vuelve una imagen del padre Batelli, cura del Sagrado Corazón que muchas tardes cruzábamos en el "Salón Parroquial". Las urgencias y la liviandad de los tiempos recientes, traccionan sólo las movidas políticas del Padre Raúl Troncoso o Ledes Mendoza, pero por estas sierras la política tuvo púlpito muchísimo antes. 

 SARMIENTO: UN CABRÓN DE VERDAD 

La 1° Reforma Constitucional fue en 1860, y allí estuvo el artículo 2 en el centro de la escena. El convencional Félix Frías pretendía dijera: "La religión católica, apostólica, romana, es la religión de la República Argentina, cuyo gobierno costea el culto. El gobierno le debe la más eficaz protección, y sus habitantes el mayor respeto y la más profunda veneración". Lo acompañaban es esto Mariano Acosta y Tomás Anchorena. Pero un gran oponente con su aliado no lo permitieron y la eventual enmienda fracasó estrepitosamente. ¿Adivine quién peleó por mantener un estado laico? Si, Sarmiento y Mitre, paladines del laicismo decimonónico argentino. Aquí va parte del discurso de Sarmiento desarmando la idea de un Estado Católico:

"La Constitución argentina no es católica sino civil, y cada palabra suprimida en las constituciones sobre materias religiosas, y cada frase aumentada, ha costado no sólo al pueblo que lo hace muchos dolores, sino a la humanidad entera mucha sangre y muchos sacrificios. Cada palabra constata un progreso de la inteligencia, un derecho reconocido y proclamado. Es, pues, un deber religioso no retroceder del punto al que con tantas fatigas hemos llegado y no engañarse a sí mismo hasta engañar a los demás. [...] No poner trabas al derecho de cada uno de adorar a Dios como lo entienda, para que no fuese para católicos solos la Constitución, y sí para todos los hombres de buena voluntad. [...] Un hombre de Estado que nos sale con la pamplina, de que la Constitución funda el gobierno y la vida de la Nación sobre la base del sentimiento religioso y la autoridad de la fe católica, es un atronado que no se entiende a sí mismo, ni tiene una idea de lo que está diciendo. [...] La Constitución Nacional se funda en el derecho público universal, popular, de gobernarse el pueblo a sí mismo, según los principios del gobierno republicano, sin ninguna creencia obligatoria u oficial."

 UE & RDM (EL RESTO DEL MUNDO) 

Si damos una vuelta por la Unión Europea y el Resto Del Mundo, nos llevamos varias sorpresas.

De los 28 estados que componen la UE, según sus constituciones y sus leyes sobre la religión, 6 son confesionales, 21 aconfesionales y uno laico o laicista: Francia.

¿Por qué Francia es considerado el único país laico? Porque específicamente consta en su constitución la división de Estado/Iglesia. El resto de los 21 estados a-confesionales, establecen vínculos de cooperación con las iglesias. El  Art 1° de la Constitución Francesa, establece la neutralidad de los poderes públicos con respecto a todas las opiniones y creencias, y la extiende a todos los servicios públicos. Expresa claramente que esta separación entre las Iglesias y el Estado significa que la República Francesa no reconoce, no paga salarios, ni subvenciona ningún culto, el Estado no tiene ninguna confesión religiosa, las iglesias se administran libremente. Todas las iglesias son iguales en derecho, ninguna debe intervenir en la organización ni en el funcionamiento de las instituciones del país. Las asociaciones destinadas a ejercer un culto no pueden recibir, por tanto, ninguna subvención pública. Dejando expresa indicación que la elección de culto no tiene consecuencias para los empleados públicos, siempre que no porten símbolos o vestimentas de alguna creencia en particular. La laicidad implica que los poderes públicos conceden la misma atención a las distintas religiones, pero nunca asistencia económica.

Europa no es una balsa de aceite, mantiene grandes luchas ideológicas. En los países ex comunistas (del antiguo bloque de la URSS), reconocen en la letra toda la paridad posible entre ateísmo y religión, pero en la práctica no fomentan la libertad "filosófica", tras haber vivido medio siglo bajo el yugo del comunismo que luchaba por desaparecer toda religión por considerarlas nocivas, estas nuevas sociedades no quieren volver atrás. En Europa, cada Estado es consecuente con su historia, por tanto cualquier persona puede cambiar de credo o creencia, y comunicarlo si el estado recauda por la vía formal los impuestos eclesiásticos. Los 6 estados CONFESIONALES, que tienen una religión protegida por el poder público son: Gran Bretaña, a la Iglesia Anglicana donde la Reina de Inglaterra es jefe de esta Iglesia con la potestad de nombrar obispos. Suecia, Dinamarca y Finlandia son luteranos. Dinamarca es un estado protestante luterano evangélico, donde el Rey debe profesar esa religión. Todos reconocen al resto de los cultos y no hay restricción al momento de ejercer la fe. Grecia es ortodoxa, aunque su Constitución menciona la separación Iglesia-Estado, en realidad el Estado solo protege a la iglesia ortodoxa, y allí no se permite la tan mentada "objeción de conciencia". Malta es católica, el estado corre con el mantenimiento de la iglesia, pero hay libertad de culto.

Los estados aconfesionales son 21, podría simplificarse que no expresan una separación entre las iglesias o confesiones y los estados, pero el Estado -en distintas formas y grados- reconoce y protege a las religiones, mantiene relaciones con ellas y llega a pactos distintos que van desde otorgar ciertos beneficios económicos o de liberación tributaria, reconocen la libertad de culto, no obligan a su presidente o primer ministro a ningún credo específico y la religión está muy presente en la vida pública y privada. Son A-confesionales: Alemania (se declara "laico" pero desde el estado se derivan los impuestos afectados a todos los cultos), Italia, España y Portugal (los tres fueron confesionales católicos, pero ya tienen prescindencia, son de mayoría católica), Irlanda (apoya a las dos confesiones principales, católica y protestante), Holanda, Bélgica, Austria y Luxemburgo, con sistemas separados  cada uno con ciertas concesiones hacia un culto: Holanda a los protestantes, Bélgica, Austria y Luxemburgo a los católicos. Los países ex comunistas: Estonia un 70% ateos, Letonia en partes iguales católicos, ortodoxos y protestantes, Lituania 70% católicos , Polonia, Chequia, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Bulgaria tienen predominancia ortodoxa, Croacia mayoría católica y Rumania, es un caso especial, la mayoría es ortodoxa rumana, obligatoria en todas las escuelas, pero la sostienen los fieles.

El caso de Chipre divide la isla en dos partes, la griega y la turca, y lo mismo pasa con la religión: los griegos son ortodoxos y los turcos son musulmanes.

 HOY POR HOY 

Hoy en nuestro país, las confesiones religiosas se financian a través de los aportes de sus fieles y de la gestión de sus propios recursos. Nuestro país posee un sistema de financiación directa a favor de la Iglesia Católica y otro indirecto que favorece a todas las religiones por igual, quitando impuestos y gravámenes. Esto termina siendo superior porque opera con beneficios fiscales en diferentes órdenes (nacionales, provinciales y municipales) a todos los cultos, que no pagan IVA, ni Ganancias, ni impuesto al cheque, ni el ABL y en muchos casos tampoco el inmobiliario provincial. Si los cultos presentan espectáculos, ferias o venden productos, no abonan ninguna carga tributaria por esas actividades.

Los países evolucionados, tienen varios modelos para recaudar: Italia, Bélgica, Dinamarca, Francia y Alemania, incluyen en el formulario de declaración impositiva el credo de su preferencia, y el estado deriva allí el 0,08% promedio. Si uno coloca NINGUNO, en el casillero del "impuesto eclesiástico" nada se envía, pero: si se requiere algún servicio de algún culto, el sistema lo advertirá y deberá abonar una tasa de culto directamente a la congregación.

Alemania es el país que más dinero aporta a la Iglesia Católica (es el culto más costoso, un 9% del ingreso anual declarado),y no es una cuestión de voluntad, hay que declarar el culto, sino no deberá renunciar expresamente a toda religión, así no pagará nada, pero tampoco podrá recibir ningún servicio de ningún culto y esto lo controla  la Conferencia Episcopal Alemana. Ellos saben si se bautiza, si toma su comunión, se casa o le dan servicio en el funeral. No hay limosna, no hay dineros fuera del circuito bancario y las donaciones registrables pasan obligadamente por los tributos estatales.

Creo que la recorrida histórica, ubica nuestra verdadera y dilatada relación con la Iglesia Católica. También la incidencia del clero en la política argentina.

Por estos días de debate, pañuelos celestes y verdes estiman cuando hay alma o no la hay con discursos poco serios, extremos y llenos de fanatismo, muy lejos de Platón, para quien el alma se liberaba en la muerte para ir a otros cuerpos, o de Nietzsche que sostenía era una creación para tolerar la idea de la muerte. Un poco de equilibrio viene bien.

No sé cómo resultará la votación sobre el aborto legal, que de algún modo recuesta decisiones jurídico-filosóficas-sanitarias en el territorio de la fe; una fe que no se evidencia en algunas exposiciones vehementes y poco piadosas cuando fundamentan la postura de la protección de la vida. Tampoco es constructiva la ferocidad que suele verse en la defensa del aborto legal y el disparate de suponer que la ontología alguna vez dudó que cada una poseyera legítimamente UN CUERPO.

Se me ocurre que ante este panorama nada bueno resultaría si gana el , y los pañuelos celestes hacen guardia en el hospital con carteles, gritos y amenazas. O si gana el NO, y las convocatorias verdes se hacen en las iglesias con cuerpos pintarrajeados, impidiendo una misa y la misma virulencia que la contraparte.

Somos libres. Cada quien puede ir a rezar, ayunar, pedir al espíritu santo, arrodillarse ante la virgen y está perfecto.

O en su defecto, vestir de verde, insistir que somos dueñas de nuestro cuerpo (potestad que no está en duda), cantar, gritar insultar ...medio vestidas porque hace frío.

Todas las religiones pretenden el bien y todas hacen política.

Tan necesario como el pan de cada día, es la paz de cada día. No es éste un nuevo tiempo, es el tiempo de mostrar que hemos madurado.

 ANTES DE CRISTO 

Augusto fue el primer emperador romano. Gobernó entre 27 a. C. y 14 d. C, su sucesor fue Tiberio, y posteriormente Calígula. Esto ya delata la decadencia social de Roma imperial.

Claudio César Augusto Germánico, resulta así el cuarto emperador romano, gobernó del 41 hasta su muerte en el año 54. Claudio había tenido poliomielitis, presentaba notables deficiencias físicas, tartamudeaba y lo consideraron tonto. Calígula lo había nominado Senador, siendo el único adulto de dinastía noble que tras su muerte podía ser emperador. Su aparente debilidad y su falta de experiencia en el campo de la política, hicieron que la guardia pretoriana lo proclamara emperador. Pero Claudio fue un brillante estudiante, gobernante y estratega militar, además de ser querido por el pueblo y ser el hombre más poderoso del mundo conocido entonces. En su primer discurso ante el Senado dijo: "Ya sé que me consideráis un pobre necio. Pero no lo soy. He fingido serlo. Y por eso hoy estoy aquí".

"Yo, Claudio" es la obra más conocida del escritor británico Robert Graves y una de las grandes novelas históricas del Siglo XX, publicada en 1934, de contenido histórico estricto y detallado como honran los británico, está narrada en primera persona por el propio Claudio, quien evoca su infancia y juventud desde su lugar de emperador.

Tres fragmentos seleccionados, todos correspondientes al año I a.C, ponen en la situación de dos mil años atrás - justo al nacer el cristianismo- el rol de la mujer, el placer, los hijos y otras prácticas que vuelven interesante este cierre para la nota de tapa.

 "La mayor parte es un registro de los compromisos y los casamientos de los jóvenes nobles. Augusto había hecho todo lo posible en el plazo legislativo, para estimular el matrimonio entre los hombres de su familia. Debían casarse jóvenes y formar una familia tan numerosa como les fuese posible. La continua disminución del número de nacimientos y casamientos de las clases gobernantes se convirtió en una obsesión para Augusto. En una ocasión en que la Noble Orden de los Caballeros, en la cual se elegían los senadores, se quejó de la severidad de sus leyes contra los solteros, Augusto citó a toda la orden en la plaza del Mercado para ofrecerle una disertación. Se dejó arrastrar a un intenso apasionamiento con los solteros, los llamó animales y granujas, y, por una extraña figura, asesinos de su propia posteridad. Por entonces yo ya figuraba entre los hombres casados. Al principio no éramos más que un puñado, pero cuando comenzamos a casarnos y engendramos hijos llegamos a competir con los Estados vecinos, no sólo en la virilidad de nuestros ciudadanos, sino también en las dimensiones de nuestra población. Esto debemos recordarlo siempre, al principio el primero y gran dios que nos creó, dividió a la raza humana en dos. A una mitad la hizo masculina y a la otra femenina, e implantó en estas mitades el deseo de la una por la otra, e hizo sus relaciones fructíferas, de modo que, por medio de la continua procreación, pudiese, en cierto sentido, hacerse inmortal incluso la mortalidad".

"Ya solo me pregunté secretamente ¿De qué servía que Augusto nos hablara de esa manera, cuando sabía perfectamente que no eran los hombres los que eludían sus deberes como afirmaba, sino las mujeres? Pero por regla general, en la actualidad toda mujer bien parecida podía entregarse a cualquier hombre que le diese la gana. Si se casaba y luego se cansaba de su esposo, como sucedía habitualmente, y quería divertirse con algún otro, podía hacerlo si la discreción la acompañaba. Y en cuanto a los hijos ¿quién los quería? Se entrometían en la salud y las diversiones de una mujer durante varios meses, antes del nacimiento, y aunque tuviera una nodriza para ellos después, necesitaba tiempo para recuperarse del desdichado asunto del parto, y con frecuencia sucedía que su silueta quedaba estropeada después de tener dos. Suerte que los médicos griegos eran tan listos, si la cosa no había ido muy lejos: sabían librar a cualquier mujer de cualquier hijo no deseado, en dos o tres días, y nadie quedaba en peor situación ni se enteraba de nada. Es claro que algunas mujeres, incluso las muy modernas, tenían un anticuado anhelo de hijos, pero siempre les quedaba el recurso de comprar un hijo, por adopción, a algún hombre de cuna decente que estuviese muy apremiado por sus acreedores."

"Los caballeros, cuando se casaban, lo hacían para obtener una rica dote, por lo que intentaban casarse con alguien superior a ellos. En las familias de la antigua nobleza había menos mujeres para elegir y la esposa quedaba más absolutamente en poder del jefe de la casa dentro de la cual ingresaba por casamiento. Todas las mujeres sensatas se lo pensaban dos veces antes de firmar ese contrato. Pero en otras familias que no fuesen las de la antigua nobleza, una mujer podía casarse legalmente con un hombre y al mismo tiempo permanecer independiente, con dominio sobre su propiedad, si estipulaba que debía dormir tres noches al año fuera de la casa de su esposo. Porque esta condición interrumpía su derecho sobre ella como objeto de su propiedad permanente. Por motivos evidentes, a las mujeres les agradaba este tipo de matrimonio"

                                                                                              "YO, CLAUDIO" - Robert Graves

                                                                                                 1934-Edit Arthur Barker-London

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