PERSONAJE DE LA SEMANA
17/07/2018
En esta nueva edición de los Personajes de la Semana, les presentamos a José Torrecillas Sáez. Histórico heladero y comerciante de Tandil, inmortalizado en su nombre de fantasía: Pepe. Hablaremos de su historia de inmigrante, el Tandil de antaño y los secretos para permanecer 40 años como referencia ineludible. Una entrevista rica y refrescante, por supuesto acompañada con la cobertura de chocolate gratis. Una marca de la casa.
por
Mauro Carlucho
Pepe llegó al mundo como José Torrecillas Sáez.
Concretamente en Albanchez, un pueblito de Almería en el norte de España.
Su familia se dedicaba exclusivamente a las tareas
de campo: agricultura y ganadería. Pepe tiene recuerdos de comenzar a trabajar
con apenas 6 o 7 años. "Teníamos que cuidar las ovejas, cabras, mulas y
caballos", dijo en diálogo con ElDiarioDeTandil.
"Mi niñez fue muy sencilla. No pude ir a la escuela
como cualquier chico porque tenía que trabajar. Apenas nos daban unas clases
particulares, pero tampoco nos quejábamos. Primero teníamos que cuidar los
animales y desde los 10 años ya trabajábamos la tierra", dijo sobre un tiempo que parece muy lejano. "Me jubilé a los 77
años, así que calculale que trabajé más de 70 años", dijo riendose ante
tamaña evidencia.
Como en muchas de estas historias, emplazadas en el
agro, los juegos y diversiones estaban relacionadas con el ambiente. Con lo que
había al alcance de la mano. El grupo de amigos estaba conformado por primos y
hermanos. A lo sumo se agregaba algun vecino de algún "rancho" cercano.
Pepe es el tercer hijo, de los seis que tuvieron
Alejandro Torrecillas e Isabel Sáez. Antonio, era el mayor. Elvira, la segunda.
Luego Pepe, Francisco, Ramón e Isabel.
La llegada de la familia Torrecillas - Sáez a
Tandil se dio ante los temores de un nuevo conflicto bélico. Su padre había
vivido en carne propia los miedos de la "2° Guerra Mundial" y decidió irse
antes de revivir ese flagelo.
"Mi padre viajó en el año 1949 para la Argentina y
a los dos años nos envió una carta para que venga el resto de la familia. Ahí
vendimos todo lo que teníamos en España y nos lanzamos al mar. El barco tardó
18 dias en llegar a Sudamérica", toda una odisea para los niños que no entendían del todo lo que estaba
pasando.
Eligieron Tandil, por unos tíos que se habían
adelantado en el viaje. Aquí los esperaba una nueva vida. Distinto a lo que
habían conocido en su madre tierra.
"No sabíamos con que nos ibamos a encontrar o de
que ibamos a vivir. Pero por suerte, cuando llegamos, nuestro padre nos esperaba
con una casa para vivir a tres cuadras del cementerio y ademas ya estaba
trabajando en lo que sería nuestra casa de toda la vida, ubicada en Antonena
117", contó sentado en ese mismo hogar, construido en
la decada del '50.
El primer trabajo de la familia fue en una cantera.
Padre e hijos se dedicaban a extraer arena, en lo que era la principal
actividad de la época. Pepe dirá que "debíamos rebuscarnosla como se podía.
Creo que estuvimos por cuatro o cinco años haciendo ese trabajo, junto a muchos
inmigrantes que llegaban en nuestra misma situación. Después mi padre puso un almacén y yo me fui a trabajar en la
construcción", relató el entrevistado.
Pepe, antes de ser "heladero" pasó por muchos
empleos. Como dijimos anteriormente, trabajó en la cantera, en la construcción,
pero también juntó papa en la cosecha, fue mozo en los inolvidables bailes de
Unión y Progreso que reunían a figuras como "Palito" Ortega o Leo Dan y tuvo
una carrera de 18 años como metalúrgico en la recordada firma Tandilmat. Un
accidente laboral en dicha fábrica, lo empujó a comenzar su historia como
heladero.
"Mi primer heladería fue La Porteña, que estaba
ubicada en la avenida España 235. La compré en sociedad para el año 1974. Dos años mas tarde puse la Heladería Iglú con otro
socio, pero finalmente en el año 1979 decidí dejar las 'medias' y abrí
Heladería Pepe's a principios de año. Recuerdo que el salón de calle Yrigoyen
estaba en venta y lo compré en cuotas", dijo. Un articulo periodistico de
aquellos tiempos, sobre la inauguración de Pepe, ilustraba: "En el grato y
amplio local de Yrigoyen 646 - la ya famosa calle de los naranjos, un poco
olvidada por los comercios de Tandil - inauguró recientemente Heladeria Pepe's.
En esa estrategica ubicación - a un paso del Cine Alfa y el club Ramón
Santamarina - ofrece la posibilidad de saborear en estos calurosos días de
verano, un refrescante helado cuyo gusto podremos escoger entre los 25 que
estan a disposición de los mas exigentes. Recomendamos una especialidad de la
casa: la copa helada.
Propietario de este nuevo establecimiento es el
señor José Torrecillas, un hombre de
reconocida trayectoria en la elaboración de helados en nuestra ciudad.
Integrante, por otra parte, de la firma propietaria de Iglú, la exitosa
heladeria que desde hace tres años funciona en Rodriguez 477, frente a la Plaza
Independencia".
La apostilla en el matutino local de 1979 deja ver
los históricos problemas de la calle Yrigoyen, en comparación con las calles
Rodríguez y 9 de Julio. Pero a su vez es premonitoria de lo que será en el
futuro la relación de Pepe's con el Alfa y Santamarina.
El propio Torrecillas sostuvo que "recuerdo que
teníamos mucho trabajo durante el Festival de la Sierra que se hacía en el
Santamarina, lo mismo en los demás conciertos y espectáculos que se
organizaban. Con el cine también trabajabamos muy bien. La verdad que me fue
bien, no me puedo quejar. Porque en la calle Yrigoyen no le iba bien a nadie,
negocio que ponían negocio que cerraba. Tengo un gran agradecimiento por eso,
porque si hay negocio que se instaló y persevera hasta el día de hoy desde la
década del 70, es Pepe's. Hoy en día, una de las heladerias mas tradicionales
de todo Tandil".
Pero estos 40 años tampoco fueron un lecho de
rosas. Los constantes cambios y problemas económicos de Argentina, hicieron que
Pepe piense en vender todo. En el año 1982 dejó a su hijo encargado de la
heladeria y se fue a Mar del Plata donde puso Helados Diagonal hasta el año
1990. "La verdad que me fue como la mona, a causa de las políticas de turno.
Pero no lo dudé y volví a cobijarme en Pepe's. He pasado por muchos momentos difíciles, porque es verdad que hubo tiempos
jodidos. Pero a lo lejos no me puedo quejar. He podido progresar y la vida ha
sido muy buena conmigo", comentó.
Carolina Frosinini fue su esposa durante toda una
vida. Se conocieron cuando Pepe tenía apenas 19 años. "La primera vez, la vi en un baile de Unión y Progreso. Nos casamos
en el 1958 y estuvimos juntos por 54 años, hasta que se aburrió de mí y se fue",
dijo emocionado, sobre su compañera que se adelantó en la partida y le dejó el
legado de una familia maravillosa y recuerdos imborrables.
Del matrimonio nacieron dos hijos: 'Mary' y
Alejandro. Los cuales crecieron atendiendo primeramente en el almacén de Villa
Aguirre y después las heladerias. 'Mary' y Pepe en Iglú, Alejandro en La
Porteña y Carolina en el negocio de Villa Aguirre. "Contado así, parece que
fuera todo un empresario", dijo entre risas. Quizás uno de los secretos de
Pepe es que nunca se la creyó. Fue un laburante y ese es el ejemplo que le
gustaría dejar.
En un pasaje de la entrevista, hablamos sobre
Renzo. La otra gran heladeria de nuestra ciudad en aquellos tiempos. Pepe
indicó que "teníamos una gran relación con Renzo. Nos llevabamos muy bien.
Al punto que cuando se quedaba sin vasos o le faltaba algun producto me los
venía a pedir a mí. Eramos competencia, pero había una gran relación". En
el marco de esa sana competencia Pepe incluyó el bañado gratis de chocolate.
Esta acción de marketing todavía es recordada por los mayores de 30 años. Habia
colas interminables sobre calle Yrigoyen, pero todos aguardaban sin chistar.
"Como siempre hay que hacer esfuerzos. El tema del
bañado gratis se originó por causa de que uno tiene que atraer al cliente y la
manera es dando, regalando, hay que dar. Entonces salió esa publicidad. Yo
llegué a regalar el importe de dos 0 kilometros por año. La gente la recuerda,
cuando veían por televisión o escuchaban por radio, 'bañado gratis'. Eso fue
tremendo. Fue causa también de que perseverara la heladería
porque fueron años durísimos", contó sobre
aquel tiempo.
Comparando
el producto actual con lo que se vendía antes, Pepe
habla de la calidad de la materia prima. "Las recetas son las mismas, no hay
grandes secretos en esto.
Lo que sí puede cambiar son las materias primas. En aquella época te vendían el
producto original y además estaban las segundas líneas. Hoy creo que se vende tercera y cuarta línea para abaratar
costos, ya no saben que hacer. Por ejemplo, para hacer chocolate se usan saborizantes.
Yo toda la vida usé chocolate cobertura con mercadería de primera. No tiene
ninguna ciencia hacer buen helado, sino simplemente usar buena mercadería".
"Pero atentos, mis helados eran y son ricos porque
también le ponía mucha dedicación, cuidando que las cremas se pasasen las veces
necesarias por las máquinas para que queden mas suaves y más cremosas". Además había un contacto muy directo con el cliente, Pepe además de
fabricar, atendía y escuchaba mucho al cliente para mejorar el producto.
"Otro detalle a tener en cuenta, es que antes
preparábamos 15 gustos y hoy hacen 50. Eso hace que con tantos gustos no se le
puede dar en la tecla a todo. Es mas dificil estar en todos los detalles como
lo hacía yo. Históricamente los gustos
que mas nos pedían era chocolate y dulce de leche. Seguidos por la frutilla", mencionó.
A punto de cumplir 40 años endulzando a los
tandilenses, Heladeria Pepe's sigue funcionando como un emprendimiento familiar
a cargo de Alejandro Torrecillas y sus dos hijos: Damián y Jonás. Pepe va de
tanto en tanto y supervisa que se mantenga la calidad de los productos.
De nuestro Personaje podemos agregar que es hincha
de Racing Club y ama al futbol, y especialmente a Messi. Le encanta pescar,
hasta hace un tiempo lo hacía con amigos, e iban principalmente a la Laguna de
Chasico.
Con 81 años sobre el lomo, se enorgullece cuando se
cruza a algún hombre por la calle y le dice:
- ¿Usted es Pepe, no? Seguramente no se acuerde de
mi, pero mas de una vez me regaló un helado cuando en mi casa no alcanzaba el
dinero.
Esos gestos explican su éxito y
permanencia. El no creersela y trabajar a destajo. En apostar siempre al
esfuerzo y respetar al cliente. Normas que parecen quedar en el olvido y estas
historias luchan por mantenerlas.
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