11/07/2018
Al día siguiente del paro, empezó a circular por WathsApp una lista de las personas que fueron a trabajar a la Universidad y parece que lo mismo pasó en el Centro Cultural. Hubo mucho enojo entre algunos profesionales de la institución, quienes decidieron denunciar lo sucedido.
Como en los viejos tiempos y sin perder las malas
costumbres, el paro dejó perlitas para contar en este Semanario. Los
intolerantes de siempre, incapaces de construir a partir de las ideas y el
debate, siguen con las viejas prácticas de listas negras, apuntando en escrache
a quienes no adhirieron al paro, como si ello estuviera mal.
Resulta que al día siguiente del paro, empezó a circular por
WathsApp una lista de las personas que fueron a trabajar a la Universidad y parece
que lo mismo pasó en el Centro Cultural. Además de mi repudio, que obviamente
no es lo importante, hubo mucho enojo entre algunos profesionales de la
institución, quienes decidieron denunciar lo sucedido con el fin de iniciar una
investigación que permita dar con el origen, con la persona o con el teléfono
desde donde se originó la cadena.
Estoy seguro, muy pero muy seguro (pero muy, pero muy), que
pronto se sabrá el origen de los mensajes. Y si en los próximos días no nos
enteramos de como terminó el tema, no crea que es por falta de voluntad en
llegar al fondo, sin ninguna duda todos quieren saber la verdad y nadie, pero
nadie, nadie, sería capaz de manchar la institución con fines políticos, ¡Eso
jamás!
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