PERSONAJE DE LA SEMANA

Que me van a hablar de amor

27/06/2018

Uno de los hinchas de San Lorenzo más conocidos de la ciudad. Reconocido socio y actual dirigente de la Peña 'El Nuevo Gasómetro' , que éste año cumple 25 años de trayectoria. Tiene un quincho con miles de objetos del Ciclón. Amante de la radio y lector de este semanario. Un personaje de barrio, con la pasión a flor de piel.

por
Mauro Carlucho

Osvaldo Victorero nació en Las Martinetas, partido de General Lamadrid. Hijo de Anibal Victorero y Julia Pesclevi. De chico, y hasta venir a Tandil, trabajaba en el campo, más precisamente en apicultura.

Desde aquel entonces tiene dos pasiones: el fútbol y la radio. "Allá jugaba a la pelota. A mí siempre me gustó el fútbol y la radio. Son dos pasiones que me acompañaron toda la vida. Seguía al "gordo" Muñoz, a Juan Carlos Morales. La Oral Deportiva es sagrada, lo mejor que hubo en radio", le contó a El Diario de Tandil.

De joven, también se calzó los "cortos". Jugó en Deportivo Barracas de General Lamadrid, en la Liga de Laprida. Sobre esta experiencia dijo: "Llegué a jugar en Primera. Siempre al arco. Esto viene de mi tío, con quien tenía una gran relación. Él había jugado en primera y siempre fue una referencia". El futbol era totalmente amateur en el pueblo y Osvaldo debía acomodar sus horarios para poder entrenarse mientras se encontraba en el campo.

En su vida, el fútbol está ligado a San Lorenzo. Al club de Boedo lo lleva en la sangre. "Yo me hice hincha de San Lorenzo por mi viejo", dice orgulloso. Aquí comenzamos a desmenuzar esta pasión Argentina por el fútbol. En donde los "colores" se transmiten por herencia y la pelota pasa de grandes a chicos casi sin darnos cuenta.

Su ídolo de la infancia fue Enrique Chazarreta, reconocido jugador del Ciclón de la década del '60 y el '70. Chaqueño, además jugador de la selección nacional. También la "oveja" Roberto Telch y el "sapo" Villar se encuentran entre sus amores. La Oveja formó parte de los recordados Carasucias y de Los Matadores. Se consagró cuatro veces campeón de la Primera División de Argentina con San Lorenzo, además de integrar la selección de fútbol argentina que disputó la Copa de las Naciones de 1964, donde se enfrentó al Brasil de Pelé y le convirtió dos goles, así como la Copa Mundial de 1974. Villar, que con Telch hace una de las duplas que mas conservan en la memoria los hinchas de San Lorenzo, llegó al club en 1968 y se destacó por combinar la marca, el buen criterio en el manejo de la pelota y una muy buena proyección en ataque. La mayor parte de su carrera transcurrió en el equipo azulgrana, donde jugó trece años, en los que disputó 446 partidos en forma oficial, por lo que es hasta hoy el jugador con más presencias en la historia del club.

"¿Como no voy a nacer hincha de San Lorenzo? Me acuerdo de tantos equipos, partidos, jugadores... Me acuerdo como si fuera hoy del campeonato del '72. Yo apenas tenía 11 años, pero hasta me acuerdo de las tapas de El Gráfico con la imágen de Rubén Ayala". Hay que tener en cuenta que Osvaldo era un niño cuando surgió aquel equipo memorable del '68: Los Matadores. Recordado no sólo por los hinchas de San Lorenzo si no por el mundo futbolero en general, por su elegancia y buen juego, además de por haber sido el primer campeón invicto del fútbol argentino en la era profesional.

La pasión por el futbol estaba asociada a la radio y también a la prensa gráfica. La Revista El Gráfico era la biblia para los amantes del deporte. "Cuando salió campeón San Lorenzo mi viejo trajo todas las ediciones de El Gráfico de aquella campaña. En el pueblo costaba conseguirlas, pero de alguna manera nos las ingeniábamos para leerlas.  Otras veces iba a lo de mis primos que también las recibían", relató sobre el fenómeno que representó esta revista para los argentinos.

Eran otros tiempos. Sin internet, ni TV las 24 horas. Osvaldo tiene grabado a fuego las noches de radio en familia escuchando algún partido. "Algunas veces yo me iba a dormir temprano porque al otro día tenía que ir a la escuela y me despertaba con un mensaje escrito en un papel por mi viejo, que me decía como había terminado el partido". Podría pasar días enteros hablando de su querido San Lorenzo. Todas historias pintorescas, felíces. También alguna amargura, como el descenso a principios de la decada del 80: "Todavía vivía en el campo. Por suerte allá no había cargadas y todo eso, no era tan dramático. Pero igual dolió mucho, claro".

Osvaldo llegó a Tandil el 14 de mayo de 1986 para trabajar en Metalúrgica Tandil.  Allí se desempeñó por 28 años hasta que se jubiló hace un tiempito. "Trabajé siempre en fusión, en hornos. Tenía que cargar los hornos y esparcir fierro líquido para fundir las piezas, a 1540/1550 grados. Es un trabajo peligroso. En el mismo lugar donde fallecieron estos tres chicos hace unos años. Yo los conocía, fue una tragedia muy triste".

Aquí en Tandil conoció a su compañera de toda la vida: Mabel Belasino. "Vivía cerca, casi en frente de donde yo vivía con mi hermana. Nos vimos y nos enamoramos".  Se casaron pocos años después, en1990, y compraron el terreno de Villa Laza donde con mucho esfuerzo y amor construyeron un hogar junto a sus dos hijos. "Con nuestras propias manos levantamos las paredes, todo pequeño pero nuestro. Villa Laza es nuestro lugar en el mundo, en donde los vecinos son familia, todos amigos de fierro".

Hace 25 años que se creó en Tandil la peña sanlorencista 'El Nuevo Gasómetro', y Victorero es uno de sus primeros socios y referente. "Osvaldo puede ser considerado el personaje más conocido de la peña, principalmente por el quincho y aquella tarea que hizo durante años de distribuir regalos a los cuervitos que cumplían años.  Todas las familias de la peña lo conocían, en la calle lo recuerdan" dice un compañero de la peña. Es que Osvaldo durante varios años llevó adelante esa noble y preciosa acción: "La idea surgió porque un día leí que cumplía años uno de los hijitos de Giacomelli (socio de la Peña) y aproveché que vivía cerca de la fábrica para llevarle unos alfajores. Después ya empecé a comprar, tazas, medias, útiles, golosinas, todo con la identificación de San Lorenzo y el nombre del niño. Siempre le llevaba algo distinto, nunca repetía lo que le había regalado. Tenía todo anotado. Un año anotaba que a tal le llevé la taza, así al otro año le llevaba otra cosa y así. Casi 100 chicos recibían su correspondiente regalo. Eso lo hice desde el 2005 al 2008. Después también le llevaba a las mujeres socias, una caja de bombones y un vaso de San Lorenzo".

Esa es una de las tantas cosas que hizo Osvaldo por San Lorenzo en la peña. Hay que tener en cuenta que la agrupación además de llevar a cabo las actividades que comunmente desarrollan las peñas como viajes al estadio, cenas anuales con la presencia de jugadores y demás, siempre llevó adelante acciones sociales y solidarias. Y hace un tiempo adquirió un terreno para construir allí una sede social, deportiva y cultural. "El proyecto de la sede es un gran sueño. Me imagino juntarnos a ver los partidos, y después con los años, agrandarnos, hacer otras cosas".

Osvaldo es parte fundamental de ese espíritu social y solidario de la institución. Siempre con su bibicleta y la humildad a flor de piel, recorriendo la ciudad para, como dicen los hinchas de San Lorenzo, 'hacer cada vez más grande al Club'.

"A la Peña llegué porque me hice socio en el café Hiche, donde se reunían los primeros cuervos que comenzaron esta hermosa historia", cuenta Victorero a El Diario de Tandil.

Para aquellos que no lo recuerdan, el Café Hiche estaba ubicado en San Martin 571, a pasitos de calle Rodríguez. El cafetín era propiedad de don Santiago Soldini (ya fallecido), quién fuera miembro de la Comisión Directiva de la peña y cedía el espacio para mirar los partidos y realizar las reuniones del pueblo cuervo. Mario Latorre, actual Presidente y uno de aquellos habituales parroquianos, recordó que "entre los amigos de aquella época compramos un televisor usado y lo llevamos al café para poder seguir los partidos".

Estos acontecimientos se dieron entre los años 1994 y 1995, cuando el ciclón dio la vuelta en el estadio de Rosario Central con gol del "gallego" Esteban González. "La peña salió a festejar por el centro, desde el Hiche, en la ranchero del recordado "gordo" Ramirez", agregó Latorre.

La peña se fundó oficialmente el 11 de febrero de 1994, en una mesa del café.  Previamente, el 16 de diciembre de 1993, los hinchas locales se habían organizado para realizar un viaje a la inauguración del estadio Nuevo Gasómetro. De allí el nombre de la agrupación.

Son muchos los tandilenses que formaron parte de la agrupación y Osvaldo los recuerda con mucho cariño: "Conocí muchas personas valiosas. Don Manuel Santos Ferrarello, Mario y Alejandro Latorre. Manuel Lujan, Eduardo Southwell, todos fueron muy buenos conmigo y me dieron un lugar. Ferrarello es el 1. El que marcó el camino".

Tandil tiene su corazón cuervo, a traves de tantos vecinos simpatizantes. Podemos mencionar a los "curas" Raúl Troncoso y Marcos Piccaroni, Osvaldo Zarini, "Quique" Lagoutte, María Salceda, Jesús Osvaldo Segura, David Marcassó, el concejal Ariel Risso y el "negro" Conti, por citar algunos.

Victorero fue presidente del 2006 al 2008. "Fue una experiencia muy linda. Justo se cumplieron los 100 años de San Lorenzo, se hicieron muchas actividades en la ciudad en torno a eso, campeonato de fulbito para los chicos, campeonato de dibujo. A mí todas esas cosas me encantaban. Participaron muchos chicos, cerca de 50", relató.

Este año, a 25 años de la primera reunión de la peña, el periodista Alejandro Latorre está trabajando en un libro que cuente el nacimiento y la trayectoria de esta institución, con entrevistas a socios, hinchas y dirigentes. Así como anécdotas, imágenes y una recopilación de artículos periodísticos sobre lo hecho en todo este tiempo.

Como queda expuesto en estas líneas, a Osvaldo le corre sangre azulgrana por las venas. Viaja a la cancha toda vez que puede y no se pierde un partido. "El viaje que más recuerdo fue en el 2007, porque fuí con mis dos hijos. Le ganamos 4a 2 a Arsenal y salimos campeones. Otro, en el 2001, que le ganamos a Unión 2 a 1. Porque cuando el público invadió el campo entramos a la cancha con Daniel Romeo y Cadona, que creo que también estaba. Éramos unos cuántos de la peña que nos metimos".

Nuestro "Personaje de la Semana", además, es dueño de El Quincho 'Don Anibal'. Detras de su casa hay un verdadero museo de la pasión azulgrana. Todo el lugar está "vestido" de San Lorenzo. Completamente. Desde la puerta, los manteles, las servilletas y hasta las teclitas de la luz. Allí guarda más de mil objetos del Ciclón. Revistas, diarios, fotos y camisetas, pero sobre todo infinidad de recuerdos que atesora con mucho amor: "El Quincho Don Anibal fue un sueño para mí. Yo siempre me imaginaba tener algo con todo de San Lorenzo y ponerle el nombre de mi viejo. Después empecé a juntar cosas y ahora ya me quedó chico. Lo más grande para mí fue que lo hayan visitado Telch y Villar.  Otro hito en mi vida azulgrana fue haber estado con Sanfilippo. Hablar de el "Nene" Sanfilippo, es recordar a mis viejos. Mirá si habré gritado goles de Sanfilippo. Estuvo hermoso cuando lo trajimos con la Peña. Fue como un sueño", dijo emocionado.

Hasta tanto se avance con las obras en el predio de la peña, el Quincho Don Anibal es el punto de reunión para los fervorosos hinchas azulgranas. "Para mí es un orgullo que vengan los socios y amigos de la peña. ¡Si habremos mirado partidos en este lugar!, lo mismo las reuniones de comisión directiva", contó.

Osvaldo tiene una preciosa familia, Mabel, con quien comparte su vida hace 28 años: "Ella está siempre. Acompañándome y ayudando a la Peña. Es de fierro. Se puede poner a completar actas o hacer tortas para las cenas. Yo le pedía que me ayude a preparar los regalitos, a lo que sea, siempre apoyándome". Y sus hijos Cristian y Esteban, de 27 y 22 años respectivamente, ambos laburantes y cuervos, claro. "Se hicieron de San Lorenzo naturalmente, por verme a mí. Y porque siempre que había una cena o cualquier cosa de San Lorenzo, de la Peña, ellos estaban", relató.

Como se deja ver en su historia y sus anécdotas, San Lorenzo es más que una pasión. Durante mucho tiempo soñó con ganar la Copa Libertadores, era una obsesión para él y tantos hinchas: "Desde que la ganamos en el 2014, con el Patón Bauza de DT, me aflojé. Ya no pido más nada por todo el resto de mi vida. El partido que más recuerdo de ese campeonato es el que ganamos 3 a 0, con goles de Nacho Piatti. Pero fueron todos difíciles, San Lorenzo nunca va a ganar un partido fácil. Siempre sufriendo. El único período que ví tranquilo los partidos fue cuando estaba Manuel Pellegrini, en el 2001. Ahí ganábamos todo. No tenía ni que usar todas mis cabalas", dijo sonriente.

En su casa guarda cada edición de El Diario de Tandil desde sus comienzos. Pese a venir de otro pueblo, con los años se transformó en un tandilense más. Quizas consecuencia de su vida social, de relacionarse con tanta gente y de formar una hermosa familia en este valle entre sierras. Osvaldo Victorero es un ser apasionado y comprometido. Valores que comparte con el club de sus amores.

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