"Hace poco más de doce años, luego de un acto en conmemoración por el centésimo aniversario del fallecimiento de don Ramón Santamarina, se acercó a mí un hombre y con toda sencillez me preguntó: "Intendente, ¿qué puedo hacer por Tandil y en memoria de mi padre?". Era una pregunta inesperada por el sincero altruismo con que se hacía. La había formulado un vecino que había estado pensando en el bienestar de la comunidad y en lo que le faltaba a ese pequeño mundo que es de todos: nuestra ciudad. Entonces a la pregunta de don Jorge Blanco Villegas, yo le contesté casi automáticamente: "Un Hospital de Niños". Y en esa respuesta estaba el sueño de por lo menos tres generaciones de médicos. Y el sueño de tres generaciones de madres y padres. Y el sueño de una salud pública específicamente enfocada en la infancia, para los niños de nuestro tiempo y para las generaciones del porvenir", recordó el jefe comunal.

"Se cumplen hoy diez años de aquel día en que formalmente inauguramos este gran espacio para la salud. El Hospital de Niños, a instancias del donante y en un enorme acto de justicia, lleva el nombre de un médico honorable como lo fue el Dr. Debilio Blanco Villegas. Fue un hombre de una profunda convicción democrática, a tal punto que, deponiendo cuestiones ideológicas de su tiempo, junto al peluquero socialista Juan Nigro, forjaron ambos en 1936 esa obra que fue una epopeya para Tandil: la Usina Popular y Municipal. Pero también Debilio fue un médico de espíritu humanista y un buen hombre. Merecía largamente el homenaje que le tributó su hijo, quien hace exactamente una década, en esta misma tribuna, destacaba la pujante iniciativa de la actividad privada y la poderosa sinergia que se produce en la acción conjunta de ésta con el sector público", agregó Lunghi. 

A su vez, destacó que "esta obra es un claro ejemplo de lo que yo suelo llamar la energía creadora de las vecindades activas. Por eso también quiero reconocer hoy la innumerable cantidad de donaciones de distintos sectores de la comunidad y de vecinos que colaboraron en la logística interna del naciente hospital pediátrico. Recibimos muestras conmovedoras de apoyo al Hospital que nacía, como aquellos jubilados que donaron su sueldo íntegro para esta noble causa, junto a más de 800 tandilenses y empresas que concretaron aportes. Y quiero subrayar el trabajo a pulmón, las horas y los días y los años dedicados a este hospital por los integrantes de la Fundación del Hospital de Niños que han puesto el corazón en la casa de la infancia de todos lo tandilenses".