Y en ese momento Romina Lopez Antivero y Alejandro Fabianich, directores de ISET, Instituto Superior Estetico Terapeutico, me contaban su proyecto, mientras escuchaba atentamente hubo algo que me hizo ruido. Queremos darle un espacio distinto a la estética y a la masoterapia, un lugar donde no solo se estudie técnicamente si no donde le sumemos lo humano, un instituto de enseñanza donde el alumno no sea un número más si no que tenga las herramientas para desarrollar un oficio pero que también se le facilite el crecimiento personal. Por un segundo los mire, les dije que me encantaba, volví la vista atrás y me pregunté si era posible. Rápidamente dije es posible, pero hay que trabajar mucho.

Entre títulos, rótulos, y cargos jerárquicos, giró siempre mi trayectoria, pero esto era distinto. Lo que se me estaba proponiendo era que sea la garantía de que este objetivo se iba a llevar a cabo.

Teníamos mucho por hacer con poco tiempo. Acepté, y en Buzios, el paraíso, como lo llaman en Brasil, se escribieron los manuales de ISET, mientras en Tandil se elegía cuidadosamente el equipo.

Un equipo que una vez seleccionado no paró nunca de aportar ideas, de sentirse parte, de investigar, de crear el primer slogan. Porque de alguna manera a todos nos estaba pasando lo mismo: el crecimiento está en tus manos.  Era lo que queríamos, lo que queremos, lo que con mucho esfuerzo y laburo se está logrando.

Me emociona cada investigación, cada paso chiquito o grande que se dé para adelante, este equipo dirigido por Romi y Ale sabe no solo de las técnicas, si no del amor a sus profesiones y eso es justamente la pasión por el crecimiento de la profesión nos une. Por eso decidí avalar a ISET, porque es sanguíneo como a mí me gusta, porque se siente humanidad y porque todos nos preparamos día a día para dar lo mejor.

Renové mi propia investigación, aposté a mi crecimiento, y esto si no tiene precio, después de muchos años me volví a apasionar con la anatomía, la fisiología, las diferentes técnicas. Desarrollamos una primera etapa para pronto, muy pronto, superarnos en una segunda. No es una prueba piloto, es un instituto con todo lo último a nivel mundial, adaptar el avance virtual, el avance de la comunicación a una nueva forma de dar clases, a una nueva sintonía de enseñar y aprender, donde la relación humana esta primero.

Fui docente, coordinadora, directora, cree métodos que hoy se llevan a cabo en todo Latinoamérica, pero jamás me sentí así, con la responsabilidad de avalar una nueva profesión la que aún no se olvida que en la camilla de nuestras cabinas hay un ser humano que necesita de una atención holísticamente hablando, de un ser completo. Es esa la verdadera responsabilidad que el profesional que se recibe en ISET así lo comprenda.

Tandil hoy tiene un instituto que garantiza el crecimiento de la profesión y me colma de felicidad, no por vanidad si no porque a esta profesión le di mi vida y la profesión es lo más leal que tengo.

Hoy el estudiante básico o el profesional, pueden elegir qué clase de ser humano quiere ser.

Gracias Romina Lopez Antivero y Alejandro Fabianich por todo lo que dan, gracias a todo el equipo de ISET por darme la oportunidad de cuidar lo que sin lugar a dudas es el futuro.

MARIANA BADONE

CREADORA DE LA NUEVA MASOTERAPIA

DISERTANTE INTERNACIONAL