CULTURA

"Me encantaría que Tandil se convierta en un museo al aire libre"

06/03/2018

Camila Calderón, alias CEB, es una de las artistas que más está pintando en Tandil. Su arte hoy se ve en las paredes de la Casa del Deporte, además de en muchísimos frentes de casas y negocios. Entre mural y mural, nos contó su historia y su deseo: quiere que la ciudad se vuelva una referente internacional del Arte Urbano.

por
Brando Bruni

El puntapié para armar esta nota fue el hermoso trabajo con el que se pintó la Casa del Deporte. El enorme edificio de calle Juldain 50 se transformó, llenándose de color.

Se llama Camila Calderón, pero su nombre de grafitera es CEB. "Siempre que veas esa firma soy yo. Muchas veces firmo así cuando en los trabajos no tengo mucho espacio para mi nombre, por temas de composición, para que no le saque protagonismo a la imagen", se presenta sentada a pasitos del inmenso mural y la ropa llena de pintura, como corresponde.

Charlando con ella se descubre que es bastante más que una chica que hace grafitis, su vida estuvo signada por la pintura. Recuerda que "empecé pintando cuadros en Capital Federal, de chica, a los 7 años arranqué a estudiar dibujo y pintura, cuando los padres te mandan a hacer algo, y nunca paré. Además del colegio, siempre iba a talleres aparte. Mi mamá fue siempre quien me incentivo".

"Llegó un momento en que empecé a acumular cuadros y sentí la necesidad de hacer otra cosa. Pintar cuadros es muy diferente a un mural, es una actividad más personal e introspectiva, además de ser algo muy solitario y aislante. Recuerdo estar muchas horas encerrada en el taller pintando, veía todos mis cuadros y me preguntaba quien los iba a ver, como los vendo, como empezar a movilizar. Los circuitos de galerías y museos, en mi experiencia, son muy cerrados, gente que se maneja entre ellos. Es muy difícil entrar si no tenés el contacto. Una vez que vi que tenía mi obra muy encerrada en mi casa, me pasé para el lado del muralismo, buscando una conexión con las otras personas, con los vecinos, con quien mira cuando pintas", fue contando y agregó que "lo que más me dio el arte urbano es que el vecino pase y vea mi obra, el contacto con la gente, es algo que antes no tenía y no se consigue en las salas de un museo. Es otra realidad, yo necesitaba que la gente vea mi arte, es una necesidad".

Según dice, es "más porteña imposible, del centro,  entre las dos líneas del subte", hace un tiempo estudió por estos pagos, tuvo que volver a Capital pero hace dos años volvió a Tandil para quedarse.

Igualmente, el tiempo en Buenos Aires lo aprovechó para seguir creciendo y aprendiendo. "En Capital aproveché para estudiar con profesores que fueron los que más me dieron el puntapié para dedicarme al muralismo. Estudié con Alfredo Segatori, uno de los exponentes más importantes de la Argentina, rompió el record de la pared más grande pintada por un solo artista. Él me incentivo, me sacó el miedo a subirme a los andamios. Estudié composición con otro maestro argentino, Jorge Demirjian, me ayudó mucho en el aspecto compositivo, lograr un equilibrio, que haya armonía. Siempre llevaba trabajos chiquitos, de 20x30, y fue el primero que me dijo que tenía que empezar a pintar más grande. Cuando vi el curso de muralismo se me abrieron los ojos, eso es grande", va relatando Camila.

El estudio fue (y es) una parte fundamental de su laburo. Remarca que "un artista no solo nace, también se hace. Te estás haciendo constantemente, siempre estás aprendiendo, de los demás o los grandes maestros. Uno está en la búsqueda de ser siempre mejor. Yo me doy cuenta que una de las cosas más me faltan es el dibujo, puedo resolver una obra desde el color o la forma, queda linda, pero si me pedís una mano con las proporcionas y los claroscuros, necesito más paciencia". Y su camino de aprendizaje no solo tiene que ver con la pintura, aclara que "no solo soy artista, también me considero una mujer emprendedora. Leí acerca de negocios, estudié un año administración, sé de marketing, estrategias de venta, hice cursos. Uno como artista tiene que aprender a colocar su producto en el mercado. Podes hacer una obra de cerámica hermosa, pero si no sabes cómo venderla, no tenés nada, solo esa pieza hermosa en tu casa. El lado comercial es otra parte importante del arte, saber porque es importante pintar, porque conviene un mural. Es saber comunicar una idea y mostrarle al otro lo que uno tiene para ofrecer. No es solo pintar bien".

LA MUDANZA

Una vez acá, la realidad fue otra que en la gran urbe. Asegura que "nada que ver, allá salía de casa, mucho ruido, mucha gente, Capital se hizo una ciudad enfermante para mí. Volví buscando esta posibilidad de abrirme con el arte. Acá me encontré con una ciudad muy cultural, de gente que aprecia mucho el arte. Se hace muy fácil el acceso a las personas, entrás en un local, pedís hablar con el dueño a ver si puedo pintar, lo encontrás y tiene el tiempo para escucharte. Eso me facilitó poder expresarme y tener contacto con gente que me ayudó".

"Mi primer mural en la ciudad fue el de Free Art (Rodríguez entre Maipú y 25 de Mayo). Ese trabajo llamó mucho la atención, surgieron otras cosas y de a poco me fui instalando. Por ejemplo, me convocaron de la UNICEN para dar clases", dice sobre sus primeros pasos en las sierras, trabajos que le abrieron el camino para que hoy pinte sin parar.

Recuerda que "al principio el arte urbano no gustaba y desde el lado municipal no estaban mucho de acuerdo. Pero a medida demostramos nuestro trabajo, como pasó con la fachada de la Dirección de Juventud que pintamos con mi compañero Gonzalo Llanos, gustó mucho y fue una chispa para que el Municipio vea lo que se puede hacer. Eso terminó en que nos invitaran a pintar la Casa del Deporte, hacer una obra grande que llama la atención".

También se sumó a Arte Joven, programa de la Dirección de Juventud del Municipio, donde Gonzalo estuvo desde el principio y fue creciendo la movida. Desde allí buscan promocionar el arte en la ciudad, dando clases de Street Art en la Ludoteca de 11 de Septiembre y Arana. Convocan a gente  de cualquier edad (en lo posible mayores de 12 años), interesados en meterse en esta rama artística. El contacto más directo es a través de Facebook, Arte Joven Tandil.

TANDIL, LUGAR PINTADO

A fuerza de trabajo y siendo una de las impulsoras de movidas como la del Estadio Municipal, donde artistas de varios puntos del país plasmaron su arte, CEB se volvió un nombre conocido dentro del ambiente y uno de los motores para que todo siga creciendo, junto a un importante grupo de artistas callejeros.

Asegura que "Tandil es una ciudad con muchísimas posibilidades, a la gente le gusta mucho el arte y los vecinos están agradecidos de que se pinte. Hay mucho potencial de desarrollo, por eso aprovecho al máximo lo que me da la ciudad. A futuro me gustaría que esta ciudad no tenga un techo, que no sea hasta acá y tener que irme a otro lado, por ahora no está pasando".

Mirando al futuro dice que "mi visión para esta ciudad es que se convierta en la representante del arte urbano, primero a nivel nacional y después internacional. Me encantaría que Tandil se convierta en un museo al aire libre, donde camines por la calle y veas por todos lados arte. Que las instituciones más importantes estén pintadas como la Casa del Deporte. Que Tandil sea cada vez más reconocía por el talento y por la belleza que tiene, porque no son los murales aislados, son en su contexto natural. Por ejemplo lo del Parque del Origen, no solo el atractivo es la belleza natural, el mural que pintamos se conecta con el entorno. Que se realce la belleza de Tandil con el arte urbano que está creciendo cada vez más".

"Cuanto más se pinte, mejor se posiciona como referente del arte urbano. Ojalá la ciudad llegue a estar tan pintada que se puedan hacer tours para los extranjeros y generar más movimiento. Yo tengo muchos proyectos y espero que siga creciendo. Se necesita muchísimo apoyo. Por ahora somos tres gatos locos y hacemos bastante, imagínate lo que se puede generar sumando más gente. Desde políticos hasta empresarios o los vecinos que ceden el frente de su casa", dice.

También afirma que ya se sabe lo que se viene haciendo por estos pagos: "Hablás con grafiteros de Buenos Aires, les decís que sos de acá y ya conocen que acá se pinta bien. Se sabe que hay arte. Pasa con muchos extranjeros, me he cruzado por la calle y se sorprenden".

Para conocer más el trabajo de Camila se puede visitar la página ojosalcuadro.tumblr.com

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