BUEN VIVIR

Celebrando la vida para estar mejor

07/09/2017

Con técnicas de teatro, expresión corporal, abrazoterapia, entre otras cosas, Gastón y Antonela nos enseñan cómo podemos estar un poco mejor con nosotros mismos y los demás, aún inmersos en esta vorágine social en la que vivimos.

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Tarde o Temprano - Radio Mitre Tandil FM 93.1 - Lunes a viernes de 16 a 17 hs.

Gastón y Antonela tienen como objetivo que paremos un poco, respiremos, dediquemos un rato a nosotros mismos y al contacto con los demás. Por eso decidieron comenzar con el taller "Celebra La Vida", que brindan todos los miércoles en el espacio "Un Lugar del Alma".

"Trabajamos con técnicas de expresión corporal y teatro, siempre yendo por el lado de la expresión, también la interna", comenzó detallando Gastón en el aire de "Tarde o Temprano" (Radio Mitre Tandil 93.1). Anto, quien se mete en esto desde la danza, añadió que "también utilizamos bastante el tema de la respiración. El principal objetivo del taller es que las personas se expresen libremente, que encuentren lo que no encuentran en su rutina o en la vida cotidiana. Muchas veces no nos paramos a sentirnos".

El respirar es uno de los puntos fundamentales en que se detienen, y dicen que "parece muy sencillo, es un acto reflejo, ¿pero cuantas veces somos conscientes de cómo lo hacemos? No tiene que ser un momento límite, puede ser un momento del día en el que tuviste mucho trabajo, estás cansado, ansioso, y no somos conscientes de la respiración. Como muchas veces no somos conscientes de lo que sentimos. Esto nos da la respiración, el conocimiento de uno mismo, incluso a nivel físico. En los talleres se da que respirando y usando determinada música, la gente se moviliza y los lleva a descubrir movimientos o partes de su cuerpo. También el hecho de descubrir cosas internamente, ir al taller y darse cuenta porque emociones se están transitando".

Gastón agrega que "muchos de los alumnos que tenemos, han descubierto gustos artísticos gracias al taller, por su propio trabajo, conociéndose". Y al respecto, Antonela suma que "a veces como adultos nos encontramos con que no conocemos nuestras potencialidades. Esto ayuda a ver si nos gusta bailar, dibujar u otras cosas. En la sociedad que vivimos y los trabajos que tenemos, nos hace falta tomarnos estos momentos para nosotros mismos".

"Hacemos hincapié en que esa hora y media se la tomen para ellos, que dejen el afuera y que se ocupen de ellos mismos", señala y resume Gastón.

"tiene el tratamiento de una clase, con su entrada en calor y un desarrollo que puede variar. Usamos las técnicas de respiración, movimientos entrando en calor las diferentes articulaciones. Después, hay de todo, juegos, risas, más que nada libertad", define Anto, mientras Gastón agrega que "principalmente es dejar los prejuicios de lado y probar".

El taller "Celebra La Vida" funciona todos los miércoles a las 18:15 horas en el espacio "Un lugar del alma" (Av. Avellaneda 550). Para más información se pueden comunicar a los teléfonos (0249) 154518467 o (0249) 154312411.

DOS BRAZOS Y UN CORAZÓN

La abrazoterapia fue un tema aparte en la charla con Antonela y Gastón, además de ser una de las técnicas que utilizan en el taller. "Da miedo a veces, lo primero que imagina mucha gente es que van a estar todos abrazados y tocándose todo el tiempo", señalaron entre los dos, pero tratando de desterrar ese mito.

"Apuntamos al contacto con el otro. Pasa que nunca paramos a ver al otro, hasta con un amigo no paramos a ponerle una mano el hombro porque se siente mal. Es perderle miedo al contacto, abrirse a dar y recibir. No siempre tiene que ser un abrazo. Simplemente el contacto, la contención y el calor que te da el otro, sin buscarle doble sentido a nada", van explicando y agregan que "estamos hablando de algo tan sencillo como un abrazo, que no necesitas nada más que dos brazos y un corazón".

Hace un tiempo, ellos mismos comprobaron esta técnica - "pusimos el cuerpo", dicen - y se mandaron a la Plaza Independencia a regalar abrazos, experiencia que terminó siendo por demás movilizadora.

"Nos turnamos y quien abrazaba tenía los ojos vendados. A nosotros también nos pasan cosas y nos quedaron muchos marcados. Había gente que se acurraba y agradecía, otro chico se emocionó y sentí que se le caían las lágrimas. Estábamos en el horario escolar, los chicos salían del colegio y sentía que venían nenes a abrazarme las rodillas", relata Antonela.

Gastón recuerda que "un abrazo pueden ser solo seis segundos. Pasó una señora, le hablé del abrazo y se iba diciendo que le cerraba la farmacia. Me pareció súper loco, todos formamos parte de eso, ¿cuántas veces hacemos lo mismo nosotros?"

"Hay de todo y no hay que juzgar, hay que ponerse en el ese lugar, yo también estuve ahí. Estamos muy distanciados, deshumanizados pero necesitamos el contacto social. Por eso también hubo gente que leía el cartelito y nos venía directamente a abrazar. Por ejemplo, muchos nenes venían de a dos, con toda su ternura, iban porque lo sentían. Hay que volver a las raíces, a esa inocencia de sin juzgar, sin saber quién sos, con los ojos vendados, voy y te abrazo. Ese es uno de los objetivos que proponemos", cuentan entre los dos.

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