Nacionales
31/10/2017
Desde la FAUBA, un grupo de docentes y estudiantes, en colaboración con otras entidades como el INTI y el INTA, promueven la producción y el mejoramiento de gusanos de seda.
Un proyecto de la Facultad de Agronomía de la
UBA (FAUBA) busca promover la cría de gusanos de seda y su posterior
comercialización en la Argentina, como parte de una iniciativa que también
apunta a la investigación de nuevos híbridos y variedades de insectos, con foco
en mejorar la calidad, el rendimiento y la optimización de los procesos de
producción.
"Nuestro objetivo principal es hacer
investigación para obtener híbridos y variedades de gusanos mejorados para
satisfacer la demanda de los productores y del ámbito educativo. Para ello
también trabajamos junto al INTA y al INTI, donde se realiza el análisis de la
calidad de la fibra", explicó Samanta Dobler, docente de la cátedra de
Producciones Animales Alternativas de la FAUBA.
Desde la cátedra crían gusanos de seda dos
veces por año (en primavera y en otoño) con la colaboración de más de 30
estudiantes. En el marco de ese trabajo proveen sin cargo huevos o gusanos de
seda a aquellas personas que desean iniciarse en la cría, y responden a la
demanda de escuelas y otros productores.
"Si bien hoy la seda es un commodity, y el
precio lo fija China (el principal productor, seguido por India), en la
Argentina existe un sistema de comercialización interno que responde a una
demanda insatisfecha. Por eso nosotros tenemos una base de datos de quiénes
producen y quiénes demandan capullos, y trabajamos para acercar la demanda con
la oferta", señaló Dobler, quien también es becaria de INTI-Textiles.
"La forma básica de vender la materia prima es
mediante el capullo que teje el gusano, constituido por un único filamento de
seda, de aproximadamente un kilómetro de longitud. Se considera como la fibra
animal más larga del mundo. Otra opción es vender el filamento en formato de
madeja".
Pasado
y presente
"Existe un halo de misterio alrededor de la
seda. Parece que es algo nuevo en la región, pero esto no es así", aseguró
Dobler. América Latina tiene una larga tradición sedera. Entre los países que
crían gusanos se destaca Colombia, cuya producción viene creciendo desde hace
al menos dos décadas gracias a una buena experiencia de cooperativismo.
La Argentina cuenta con una historia en la
actividad que data del siglo XIII, cuando los gusanos de seda ingresaron al
país de la mano de los jesuitas. Luego, uno de los principales impulsores fue
Domingo Faustino Sarmiento. Más cercano en el tiempo, el país se convirtió en
un gran productor de seda durante la segunda guerra mundial, con exportaciones
a Estados Unidos, donde se utilizaba para confeccionar paracaídas. La debacle
de esta industria textil surgió con la aparición de la fibra sintética de
poliamida (nylon). Fue entonces cuando se derrumbaron los mercados
internacionales de seda.
En la actualidad la Argentina posee una baja
producción, aunque con una calidad muy aceptable. "La producción primaria se
realiza en pequeños espacios, siempre como complemento de otras actividades, y
es estacional porque el gusano de seda sólo come hojas de mora", resumió
Dobler. La producción demanda mucha mano de obra y una fuerte dedicación. En este
sentido, la docente ofreció algunas recomendaciones para quienes deseen dar los
primeros pasos en la materia.
Primeros
pasos
Según la docente de la FAUBA, "en general es
aconsejable iniciarse en la producción con una baja escala para conocer la
biología del insecto. Es una especie muy particular y uno tiene que aprender a
reconocer las diferentes etapas de desarrollo y los comportamientos que van
sucediendo día a día".
La cría de gusanos requiere ciertas
condiciones especiales: tiene que realizarse en un espacio cerrado, con
temperatura elevada y humedad. Estos insectos no se pueden criar al aire libre
debido a que, como fueron domesticados hace unos siete mil años, no
desarrollaron mecanismos de defensa frente a ataques de depredadores.
"El primer punto a tener en cuenta es
asegurarse el alimento. Es importante tener una buena cantidad de plantas de
morera para abastecer la comida de los insectos. Los gusanos tienen una etapa
larval que dura entre 25 ó 30 días en la cual se alimentan entre tres y cuatro
veces por día exclusivamente de la hoja de morera, que debe ser fresca", dijo
Dobler.
Por eso, además de la calidad de la morera,
otro de los factores clave es el manejo diario. Y esto requiere una gran
dedicación."En la FAUBA tenemos unas variedades de moreras que fueron
seleccionadas por la cátedra de Producción Vegetal hace 10 años. Además, desde
2012 contamos con la colaboración de entre 30 y 35 alumnos para las tareas
diarias de la crianza. Ellos participan de una materia optativa presente en las
carreras de Agronomía, Ciencias Ambientales y Economía y Administración
Agrarias".
Los interesados en contactarse con la cátedra
de Producciones Animales Alternativas para la cría de gusanos pueden hacerlo
mediante la página de Facebook Producción de seda FAUBA. Desde allí se
coordinan las entregas, que se realizan a todo el país. En ese espacio los
docentes también difunden capacitaciones abiertas y gratuitas, como la jornada
anual de poda que se realiza en la FAUBA y la actividad que se llevará a cabo a
fines de octubre en el INTI para compartir experiencias de otros productores.
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